“¿Cuánto vale esto?”: Alperovich, su hija Sarita y su yerno Pablo Zeitune intentaron que el padre de la víctima la convenciera de retirar la denuncia por múltiples abusos sexuales y violación

Domingo 08 de Mayo de 2022, 10:18

José Alperovich, Sarita Alperovich y Pablo Zeitune



Según se relata en la resolución del juez, apenas se enteró de la denuncia por abusos sexuales en su contra, José Alperovich se comunicó con el tío de la joven y le habría preguntado “¿cuánto vale esto?” en alusión a un posible acuerdo económico. También habría intervenido, sin éxito, una hija del ex gobernador y hasta su yerno (Pablo Zeitune), quienes intentaron comunicarse con el padre de M.F.L., escribe en Infobae el periodista Omar Lavieri, quien tuvo acceso a la resolución completa del procesamiento del ex gobernador.

En el procesamiento, la víctima explica que, luego de que se conociera la denuncia por abuso, hubo contactos entre la familia de Alperovich y la suya. La mujer contó que el ex gobernador llamó a un primo y le ofreció una solución monetaria para evitar que el caso penal creciera. También quedó asentado en la declaración que contemporáneamente con la oferta que hizo Alperovich, su hija -amiga de la víctima-intentó llamar al primo del ex senador y padre de la denunciante para que intercediera. El yerno de Alperovich hizo gestiones en el mismo sentido. Todos fracasaron. El poder del dinero -que en el caso de la familia Alperovich es mucho- no surtió efecto en esa oportunidad.

Según consta en el procesamiento, al declarar en indagatoria, Alperovich utilizó la misma estrategia que casi todos los imputados por abuso sexual. Dijo que la víctima había mentido y culpó a un entramado político tucumano del armado de la acusación en su contra. Habló de su “honor mancillado”.

Alperovich dijo que sus abogados defensores le habían dicho -en virtud de su experiencia en materia penal- algo que sucede en casos de abuso sexual: “Que se había comprobado que muchas mujeres mienten por distintas circunstancias: venganza, revancha, intereses espurios, odio, conveniencia, búsqueda de protagonismo, intentos de obtener ventajas económicas y otros oscuros designios”.

Además de arrogarse un rol superior en el vínculo –la víctima contó que él le decía que ella estaba segura a su lado y que trabajando para él podía sentir y ver el poder que detentaba, no solo en la Provincia de Tucumán sino en el país, y que debía valorar que él hubiese decidido tenerla a su lado trabajando como su asistente personal-, uno de los argumentos que Alperovich utilizó para intentar desestimar los argumentos en su contra fue que se trataba de una persona de suma confianza y tenía múltiples tareas que desempeñaba sin problemas.

Justamente, una de esas asignaciones muestra otra de las características de la prebenda política extendida por todo el país. Dijo Alperovich que le había ordenado a su contador que le diera a la víctima la plata que ella pidiera para repartirla entre los dirigentes involucrados en la campaña electoral de 2017. El hombre poderoso y millonario que reparte dinero entre sus filas aparece también en el perfil de Alperovich que se puede reconstruir a partir de los retazos que muestra la fría letra del procesamiento.

En esas descripciones, además, asoma un hombre grosero, tanto en su discurso como en su conducta. Se cuenta que no tenía pruritos en hacer chistes de mal gusto o comentarios subidos de tono delante de quien fuera. Podía estar rodeado de asistentes, custodios, choferes y amigos sin que eso evitara que dijera por ejemplo ante una mujer que le pedía una foto, frases como “querés chapar conmigo, culiar conmigo”. En el relato de la víctima también se señala que Alperovich la manoseaba a la vista de sus colaboradores. El grosero había pasado, tal como lo describe la víctima, a la instancia de abusador.

En el procesamiento de Alperovich no aparece ninguna referencia a millonarios depósitos resguardados en un paraíso fiscal con arenas blancas caribeñas. Es el único detalle que falta para completar el perfil imaginado por los guionistas de cine y series que quieran contar la historia de un poderoso señor feudal de una pequeña provincia de un país de América Latina, procesado por abuso sexual. /Infobae