Es indestructible: le dispararon, explotaron, ahogaron y envenenaron pero sobrevivió, y ahora superó un cáncer cerebral

Martes 23 de Febrero de 2021, 06:18

Ray es un británico con una vida de película, que desafía todas las probabilidades al vencer a la muerte una y otra vez.



Hay gente que tienen, a falta de una mejor explicación, suerte. Mucha suerte. Van por la vida derrochando buena fortuna. Algunos ganan loterías, sorteos o cualquier cosa en el que defina el azar; otros están en el lugar y momento correctos.

Ray Weatherall, un hombre que hoy tiene 55 años, puede considerarse una de esas personas - quizás, porque siempre hay perspectivas-. Es que el bueno de Ray se ha ganado el mote de "indestructible" ya que parece que la muerte no puede alcanzarlo, por ahora.

La historia de Weatherall es digna de una novela, una película o, incluso, de un comic. Lo tiene todo: amor, intriga, traición, acción y hasta lo que podríamos definir como ciencia ficción.

"Mi vida es como una película de Hollywood, aunque no la harían porque pensarían que es demasiado descabellada", define él mismo a The Sun.

Ni Bruce Willis en Duro de Matar soportó tanto. Es que Ray, que es de Ash, cerca de Canterbury, en el condado de Kent, Reino Unido, sobrevivió a que le dispararan, explotaran, ahogaran y envenenaran.

Y además, contra todos los pronósticos, acaba de superar un agresivo cáncer cerebral que, según le habían dicho sus médicos hace más de 5 años, lo iba a matar en menos de 18 meses.

“Realmente soy el hombre más afortunado de Gran Bretaña. Solo tienes una oportunidad, aunque parece que ya he tenido más de nueve", bromea el hombre.

Traición, conspiración y una terrible venganza

Ray vivía una vida feliz. Tenía casa, trabajo y una mujer a la que amaba. Estaba satisfecho con su presente, pero al parecer su esposa no compartía su misma dicha.

Sucede que la mujer, que se llama Hayley, tenía un amante, de nombre Glenn Pollard, con el que tramó asesinar al pobre Ray.

Así, Hayley y Pollard, que sumó al complot a su hija Heather, de sólo 20 años, se pusieron manos a la obra y planearon la forma de matar a Weatherall.

Primero intentaron que parezca un accidente.

Para eso, descompusieron el calentador de la pileta de tan forma que cuando Ray fue a revisarlo, éste le explotó en la cara. Pero, lo dicho, Ray sobrevivió con algunas heridas menores.

Los siguientes intentos fueron envenenarlo con somníferos e insulina y empujarlo por la borda en un viaje de pesca. Pero Ray volvió a ganarle a la muerte.

Después de eso parece que las complotados perdieron la paciencia, porque lo que hicieron a continuación fue menos sutil: le dispararon a quemarropa en la cara.

Ray se recuperó completamente y hasta estuvo presente cuando condenaron a los conspiradores. Su esposa, que en ese entonces tenía 32 años, recibió 15 años de prisión: la amante, Pollard, de 49, fue sentenciada a 17 años, mientras que su hija, Heather, que fue la que disparó el arma, a 15.

Increíblemente, Ray todavía ama a Hayley y espera que ella vuelva a vivir con él cuando la liberen.

En cuanto a su notable recuperación de cada herida que sufrió, el hombre lo atribuye al aire fresco después de andar en quad (cuatriciclo), y a un estado de ánimo positivo.

“Nunca dejaré que nada me deprima. La vida es para vivir. También soy una galleta dura, lo reconozco", cierra con una sonrisa. /Clarín