La nueva traza de la ruta nacional 38 se volvió un peligro en los accesos a las ciudades del sur tucumano

Domingo 03 de Julio de 2022, 08:11

SALIDA PELIGROSA. El derivador de tránsito desde la nueva traza de la ruta 38 hacia Concepción es uno de los puntos elegidos por los asaltantes para atacar a pedradas a los automóviles.



La nueva traza de la ruta nacional 38 fue un alivio para los habitantes del sur de la provincia, cansados de jugarse la vida en la que alguna vez se llamó "la ruta de la muerte", pero la inseguridad se está encargando de desdibujar esa sensación.

Sucede que los derivadores de tránsito que conectan la autivía con las principales ciudades se convirtiron en los sectores elegidos por los delincuentes para atacar a los automovilistas, especialmente de noche, valiéndose de la oscuridad que los envuelve.
Solamente el acceso a Aguilares cuenta con alumbrado, mientras que las salidas hacia Monteros, Concepción y Alberdi son tramos serpenteantes, que hasta son difíciles de divisar para quienes no están habituados a transitarlos en forma cotidiana.

Y entre los que lo hacen a diario, hay cada vez más conductores que tienen alguna anécdota desagradable que narrar, como víctimas de los delincuentes que apedrean los autos para obligarlos a detenerse y así poder asaltarlos.

Nicolás Abrahám, de Concepción es uno de ellos. Una noche, volviendo con su familia de Termas de Río Homdo, resultó lacerado por ls astillas que saltaron de su parabrisas, aunque la piedra que le arrojaron no alcanzó a ingresar al habitáculo.

Fue tal el terror que invadió a su esposa y a sus tres hijos que, tras controlar a duras penas el rodado, decidió seguir su camino hacua su casa, sin desviarse para hacer la denuncia policial, agradecido de haber salido con vida y sin ser abordado por los malvivientes.

A Marcos Díaz, transportista, le ocurrió algo similar en la salida a Monteros, aunque aclaró que sabe, por contactos con sus colegas, que escenas similares se vieron en otros sectores de la nueva traza de la ruta 38 además de en los derivadores.

Para el conductor, la falta de iluminación y la escasa presencia policial son el caldo de cultivo de una modalidad de asalto que representa un grave peligro, porque una piedra en el parabrisas de un vehículo en movimento puede terminar ocasionando una tragedia.

Seguramente pocos de los que se exponen a diario a estos ataques saben que desde 2016, una resolución de la Legislatura le impone al poder ejecutivo la obligación de gestionar ante las autoridades viales de la nación la instlación de luminarias en las salidas.

En el caso de Concepción por ejemplo, iluminar la concexión con la ruta nacional implica hacer lo propio con los 3 kilómetros de la avenida del Bicentenario, ya que esa es la distancia que se alejó la nueva traza respecto de la vieja, ahora ruta provincial 301.

Este miunicipio y los otros que aún no cuentan con el alumbrado, no están en condiciones de encarar esas obras sin asistencia, lo que aleja la posibilidad de que la situación, potencialmente peligrosa para los automovilistas, se solucione en el corto plazo.