Los vinos “Diego Maradona”: guardados 18 años, se venden a 38 mil pesos la botella

Martes 01 de Diciembre de 2020, 07:00

Vinos "Diego Maradona" de la variedad Cabert Sauvignon que ahora valen mucho dinero.



Diego Maradona fue pionero entre las celebridades que decidieron tener un vino con su propia marca, una tendencia a la que en los últimos años se sumaron futbolistas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, entre otros.

La etiqueta "Diego Armando Maradona", de la bodega mendocina Raíces de Agrelo, se elaboró en 2002 y salió a la venta en 2003. Eran dos líneas: una de entrada y otra premium, cada una con cuatro variedades: Malbec, Cabernet Sauvignon, Syrah y blend de Malbec y Cabernet Sauvignon. El Diez no apareció públicamente en el lanzamiento en Argentina, pero el proyecto se hizo con su aval después de llegar a un acuerdo comercial con los productores.

En ese entonces, los vinos costaban entre 8 y 15 pesos, valores que, inflación mediante, hoy rondarían un máximo de 500 pesos. Sin embargo, tras la noticia de la muerte del astro, algunas personas que guardaron las botellas compradas hace 17 años ahora las ofrecen en MercadoLibre a 38.000 pesos y hasta 152.000 en el caso de la colección con 4 unidades.

La versión en caja de cartón también se oferta. El precio varía entre 5.000 y ¡50.000! pesos. Los vendedores aclaran, por si acaso hiciera falta, que el contenido "ya no es apto para beberse" y uno incluso confiesa que "se putrefaccionó" (sic), pero que "sirve para ser coleccionado". ¿Dará para tanto el amor al ídolo?

Más allá del oportunismo de quienes buscan sacar provecho económico en esta circunstancia, lo cierto es que las botellas que siguen en circulación son una rareza difícil de conseguir, porque dejaron de producirse.

La bodega, ubicada en la localidad de Agrelo, departamento de Luján de Cuyo, ya no existe.
Pertenecía a un grupo de empresarios provenientes de otros rubros que a fines de los años 90 compró unas fincas en la zona y se lanzó a la aventura de producir vino. Y no cualquier vino: el de Maradona.

"No fue fácil trasladar la imagen de una figura internacional a un producto como el vino, sobre todo en ese momento en el que nadie lo hacía", le dice a Clarín Guillermo Arcani, uno de los socios que encabezó aquel emprendimiento. "Además, en el caso de Diego, había que lograr que el producto combinara calidad y masividad, porque él representaba la excelencia máxima en el deporte y, a la vez, quería fuera accesible para todos", agrega.

Según cuenta Arcani, Maradona no intervino en el desarrollo enológico pero sí tenía claro que quería un vino que llegara a consumidores de cualquier poder adquisitivo, y esa fue la razón por la que sumaron el tetra brik a las otras líneas.

La producción inicial fue de 30 mil botellas de cada variedad. Una parte se destinó al consumo interno -se vendía en supermercados- y con la otra apostaron a la exportar: Italia, Estados Unidos, Panamá y México fueron algunos de los países en los que se vendió. Pero el negocio no prosperó en el largo plazo.

"El vino tuvo buena aceptación pero se compraba como un objeto de colección, lo que generó que el producto no tuviera el nivel de rotación que nosotros pretendíamos", argumenta Arcani, entre las razones por las cuales se discontinuó.

Vinos de colección, pero no para tomar

¿En qué estado se puede encontrar uno de estos vinos al descorcharlo 18 años después de haber sido embotellado? Quien ha probado o se interesa por los vinos de guarda, sabe que no todos los vinos son aptos para ser conservados mucho tiempo y que, aun si lo son, su evolución depende de las condiciones en las que haya sido guardado (básicamente: temperatura y humedad).

Arcani considera que la línea con la etiqueta Diego Armando Maradona que podría haber prosperado en buenas condiciones es la premium, que tenía paso por barrica, pero ni él ni sus socios tienen stock para la venta ni pueden garantizar el buen estado de lo que se ofrece por internet.

Algunos periodistas especializados que probaron el vino en aquel momento no lo recuerdan como un producto destinado a perdurar en el tiempo por su calidad enológica. Pero parece bastante evidente que quienes lo compraron entonces y quienes estén dispuestos a comprarlo hoy solo buscan un objeto que evoque al ídolo y que puedan atesorar.

En palabras de Arcani: "La mayoría de la gente lo mantuvo para sí mismo, como un objeto de colección. Yo mismo guardo las pocas botellas que me quedan para mis hijos. Aunque, ahora que lo pienso, quizás abra una para estas fiestas y brinde a la memoria de Diego". /Clarín