Los mensajes contradictorios de los talibanes: reivindican los ataques suicidas contra las tropas norteamericanas mientras buscan acercarse a Estados Unidos

Martes 19 de Octubre de 2021, 17:09

Un miliciano talibán patrulla en las calles de Kabul



Los talibanes lanzan la piedra y esconden la mano en un nuevo intento por revincularse con Washington y la comunidad internacional tras la caótica salida de las tropas norteamericanas de Kabul a fines de agosto.

Mientras el gobierno islámico anunció este martes que espera mantener una “buena sintonía” con el nuevo enviado especial de la Casa Blanca, Thomas West, el ministerio del Interior afgano rindió homenaje a los milicianos suicidas que atacaron al ejército norteamericano en los últimos años y prometió dinero y tierras a sus familias.

El ministro del Interior interino, Sirajuddin Haqqani, ofreció una recompensa a decenas de familiares de los atacantes suicidas reunidos en un hotel en Kabul, según tuiteó el vocero del ministerio, Saeed Khosty.

En su discurso, Haqqani elogió los sacrificios de los “mártires y fedayín’’, los combatientes muertos en ataques suicidas, tuiteó Khosty. Haqqani los llamó “héroes del islam y el país’’, según el portavoz.

Un milciano talibán custodia las calles de Kabul  Foto: EFE)
Un milciano talibán custodia las calles de Kabul Foto: EFE)

El actual ministro del Interior es el líder de la temida red Haqqani, a la que se atribuyen algunos de los atentados más sangrientos del país. Esta organización fue incluida en la lista de sanciones del Consejo de Seguridad en 2007 por su presunta asociación con el grupo terrorista Al-Qaeda.

Tras la reunión, el ministro entregó ropas y 10.000 afganis (112 dólares) a cada familia y les prometió una parcela a cada una. Khosty publicó fotos de Haqqani, con el rostro borroso, abrazando a los familiares en un auditorio repleto.

Los talibanes buscan reabrir el canal de diálogo con el mundo

Este acto se realizó en momentos en que los talibanes buscan abrir canales diplomáticos hacia una comunidad internacional en gran medida renuente a reconocer su régimen en Afganistán.

Analistas creen que la promesa de recompensas por los ataques suicidas es una señal de posiciones encontradas dentro de la conducción. Tratan de presentarse como gobernantes responsables, prometen seguridad para todos y condenan los ataques suicidas perpetrados por sus rivales, pero los elogian cuando los cometen sus seguidores.

Los talibanes utilizaron los ataques suicidas y las explosiones en los caminos para desgastar a las fuerzas afganas y estadounidenses durante los 20 años de insurgencia.

El intento de los talibanes de acercarse a Washington

En tanto, el Gobierno interino de los talibanes anunció este martes que espera mantener la buena sintonía con el nuevo enviado especial de Estados Unidos, Thomas West, hasta ahora número dos de su predecesor, Zalmay Khalilzad, que abandona el puesto.


”Somos optimistas acerca de seguir adelante con el nuevo representante Tom West. La plena implementación del acuerdo de Doha normalizará las relaciones entre ambos gobiernos”, afirmó en Twitter el portavoz del Ministerio de Exteriores afgano, Qahar Balkhi.

El artífice de ese acuerdo de Doha fue Khalilzad, que formalizó el documento con los talibanes en febrero de 2020, poniendo así fecha a la retirada final de las tropas estadounidenses de Afganistán después de veinte años de conflicto.

Balkhi dijo que bajo el “liderazgo” de Khalilzad “durante dos administraciones estadounidenses”, los talibanes asistieron a “un buen progreso en las negociaciones” que culminaron con la salida definitiva de Estados Unidos poco antes de la medianoche del 31 de agosto. /TN