Almeyda y su familia ya recibieron la vacuna en los Estados Unidos; sus padres, en Azul, no tuvieron esa fortuna. “Si me detengo a contar cómo estaba internada mi mamá mientras mi papá se moría... es para llorar realmente. Ella estuvo una semana con agua fría. Le cambiaron las sábanas solo una vez. Y no es culpa de los médicos, ellos hicieron lo que pudieron”, narró.
El entrenador de 47 años explicó en la entrevista que empezó a investigar si podía comprar 30 mil vacunas para enviarlas a Azul.
Personas que trabajan para él se contactaron con el laboratorio Johnson & Johnson, pero recibieron una respuesta negativa: “Ellos solo trabajan con países. Por ahora no las venden a los privados. Yo sigo investigando mientras tanto y me pongo a disposición más allá de lo político; no estoy interesado en hacer negocios”.
“Los laboratorios tienen buena predisposición. Yo llamé a Johnson & Johnson porque es una sola dosis. Llegamos hasta ahí, ellos por ahora solo tienen contactos con los países. Como iniciativa fue algo muy lindo, pero no se pudo hacer. Yo sé que hay muchos actores, futbolistas, tenistas y jugadores de básquet que ayudarían si se pudieran conseguir de manera privada”, cerró. /TN