Empresarios preocupados: “Compañías chilenas se van porque en la Argentina hay un claro sentimiento anti empresa”

Lunes 21 de Septiembre de 2020, 07:34

Hay mucha preocupación en Chile por las medidas económicas aplicadas en la Argentina por Alberto Fernández.



La decisión de la chilena Falabella de emprender la retirada de la Argentina instaló en la conversación pública el verdadero “clima de negocios” que impera en el país. Y dejó en claro además la mirada que tienen las empresas extranjeras sobre el rumbo económico que eligió recorrer el gobierno que encabezan Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

El caso de Falabella es impactante, además, porque la Argentina hoy es el segundo país en el que más invierten las empresas chilenas fuera de su territorio.

Según un informe elaborado por la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) de ese país, el desembolso de capitales chilenos en la Argentina sumó US$ 18.437 millones entre 1990 y 2016, el segundo monto más elevado a nivel mundial después de Brasil.

En un país en el que la inversión externa directa (dólares que se “hunden” para la producción, no solo para operaciones financieras) está en vías de extinción, importa lo que hacen las empresas chilenas que están radicadas en el país, e importa también cómo ven hoy los empresarios chilenos a la Argentina.

Por eso la prensa dialogó con el empresario Juan Sutil, presidente de la poderosa Confederación de la Producción y del Comercio – CPC – , entidad que concentra a todos los sectores económicos de ese país, como el comercio, la agricultura, la pesca, la minería, la industria, la construcción y la banca.

- ¿Lo sorprendió la decisión de Falabella de anunciar su retirada del país?

- No quisiera hablar puntualmente de ese caso. Pero puedo decir que la visión general de los empresarios chilenos sobre la Argentina no es positiva. Lo que veo con preocupación es que en Argentina no hay terreno fértil para hacer inversiones

- ¿Por qué?

- Porque en tu país tienes una cantidad importante de informalidad. Y una situación de impuestos difícil de soportar. Además, hay una complejidad en la estructura administrativa desalentadora. Hay un alto grado de conflictividad.

- ¿Eso tiene que ver con la impronta que le da al Gobierno la ex presidenta, que no tuvo una buena relación con las empresas chilenas mientras fue Gobierno?

- Indudablemente algo de eso hay. Este Gobierno está tomando medidas similares a las que ocurrieron en el pasado, sobre todo en el segundo gobierno de la señora Fernández de Kirchner. Vemos que las empresas chilenas se van porque hay un claro sesgo anti mercado, anti empresa. Entonces, es preocupante que la administración de Alberto Fernández siga en esa línea.

- ¿En ese escenario no hay planes de invertir en este país por parte de los chilenos?

- Es que cuando tu estás mirando todas las variables, cuando miras las condiciones generales, hoy en día no existe en la Argentina una política pro empresa, pro inversiones. Eso hoy sencillamente no existe.

- Son quejas que suelen resumirse en falta de seguridad jurídica. ¿Usted coincide con eso?

- Yo creo que en su país hay una suerte de deterioro importante de la seguridad jurídica. Hay muchas decisiones y resoluciones oficiales que atentan contra la seguridad jurídica.

- ¿Es el principal motivo para que se vayan las empresas, a su juicio?

- Es un país donde hay un sentimiento de mucha desolación y de falta de inversión. Hay un proceso permanente de desinversión, de los extranjeros pero también de los empresarios argentinos. Lo vemos todos los días, hasta los argentinos sacan cada vez más recursos, pero no solo empresarios, también los profesionales, la clase media. La gente prefiere invertir en el exterior. Hoy un panadero, por decir algo, no piensa en ampliar la producción, sino en sacar su dinero afuera. Eso es insostenible.

Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la más importante agrupación de empresas de Chile.


- Volviendo a lo que dijo antes, ¿percibe un sesgo anti empresarial en este Gobierno?

- No están dadas las condiciones para generar confianza. Las opiniones de sus autoridades son muchas veces desafortunadas y poco creíbles en términos de respeto a la inversión. Es un proceso que viene desde hace muchos años. Hubo un breve paréntesis durante el gobierno del ex Presidente Mauricio Macri. Pero ahora se volvió a atacar a las empresas. En los años anteriores las empresas chilenas han sufrido no ya ataques del Gobierno, sino de una agrupación afín al Gobierno, como La Cámpora. Eso no ocurre en ningún lugar del mundo. Y es inconcebible para el caso de la Argentina, un país muy rico, que tiene muchísimo talento humano, que muchas veces termina migrando.

¿A su juicio que es lo que está fallando en la Argentina?

- No es ningún secreto lo que le voy a decir. Las empresas se van porque su país necesita estabilidad, certeza jurídica y salirse del prototipo del populismo y subdesarrollo.

- Hablemos puntualmente del caso Falabella. ¿Cómo impactó la noticia en el empresariado chileno?

- La noticia puntual es que el empresariado chileno lamenta mucho que una empresa chilena de tanto renombre tome la decisión de retirarse de ese mercado por razones probablemente como las que menciono. Falta de certeza jurídica y malas condiciones de competitividad. Hay control cambiario, complicaciones para importar, falta de financiamiento, que hoy lo maneja el Estado…  Todas las condiciones para generar una suerte de imperfección al libre mercado. Es una cosa que mirando desde afuera se hace inentendible.

- Se habló de costos operativos muy altos y dificultades para girar utilidades.

- En Argentina lo que más afecta es que se pierde mucha competitividad. Es muy caro de operar. Las compañías no pueden resistir. Es un problema.

- ¿Cree que se vienen más casos como el de Falabella?


- No se si habrá más casos en el el futuro inmediato. Pero pienso que el sentido común de toda empresa y empresario es que cuando no hay condiciones habilitantes la pregunta es simple: qué sentido tiene estar en un país donde no se valora la gestión del empresario. De todas maneras me gustaría remarcar que el empresario nunca pierde la confianza y el optimismo. Pero la racionalidad dice que lo que necesita Argentina es algo más profundo que un simple cambio político. /Clarín