Viven rodeados por los usurpadores que quieren apropiarse de sus tierras

Domingo 13 de Septiembre de 2020, 07:02

USURPADORES. Así se ven hoy las tierras de los Fahoto, frente al barrio Seoc III.



Una familia de Villa 9 de Julio vive hace casi un mes rodeada por los usurpadores que pretenden robarles las tierras que heredaron de su abuelo, un inmigrante italiano que llegó a la provincia a principios del siglo XX.

Iván Fahoto recuerda bien ese día, 20 de agosto, cuando sos padres lo llamaron desde la casa quinta emplazada en el predio de cinco hectáreas que heredaron de su abuelo. Le avisaron que había movimientos en sus tierras.

El predio, que José Paolo Fahoto adquirió para producir verduras que luego vendía en el viejo Mercado de Abasto, está emplazado entre la Diagonal Norte y otros terrenos colndantes con la autopista de Circunvalación, justo frente al barrio Seoc III, del que los separa la calle Warnes.

Siempre estuvo delimitado por una cerca olímpica, pero hace meses comenzaron los robos de postes y tela de alambre, que para Iván señala hoy como los primeros pasos de un movimiento bien organizado, armado para apropiarse de sus tierras, dividirlas en parcelas y venderlas.

El día que todo comenzó, había una mujer encargada de la organización, recuerda Fahoto. Cumplía el rol de coordinadora. Era la que decidía quién podía ingresar y quién no, indicando a los usurpadores dónde debían instalarse.

Desde entonces, viven rodeados de chozas desde las cuales les llegan constantemente ecos de discusiones y peleas. Son los ladrones de sus tierras, discutiendo a cúanto las van a vender, convenciendo a los compradores de que nunca los van a correr porque hay alguien de muy arriba que los apoya, destaca Iván.

Los Fahoto ya hicieron todo lo que demanda la Ley para recuperar las tierras que pertenecen a su familia hace más de un siglo. La Policía relevó el lugar y les dieron la razón luego de recisr sus papeles. Pero les dijeron que sin una orden judicial, no pueden desalojar a los usurpadores.

Hoy, con el apoyo de sus vecinos del barrio Seoc III, algunos de los cuales reconocieron entre los apropiadores a los transas que les venden drogas a sus hijos, los legítimos propietarios de las tierras esperan que la justicia actúe, antes que sea demasiado tarde.