Tenía 12 años y se esfumó: una red de pedófilos poderosos, un extraño encuentro con su madre y tres fotos aterradoras en la puerta de su casa

Lunes 10 de Mayo de 2021, 09:38

La mañana del primero de septiembre de 2006 Noreen enloqueció cuando, en la puerta de su casa, encontró dentro de un sobre tres fotos (una en colores) donde se veían tres chicos, de unos 12 o 13 años, atados y amordazados sobre una cama.



Johnny Gosch (John David Gosch), 12 de noviembre de 1969, era un niño de 12 años de West Des Moines, Iowa, Estados Unidos, que desapareció el 5 de septiembre de 1982 cuando repartía periódicos.

Su madre, Noreen Gosch, sostiene que Johnny Gosch escapó de sus captores y que la visitó en 1997,1pero ahora afirma temer por la vida de su hijo, que vive bajo una identidad falsa. El padre de Gosch, John, divorciado de Noreen desde 1993, ha declarado públicamente que no estaba seguro de si esa visita tuvo lugar realmente o no.2 Las autoridades no han conseguido encontrar a Johnny Gosch ni han podido confirmar el relato de Noreen, y su destino sigue siendo objeto de especulación y teorías de la conspiración.

El caso recibió publicidad en 2006, cuando la madre de Johnny Gosch afirmó que le habían enviado una serie de fotografías en las que se veía a su hijo secuestrado y atado. Junto a estas fotos supuestamente de Johnny Gosch había también otras de otros niños, que fueron identificados como pertenecientes a un caso de secuestro en Florida (para ver las fotos recibidas por Noreen Gosch, click aquí). Sin embargo, nunca pudo confirmarse que el niño que aparecía en dichas fotos fuese Johnny Gosch, aunque Noreen continúa insistiendo en que es niño es su hijo Johnny.

La Desaparición de Johhny Gosch

El domingo 5 de septiembre de 1982, antes de que amaneciera, Johnny Gosch salió de su casa, en un barrio residencial de West Des Moines, para comenzar su ruta repartiendo periódicos.4 5 En muchas ocasiones, Johnny despertaba a su padre para que le echara una mano con el reparto, pero esta mañana el niño se llevó consigo a su perro salchicha, Gretchen.6 Posteriormente, otros repartidores de periódicos del The Des Moines Register (el periódico que Johnny repartía) informaron de que habían visto a Gosch en el punto de recogida de periódicos, para llevarse los que tenía que repartir. Fue la última ocasión corroborada por varios testigos en que se vio a Johnny Gosch.

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Johnny Gosch

Según el testimonio de un vecino llamado Mike, Johnny estuvo hablando con un hombre fornido que conducía un Ford Fairmont azul de dos tonos con matrícula de Nebraska;78Mike no sabía sobre qué discutían, porque estaba observando todo desde la ventana de su habitación. Cuando Johnny se dirigió a su casa, Mike notó que otro hombre lo seguía.

Ese mismo domingo, John y Noreen Gosch, los padres de Johnny, empezaron a recibir llamadas telefónicas de clientes de la ruta de su hijo, quejándose de que no les habían entregado su periódico.1011 John hizo una búsqueda superficial por su vecindario alrededor de las 6 de la mañana. En seguida encontró el carro de reparto de Johnny lleno de periódicos, a solo dos manzanas de su casa.

Los Gosch llamaron inmediatamente al Departamento de Policía de West Des Moines y denunciaron la desaparición de su hijo. Noreen, en sus declaraciones públicas y en su libro Why Johnny Can’t Come Home (Por qué Johnny no puede venir a casa), ha criticado repetidamente a las autoridades por su tiempo de reacción lento, así como de la política policial de esa época, según la cual Johnny no podía ser considerado como desaparecido hasta que no hubieran pasado 72 horas.13 14 Según afirman los padres de Johnny, la policía no apareció hasta pasados 45 minutos15 después de llamarlos y la central se encontraba a escasas 10 manzanas.

