Versiones opuestas, rastros de sangre y viejas rencillas alimentan hipótesis en torno al femicidio de Los Bulacio

Martes 07 de Septiembre de 2021, 06:34

EL HALLAZGO. En este cañaveral se encontró el cuerpo de Ana María Carrizo, con señales de haber sido golpeada hasta la muerte.



El fiscal Carlos Sale quedó a cargo de la investigación para dilucidar quién o quiénes acabaron con la vida de Ana María Carrizo, cuya desaparición el jueves pasado, se convirtió en las últimas horas en un nuevo caso de femicidio en Tucumán.

Por lo pronto, las primeras miradas del investigador se posaron en Alberto Díaz, ex esposo de la mujer, con quien compartía la vivienda que habitaba en Los Bulacio, y también en Raúl Salas, con quien había entablado meses antes una relación sentimental.

Ambos dieron versiones contradictorias. Dïaz aseguró que su ex esposa salió de la casa a la tarde y nunca regreso, mientras que Salas afirmó que salieron a cenar y luego la dejó de vuelta en la vivienda, asegurándose que hab{ia entrado sin problemas antes de irse.

Las casas de ambos fueron allanadas y se les secuestraron los celulares. Luego, en otras medidas complementarias, una perra rastreadora guió a los presquisas hacia la camioneta de salas, donde encontraron una bolsa conteniendo ropa que tendría manchas de sangre.

También hallaron rastros que serían de sangre en varios puntos de la vivienda que Díaz compartía con su ex esposa, con quien según trascendió, habría mantenido una larga disputa por la venta de una propiedad.

Por el momento, ambos seguirán en libertad, aunque seguidos de cerca por una consigna policial permanente.

El cuerpo de Ana María estaba en un avanzado estado de descomposición, lo que impidió que el médico legista pudiera establecer las causas de la muerte, por lo que habrá que esperar el resultado de la autopsia para determinar con claridad cómo murió.