El gigante congoleño de 130 kilos que complicó a la Argentina en el debut del Mundial de handball

Viernes 15 de Enero de 2021, 20:55

Gauthier Mvumbi, de la República Democrática de Congo, en acción frente a la Argentina.



Gauthier Mvumbi Thierry sorprendió a todos. Por su físico y su juego. El pivot congoleño fue un dolor de cabeza para la defensa de la Argentina en el debut del Mundial de Handball Egipto 2021. A pura potencia y haciendo uso de sus 130 kilos de peso y 2 metros de altura, se volvió un arma clave de los africanos para ganar el primer tiempo (14-13). A pesar de la caída 28-22 ante los Gladiadores en el debut absoluto de la República Democrática de Congo en la historia de la competencia, su influencia acaparó la atención.

Con cuatro goles y una presencia imponente, el pivot se lució especialmente en la primera parte, obligando a la defensa argentina a ajustar su juego en la segunda mitad para poder sostenerlo. Rápidamente, su apellido también se volvió viral en las redes sociales por su impactante físico y la potencia con la que atacaba el arco rival. En el tramo final del partido, el seleccionado nacional mejoró notablemente su actuación y se llevó el triunfo sin permitirle a los africanos dar el batacazo.

Mvumbi juega en Francia para Dreux AC Handball, que disputa el campeonato nacional Nationale 2, la cuarta categoría francesa entre los clubes masculinos. De acuerdo a la información del torneo y del club, su peso alcanza los 130 kilos y su altura llega a 2 metros. Curiosamente, la transmisión televisiva lo situó en 100 kilos y 1,92 metros y sus números en el sitio oficial del Mundial son realmente disímiles: aparece en la planilla con 89 kilos y 1,79 metros, cifras imposibles para su físico.


"Es un buen tipo, difícil de mover. Con él enfrente quedamos demasiado bajos". Así lo definen sus rivales en el handball francés en un perfil que diseñaron desde N2 Handball FR, el sitio oficial de la categoría. Entre sus características más destacadas, resaltan su poder de adaptación a lo que necesita el equipo colectivamente, el desgaste físico que le produce a los defensores y su buena eficacia ofensiva.

Mvumbi nació en Francia, pero sus padres son congoleños y tiene la doble nacional. Después de jugar las últimas tres ediciones del Campeonato Africano y los Juegos Panafricanos, esta se trata de su primera participación en un Mundial. Y lo hace con una ventaja: el entrenador Francis Tuzolana también lo dirige en su equipo Dreux AC, al que llegó después de pasar siete años en CO Vernouillet.

"Es un verdadero orgullo llevar esta camiseta. Nunca pensé que experimentaría esto algún día, así que tendremos que aprovecharl, es un sueño. No tenemos absolutamente nada que perder, así que haremos nuestro mejor esfuerzo y jugaremos nuestras cartas con fuerza. Tienen dos brazos y dos piernas, como nosotros. El objetivo es sobre todo divertirse, vivir la competición a fondo. Vamos a hacer lo que sea necesario y, si es posible, molestar a algunos equipos", destacó en una nota con el sitio L’Echo Républicain. Ya lo logró. Sueño cumplido.