Concesionaria trucha le vendió el mismo auto a 40 personas

Martes 27 de Octubre de 2020, 11:43

Pedían señas de hasta 40 mil pesos, pero nunca entregaban los vehículos. Los vecinos marcharon a la casa del dueño.



Este lunes por la tarde, un grupo de vecinos de la localidad bonaerense de Merlo se congregó frente a la casa del dueño de una concesionaria. Lo acusan de haberlos estafado al pedirles una seña de entre 20 mil pesos a 40 mil pesos por la venta de un auto que nunca les entregó. Al tener en cuenta el reclamo de los 40 clientes, la estafa rondaría casi los 2 millones de pesos.

Los estafados escribieron insultos en el portón de la vivienda por lo que los agentes de la Policía Bonaerense debieron interponerse para que el conflicto no escalara. El responsable de la concesionaria, llamado Nicolás Montiel según los vecinos, atendía justamente en la cochera de su propiedad, donde montó una oficina, durante el aislamiento por el coronavirus.

Una mujer explicó su caso ante las cámaras: “Nosotros compramos un Peugeot 206 color blanco por Facebook. Pusimos 20 mil pesos de seña hace dos meses. En ese momento nos aclararon que la entrega tardaba 30 días. Cuando pasó el tiempo, mandamos mensajes para retirarlo, pero nos bloquearon el teléfono para que no pudiéramos reclamar más".

“Nos pidieron que nos comunicáramos con un abogado, de apellido Alonso Díaz, pero no se hizo cargo de nada. Siempre nos decían que tenían coronavirus, pero a todos les agarró esa enfermedad para no respondernos”, aseguró.

Una situación similar sufrió una pareja: “Vinimos hace dos meses por un Chevrolet Joy del año 2016, pero después nos dimos cuenta de que un compañero de trabajo, que nos recomendó este lugar, había señado el mismo auto que nosotros”.


Los jóvenes explicaroncómo era la modalidad de compra que la concesionaria incumplió tanto con ellos como los otros damnificados: “El auto salía aproximadamente 640 mil pesos. Nosotros dejamos una seña de 20 mil pesos en efectivo. Sobre eso había que poner 40 mil pesos más para poder retirar el vehículo y luego pagar el resto en cuotas fijas”.

“Nos pareció rara la coincidencia con mi compañero de trabajo, pero quisimos pensar que se trataba de dos autos y no el mismo. Siempre ponían excusas, primero la pandemia, después los papeles, luego la verificación técnica, pero el tiempo pasaba. Esperamos dos semanas más y cuando vinimos acá y vimos toda esta gente, nos enteramos de que era una estafa generalizada", lamentaron.

El colmo sucedió en agosto cuando los responsables de la concesionaria le quisieron vender un Volkswagen Gol al hermano de un cliente al que ya le habían pedido una seña por el mismo vehículo: “Le pedí por favor que me devolviera la plata, pero me agredió físicamente”.

Los manifestantes tiraron piedras, y quemaron gomas frente a la casa del estafador mientras la policía custodiaba el lugar. /TN