Impactante momia intacta de las islas Canarias de 850 años

Miércoles 18 de Noviembre de 2020, 00:58

Unas investigaciones que ha tenido como objetivo saber más sobre unos procesos de momificación guanches que se extendieron en las islas Canarias hasta mediados del siglo XV.



Cinco años de investigación han dado como resultado el documental "Las momias guanches", que estudia los secretos de las técnicas milenarias de embalsamiento canario (actual territorio de España) y desvela muchos detalles desconocidos de la momia guanche mejor conservada del mundo.

Dirigido por Regis Francisco López y con producción de RTVE y Story Producciones, el documental es la continuación de una primera entrega, "La momia dorada" (2018), que se alzó con prestigiosos galardones en festivales de Cannes, Hamburgo y Nueva York.

La idea de hacer "Las momias guanches", presentado este lunes en el Museo Arqueológico Nacional, nació, en palabras de su director, durante el rodaje de "La momia dorada", al darse cuenta todo el equipo de que "había un personaje secundario muy interesante y desconocido en España".

Unas investigaciones que ha tenido como objetivo saber más sobre unos procesos de momificación guanches que se extendieron en las islas hasta mediados del siglo XV, donde los investigadores hallaron una verdadera intención de momificar, con el más allá como posible aspiración.

Con la llegada de los castellanos a las Islas Canarias a finales del siglo XV se produjo un enorme choque entre dos culturas que desconocían mutuamente.

Los aborígenes quedaron asombrados al ver cómo gente armada y con herramientas que ellos no conocían desembarcaban en sus tierras, mientras que los hombres de Castilla se sorprendieron de la altura de unos nativos con rasgos que jamás habían visto.


La guerra entre ambos pueblos fue inminente, y con el paso de los siglos la cultura guanche fue desterrada al olvido. No obstante, este pueblo dejó, sin pretenderlo, una valiosa herencia con sus momificaciones que permite a arqueólogos y expertos de hoy en día conocer la vida -y la muerte- de los antiguos habitantes del archipiélago español.

La forma guanche de momificar resalta por su perfecta conservación de elementos, como la dentadura, y que se diferencia de la técnica egipcia en su conservación de las vísceras y en una preservación intacta de la musculatura.

Cuando un guanche fallecía, independientemente de que fuera hombre o mujer, su cuerpo era sometido a un tratamiento de momificación (mirlado o xaxo) que consistía, a grandes rasgos, en ser embadurnado con una mezcla de hierbas, savia de drago, piedra pómez, tierra y restos volcánicos que, además, eran introducidos en el cuerpo por boca y ano.

A continuación, el cadáver era dejado al sol durante 15 mañanas consecutivas, mientras que las hogueras le acompañaban durante 15 noches. Se lograba así una deshidratación mayor que la que los egipcios conseguían en 70 jornadas. Posteriormente el cadáver, ya desecado, se guardaba en una de las numerosas grutas volcánicas de la isla. En teoría, hasta la Eternidad.

Misterio que también invade a los aborígenes canarios, a los que se les ha llegado a atribuir un pasado vikingo, por su pelo rubio y ojos azules, pero que, finalmente, las investigaciones han emparentado con el pueblo bereber, estableciendo de paso una posible explicación a la técnica de momificación guanche, al ser el pueblo bereber vecino del egipcio.


Un pueblo canario que, además, resaltaba por su extremada violencia, presente en los cráneos analizados y que subraya el entre 7 y 8 por ciento de fracturas que están presentes en todas las momias analizadas. Aunque las muertes más comunes no se producían por fracturas, sino que eran mayoritariamente causadas por sinusitis o infecciones bucales.

En "Las momias guanches" no se detalla la causa exacta de la muerte de la momia guanche mejor conservada del mundo, pero sí que se le consigue poner rostro, por primera vez después de 1000 años, gracias a la pericia del forense Juan Villar.

Se ha conseguido confirmar que el individuo pertenecía a una clase dirigente, y se ha descifrado su antigüedad, unos 900 años, así como la edad de la persona fallecida, entre 45 y 50 años. Además de, como dato curioso, concluir que el pelo que cubría la cabeza de la momia, que durante años había sido un misterio, es en realidad un conjunto de mechones pegados con adhesivos.

Una momia que ha sobrevivido, casi intacta, hasta nuestros días y que sirve para conocer mejor los orígenes del pueblo canario, que hoy en día aún conserva entre un 30 y un 40 por ciento de relación por línea materna con los primeros aborígenes.