La tesis en la que se obcecó la policía de West Des Moines era que Johnny Gosch se había escapado de casa, e ignoró a muchos de los testigos, incluidos otros 3 repartidores de periódico que habían visto a varios hombres siguiendo a Gosch a su casa. Los 3 chicos hablaron con Johnny Gosch después de un incidente con un hombre al que Johnny definió como «extraño»: un tipo que conducía un automóvil se dirigió a él. Según Johnny les comentó a los otros chicos, el desconocido le produjo una sensación extraña y les dijo que se iría a casa; cuando se dieron la vuelta, Gosch estaba siendo seguido por un hombre.16Mucha gente cree que no fue solo un caso de incompetencia policial, sino también de corrupción.

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Pocos meses después de septiembre de 1982, cuando Johnny desapareció, Noreen Gosch dijo que su hijo había sido visto en Oklahoma, cuando un niño le pidió socorro a gritos a una mujer, antes de ser arrastrado por dos hombres.

Con los años, varios investigadores privados han ayudado en la búsqueda de su hijo a los Gosch. Entre ellos se encuentra Jim Rothstein, un detective de policía jubilado de la ciudad de Nueva York,19 y Ted Gunderson, un jefe jubilado de la sede en Los Ángeles del FBI.

En 1984, la fotografía de Gosch apareció impresa junto a la de Juanita Rafaela Estavez en los cartones de leche que una marca vendía en todo Estados Unidos; fueron el segundo caso en el que esto ocurría, después del caso de Etan Patz.

Otro repartidor de periódicos desaparecido

El 12 de agosto de 1984, Eugene Martin desapareció en circunstancias similares. Se trataba de otro chico que también trabajaba repartiendo periódicos en la zona sur de Des Moines.

Las autoridades no pudieron demostrar una conexión entre ambos casos, pero Noreen Gosch afirma que un investigador privado que buscaba a su hijo la informó personalmente del secuestro unos meses antes. Le dijo que el secuestro «tendría lugar el segundo fin de semana de agosto de 1984 y sería un repartidor de periódicos de la zona sur de Des Moines.

En 1990, se encontró un cuerpo en México que fue pronto identificado como John E. Gosch, del Estado de Washington. El gran parecido del nombre con Johnny Gosch renovó en ese momento el interés por el caso.

Las afirmaciones de Noreen Gosch, madre de Johnny Gosch

Según el relato de Noreen, una mañana de marzo de 1997 se despertó alrededor de las 2 de la mañana al oír un golpe en la puerta de su apartamento. Fuera estaba Johnny Gosch, quien entonces tendría 27 años, acompañado por un hombre al que Noreen no había visto nunca. Noreen dice que reconoció inmediatamente a su hijo, y que este se abrió la camisa para revelar una marca de nacimiento en el pecho. Según Noreen: «Hablamos alrededor de una hora o una hora y media. Él estaba con otro hombre, pero no tengo ni idea de quién era esa persona. Johnny lo miraba buscando su aprobación para hablar». «No dijo dónde está viviendo ni a dónde iba.

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Noreen y John buscaron a su hijo con desesperación. Lugo la vida los separó

En una entrevista en 2005, Noreen Gosch declaró: «La noche en que vino aquí, vestía pantalones vaqueros y una camisa y llevaba un abrigo, porque era marzo. Hacía frío y su cabello era largo, le llegaba hasta los hombros, era liso y estaba teñido de negro». Después de la visita, hizo que el FBI creara un retrato que, según ella, se parecía a Johnny.

La madre de Johnny Gosch autoeditó un libro en 2000 que llevaba el título de Why Johnny Can’t Come Home (Por qué Johnny no puede venir a casa). 27 Este libro muestra lo que cree que le pasó su hijo, basándose en la investigación original de varios detectives privados y en esta visita.

El 1 de septiembre de 2006, Noreen informó de que le habían dejado unas fotografías en la puerta de su casa, algunas de las cuales publicó en su página web. Una de estas fotografías, en color, muestra a tres niños atados y amordazados. Noreen Gosch afirma que en otra de esas fotos (esta en blanco y negro) aparece Johnny Gosch con unos 12 años, con la boca amordazada, las manos y los pies atados y una marca –similar a las de ganado– en el hombro. Una tercera foto muestra a un hombre, posiblemente muerto, que puede tener algo atado alrededor del cuello.

Noreen Gosch dijo posteriormente que las dos primeras fotos tenían su origen en un sitio web de pornografía infantil.

