Una historia emocionante: nació sin brazos ni piernas, pero igual consigue manejar su vehículo

Martes 15 de Septiembre de 2020, 09:25

Janis McDavid modificó un vehículo para no depender de nadie al trasladarse.



"Los límites están solo en tu mente". Esa es la perspectiva que tiene Janis McDavid sobre las cosas. Este alemán de la región de Ruhr, en el límite con los Países Bajos, es un orador y autor reconocido.

Su intención es motivar a las personas para que puedan ir más allá de sus límites internos y externos. En 2016, publicó su primer libro "Tu mejor vida: tener el coraje de superarte a ti mismo y hacer posible lo imposible" y permanece fiel a su filosofía día a día.

Janis nació sin brazos ni piernas y decidió llevar su vida en una dirección positiva, y cuando lo hace, él es el que está detrás del volante.

Para poder hacer su trabajo, McDavid hizo adaptar una Mercedes-Benz Sprinter para no tener que depender de nadie al momento de trasladarse.

"Si algo parece un poco loco, entonces es exactamente por eso que deberíamos intentarlo", comenta este alemán.

Para muchas personas, parece impensable que una persona sin extremidades esté sentada al volante de un vehículo. En su adolescencia, cuando descubrió que había empresas especializadas en la conversión de vehículos para personas con discapacidad, buscó la manera de poder obtener su permiso de conducir.

El caso de McDavid conmovió a Roland Arnold, que terminó fundando la empresa Paravan, que hoy se dedica a la adaptación de vehículos para personas con discapacidades en el sur de Alemania.




La compañía cuenta con un equipo de 180 empleados que adapta todo según los requisitos del cliente. El local de la empresa cuenta incluso con su propia autoescuela para personas con discapacidad. Y es exactamente allí donde Janis obtuvo su propia licencia de conducir.

Con su silla de ruedas eléctrica, que puede variar su altura, Janis entra en la Sprinter por la parte trasera. Las puertas se abren automáticamente y se despliega una rampa elevadora.

"Si algo parece un poco loco, entonces es exactamente por eso que deberíamos intentarlo", dice Janis McDavid.




Lo que inicialmente puede parecer que McDavid es simplemente un pasajero en el vehículo es engañoso, ya que no se queda sentado en su silla, sino que ocupará su lugar detrás del volante.

Tan pronto como la silla de ruedas eléctrica está bien colocada, Janis usa su boca para hacer lo que otros harían con sus manos: agarra las llaves, se mueve hacia adelante fuera de su silla de ruedas a través de un escalón acolchado y se coloca en el asiento del conductor.

Antes de eso, inserta la llave con la boca para darle contacto a todo el sistema.

Una vez en el asiento del conductor, hace un giro bien entrenado para alcanzar el cinturón de seguridad y luego lo engancha en el mecanismo con la cabeza.

Para lograr el "click" característico de este sistema de retención, empuja la hebilla con el costado derecho de su mandíbula.

Luego de hacer una serie de chequeos y comprobaciones ("Es como en un avión", precisa McDavid), el sistema ya está listo para ponerse en marcha.

La aceleración, la dirección y el frenado se llevan a cabo con la ayuda de un joystick que sujeta con la axila. Mientras que las marchas de la caja automática y otras funciones las puede manejar con una botonera que tiene a su derecha.

A Janis le encanta la libertad que tiene cuando viaja en su vehículo. Y cuando se trata de elegir el destino, es él quien decide. /Clarín