Domingo 11 de Septiembre de 2022, 11:46
La de
Manu y
Many es una historia de esas que a muchos les gustaría vivir.
El hilo que los tiene unidos desde hace 25 años podría definirse con una palabra: coincidir. Los dos, curiosamente, nacieron el mismo día: 28 de julio (con diferencia de 4 años: él en 1977 y ella en 1981). A los dos se los conoce más por el apodo que por sus nombres reales:
Emanuel y
Marianela. Los dos están atravesados por el básquet: él por la historia que se transformó en leyenda y que este sábado será coronada en el Salón de la Fama, y ella porque su padre,
Luis Oroño, gloria de ese deporte en la Argentina. ¿Falta algo? Sí: la increíble coincidencia (obvio) del día en que se conocieron.
Domingo 28 de septiembre de 1997. Ese día, pero por la noche, Estudiantes visitaba a Regatas, en San Nicolás, por la Liga Nacional de Básquetbol. Al equipo local lo dirigía nada menos que
Sergio “Oveja” Hernández, mientras que en el de
Bahía Blanca jugaba el novato
Emanuel Ginóbili, entonces de exactos 20 años y dos meses de edad.
Manu Ginóbili y la tarde que conoció a Many en la casa de Sergio “Oveja” HernándezPor la noche, lo escrito, el partido (aunque eso no sería todo). Pero por la tarde, en el departamento 3°A de la calle Guardias Nacional 97 de San Nicolás, dirección donde vivía
Sergio Hernández, hubo una reunión en la que estuvieron el
“Oveja”, la que entonces era su mujer,
Elizabeth “Lichi” Cane, el exjugador de Regatas
Diego Casemayor, Marianela Oroño, Claudia Montecchiari y
María Eugenia (amigas de la dueña de casa), y los hermanos
Sebastián y
Emanuel Ginóbili.
La reunión fue promovida por
“Lichi”, la Celestina. Ella, nacida en Bahía como
Manu, conocía a la perfección a los
Ginóbili, que ya daban que hablar por su talento con la pelota anaranjada. Y conocía a
Many (en ese tiempo tenía 16 años), hija de sus amigos, los
Oroño. Entonces
los imaginó como una linda pareja y los invitó a su casa. La tarde transcurrió entre mates, charlas, risas y
un flechazo: el que Manu sintió cuando vio a Many, nacida en Las Parejas e hija de
Luis Oroño, ex jugador de la Selección Argentina de Básquet y entrenador.
Manu Ginóbili y Many Oroño el día que se conocieron en San Nicolás. Desde entonces llevan 25 años juntos (Crédito: lanueva.com).
El partido, la bronca del “Oveja” y la cena en la que Manu y Many no pararon de mirarseSegún reporta el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca, la ciudad de la que
“Manu” es oriundo, esa noche él estuvo intratable: 31 puntos totales y un triple decisivo para que Estudiantes le gane a Regatas por 95 a 94.
Sergio Hernández, entrenador del equipo derrotado, se fue a su casa en llamas por el resultado y recordó lo que pasó después:
“Llegué a casa con una calentura que volaba. Pero zafé, porque Claudia (Montecchiari) invitó a cenar a Marianela al mismo lugar donde estaban los jugadores y ella (Many), que andaba medio embelesada con Manu, ni dudó. En ese momento pensé: gracias a Dios que se van todos; quería internarme en el Paraná”.
Y
Diego Casemayor, uno de los que estuvo la tarde en la que
Manu Ginóbili y
Many Oroño se conocieron, contó en diálogo con TN lo que recuerda de aquel momento:
“Fue en la casa de Sergio Hernández, en San Nicolás, donde nos reunimos. Es que por entonces y también ahora, en el básquet de interior nos conocíamos todos y éramos amigos. En lo particular, yo vivía a media cuadra del departamento del “Oveja” y mi mujer (Romina Cejas) era amiga de Lichi, la que era la esposa de Sergio, y Many siempre se juntaba con ellas para ir a los partidos y bueno, en una de esas le presentaron a Manu”.
De aquella cena ambos se fueron sin saber muchas cosas, fundamentalmente, cuándo volverían a verse, pero sabiendo con claridad una: que se habían enamorado.
El pedido de Manu a su DT para quedarse en San Nicolás para declararle su amor a Many
Como Marianela vivía con su mamá en la casa de su abuela en La Emilia y Emanuel Ginóbili en Bahía Blanca, se hablaban por teléfono. Así por cuatro meses, hasta que en la siguiente visita de Estudiantes a San Nicolás, el 31 de enero de 1998, Manu le pidió permiso al técnico Daniel Rodríguez para quedarse dos días más en lugar de volver con el resto del plantel, tiempo que dedicó a pasar con Many Oroño en lo que fueron las primeras horas de un noviazgo que poco después afrontó un momento clave: Manu fue traspasado al Viola Reggio Calabria de Italia y eso puso a prueba una relación a la que la distancia se le hizo insoportable, por lo que una temporada después, una vez que ella terminó el colegio secundario, se decidió a irse con él y se volvieron inseparables.
Many Oroño y Manu Ginóbili llevan 25 años juntos.
El casamiento de Manu, ya toda una estrella de la NBA, con Many Oroño y la llegada de los hijos
Sábado 10 de julio de 2004. Un día después de haber arreglado un contrato de 52 millones de dólares por seis temporadas para continuar con San Antonio Spurs, Manu y Marianela se casaron en el club Argentino de Bahía Blanca, en una ceremonia a la que asistieron familiares y compañeros de la Selección argentina (Fabricio Oberto, Gabriel Fernández, Juan Ignacio “Pepe” Sánchez y Alejandro Montecchia). La boda, en tanto, fue bendecida por el padre Horacio Fuhr y apadrinada por Jorge Ginóbili y Raquel Maccari (los padres de Manu), Luis y Analía Oroño (los padres de Many).
Ya afincados en Texas, donde Manu jugó para los San Antonio Spurs de 2002 a 2018, Many se dedicó a estudiar inglés, idioma que maneja a la perfección, a colaborar con fundaciones que rescatan perror de la calle y a los tres hijos con los que formaron su familia: los primeros dos fueron los mellizos Dante y Nicola, nacidos el 16 de mayo de 2010, mientras que cuatro años después, el 21 de abril de 2014, nació Luca, el tercero de la dinastía.
La familia Ginóbili: Manu, Many y sus tres hijos, los mellizos Dante y Nicola, y Luca.
Ciru, Mate, Apia y Pipa, los otros integrantes de la familia Ginóbili
Tres perros que rescataron de la calle, Ciru, Mate y Pipa, más una gata, Apia, que, dice Marianela, siempre la hace sentir observada, son los otros “mimados” de la casa donde viven los Ginóbili. Many es una fuerte impulsora de la adopción de animales y en sus redes publica permanentes mensajes en busca de adoptantes, además de bromear con sus mascotas, quienes son parte fundamental de la familia.