El 13 de septiembre de 2006, llegó a la policía de Des Moines una carta anónima por correo:


Caballeros, alguien ha gastado una broma reprobable a una madre afligida. La foto en cuestión no es de su hijo, sino de tres niños en Tampa, Florida alrededor de 1979-1980, que se desafiaron en un juego de escapismo. Hubo una investigación sobre esa foto, realizada por la Oficina del Sheriff del Condado de Hillsborough (FL). No se presentaron cargos y no se estableció ningún delito. El detective principal del caso se llamaba Zalva. Esta acusación debería ser fácil de verificar.

Nelson Zalva, que trabajó para la Oficina del Sheriff del Condado de Hillsborough, Florida, en la década de 1970, dijo que los detalles de la carta eran ciertos y agrega que también investigó la foto en blanco y negro en «1978 o 1979», antes de la desaparición de Johnny Gosch. 32Cuando se le pidió algo que probara que esta foto era de hecho la misma que él había visto años antes, Zalva no pudo aportar nada. Noreen Gosch sigue creyendo que las imágenes son de su hijo.

Interés nacional

El caso generó un interés nacional cuando Noreen Gosch comenzó a hablar cada vez más acerca de la inadecuación de la investigación policial de los casos de niños desaparecidos. en 1982 creó la Fundación Johnny Gosch, a través de la cual visitó escuelas y habló en seminarios sobre el modus operandi de los depredadores sexuales. Noreen presionó en favor de la «The Johnny Gosch Bill», la propuesto de ley Johnny Gosch, que proponía reformar la legalidad estatal exigiendo una respuesta policial inmediata a las denuncias de niños desaparecidos. 34El proyecto de ley se convirtió finalmente en ley en Iowa en 1984, y algo después se aprobaron leyes similares o idénticas en Missouri y otros siete Estados.

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La imagen de los niños desaparecidos estuvo en todos los cartones de leche

En agosto de 1984, Noreen Gosch testificó en las audiencias del Senado sobre crimen organizado, donde habló de «pedofilia organizada» y su presunto papel en el secuestro de su hijo. Noreen comenzó a recibir amenazas de muerte.36También testificó ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que posteriormente proporcionó 10 millones de dólares para establecer el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados. Noreen fue invitada a la Casa Blanca por el presidente Ronald Reagan para la ceremonia de inauguración.

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El identikit de los sospechosos que habrían hablado con el niño el último día que sus amigos lo vieron en la calle

Las acusaciones de Paul Bonacci

En 1989, Paul Bonacci le dijo a su abogado, John DeCamp, que cuando era adolescente había sido secuestrado por una red de pedofilia en la que también estaba Johnny Gosch, y que fue obligado a participar en el secuestro de este.

El padre de Johnny, John Gosch, se encontró con Bonacci y creyó que decía la verdad. Posteriormente, Noreen también lo conoció y afirmó que Bonacci le dijo cosas que «solo podía saber si había hablado con su hijo».37Paul Bonacci dijo que Johnny tenía una marca de nacimiento en el pecho, una cicatriz en la lengua y una cicatriz en la parte inferior de la pierna; aunque la descripción de la marca de nacimiento ya había sido ampliamente difundida, la información sobre las cicatrices no se había hecho pública nunca. Bonacci también dijo que cuando Johnny se enfadaba le salía una tartamudez.38A pesar de estos datos, el FBI y la policía local no creyeron que Bonacci fuese un testigo creíble en el caso y nunca lo entrevistaron.

Bonacci acusó a Lawrence E. King, el director del Franklin Credit Union en Omaha, Nebraska, de dirigir una red de prostitución de menores y de haber abusado de él siendo menor.

En 1990, un gran jurado del condado se negó a acusar a King, y consideró que las acusaciones eran «una patraña cuidadosamente elaborada». Paul Bonacci y Alisha Owen fueron acusados de perjurio por la fiscalía. Un gran jurado federal se negó a procesar a nadie por prostitución infantil, pero sí devolvió las acusaciones contra Owen (por perjurio) y contra King (por fraude relacionado con el Franklin Credit Union). Robbins, William (July 29, 1990).

El 27 de febrero de 1999, el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito de Nebraska, otorgó a Paul Bonacci una compensación de 1 millón de dólares por daños y perjuicios. Bonacci había demandado a Lawrence King, quien no respondió a la demanda civil. Por lo tanto, se emitió un fallo por falta de comparecencia contra King, quien cesó su intento de apelación a principios de 2000. /Criminalia