Una boda soñada y un asesino serial invitado: el DJ cortó la música por una nena perdida y todo fue tragedia

Sábado 01 de Octubre de 2022, 15:19

La chiquita desapareció en 2017 en plena noche, en medio de un casamiento. En 2022, Nordahl Lelandais, un exmilitar y pedófilo, fue condenado por el crimen que conmocionó Francia



Era cerca de las 2:45 de la madrugada del 27 de agosto de 2017 cuando el DJ interrumpió la música: “¿dónde está la pequeña Maëlys?”. Esta pregunta quedó sin respuesta durante seis meses, hasta que la gendarmería encontró “la casi totalidad” de su cuerpo en una zona boscosa del este de Francia. Fue después de la confesión de su asesino: Nordahl Lelandais.

Tanto la víctima como el agresor habían participado de la misma boda, la de Eddy y Anne Laure, en un salón de fiestas de la pequeña localidad de Pont-de-Beauvoisin. El verano tocaba a su fin y era una noche calurosa, ideal para la fiesta y el deleite de los 180 invitados.

El asesino, un invitado de último momento

Lelandais no era uno de ellos, al menos no oficialmente. Conocía al novio desde chico y, siguiendo las costumbres, había sido convidado al igual que otros habitantes del lugar a un brindis a la salida de la iglesia. El día antes de la boda, Lelandais llamó al novio para preguntar si podía sumarse a la fiesta.

Maelys de Araujo, de 8 años, fue asesinada en 2017 por Nordahl Lelandais. (Foto: AFP).
Maelys de Araujo, de 8 años, fue asesinada en 2017 por Nordahl Lelandais. (Foto: AFP).

Aunque hacía años que no lo veía, Eddy le dijo que sí, que venga para el postre. “Nono”, como lo llamaban, era “una persona jovial, bonachona, a la que le gustaba la fiesta y que se integraba fácilmente a un grupo”, dijo luego la novia. Este exmilitar que había sido dado de baja por mal comportamiento era también conocido en la zona por consumir y vender cocaína. En ese momento no lo sabía, pero Eddy “había dejado entrar el lobo al redil”, como declaró con ira meses después en el juicio.

Nordahl Lelandais, el exmilitar condenado por el crimen de Maelys de Araujo. (Foto: Facebook).
Nordahl Lelandais, el exmilitar condenado por el crimen de Maelys de Araujo. (Foto: Facebook).

Lelandais cayó cerca de la una de la mañana. Durante la fiesta, muchas personas vieron a este entrenador de perros charlar con la pequeña Maëlys en la sala donde jugaban los niños. Compartían una pasión por las mascotas y el hombre le había mostrado fotos de sus perros en su celular. Algunos invitados lo vieron después jugar a la pelota con la nena.

Pero cuando los padres de Maëlys, Joachim y Jennifer de Araujo, se dieron cuenta de que su hija no aparecía por ningún lado, la fiesta tomó un giro trágico. Los invitados comenzaron a buscar a Maëlys por toda la zona. La mamá de Maëlys contó en un libro que “su intuición” le hizo apuntar enseguida al “hombre de los perros”. Poco después de las tres, se lo cruzó cuando Lelandais volvía del estacionamiento.

-”¿No viste a Maëlys?”, le preguntó.

-”No, no la vi”, contestó Lelandais, “con aires de superioridad y de fastidio”.

Según una reconstrucción de los hechos del sitio Franceinfo, Lelandais no participó de la búsqueda de la nena. Lo vieron vomitar en el baño e irse poco antes de las 4 de la mañana, cuando llegaron los gendarmes.

Pronto, las sospechas se dirigieron hacia el exmilitar de 39 años y cinco días después de la desaparición de la nena, fue interrogado por primera vez.
Una silueta blanca en el asiento del copiloto

Las cámaras de seguridad de la localidad lo habían grabado mientras circulaba en su auto en medio de la noche hacia la localidad vecina de Domessin, donde viven sus padres. Un viaje de menos de diez minutos en auto. En el asiento del copiloto, se podía ver una pequeña silueta blanca.

A las 2:55, otra cámara captó el vehículo cuando se dirigía hacia una vía férrea, a unos dos kilómetros de allí. A las 3:09, lo grabaron en el camino del regreso. No se veía a nadie más en el auto.

Una mancha de sangre en el baúl, la prueba que lo llevó a confesar el asesinato de Maëlys

A las 3.25, su celular, que había puesto en modo avión, volvió a ser activado en el pueblo de Pont-de-Beauvoisin. Ante los investigadores, Nordahl Lelandais dijo que se ausentó de la fiesta para volver a su casa porque se había manchado su short blanco con vino. También justificó sus viajes por su tráfico de cocaína.

Durante meses, Lelandais negó cualquier implicación en el crimen. Hasta que los forenses descubrieron finalmente una mancha de sangre de Maëlys en el baúl de su auto. Lelandais, que en el medio fue acusado del asesinato y la desaparición de un militar que hacía dedo -el caporal Arthur Noyer-, confesó que “mató sin querer a la niñita”.


Nordahl Lelandais, de short blancos, en la boda donde secuestró y mató a Maeëlys de Araujo. (Foto: gentileza Paris Match).

Según la versión que dio a los investigadores, Lelandais dijo que Maëlys le pidió ir a ver sus perros. Pero la niña de 8 años habría empezado a llorar en el auto y él le habría dado “tres o cuatro golpes” violentos en la cabeza.

Luego, habría dejado su cuerpo cerca de las vías del tren, ido a su casa para cambiar su ropa manchada con sangre y volvió a la fiesta para fabricarse “una coartada”. Horas después fue a buscar el cuerpo de Maëlys y lo enterró en posición fetal en una zona montañosa ubicada a unos 10 kilómetros de allí.

El crimen de Maëlys, ¿un ataque sexual?

Los padres de Maëlys están convencidos de que Lelandais violó o intentó abusar de su hija. Durante la investigación, la policía encontró en su celular videos en los que se lo veía al exmilitar abusar de dos primitas de 4 y 6 años. Habría sido unas semanas antes del crimen de Maëlys. Otra prima, de 14 años, dijo luego que Lelandais la manoseó en el día del funeral de su padre.

Aunque la sospecha de un móvil sexual sobrevoló todo el caso, el estado de descomposición del cuerpo de Maëlys no permitió comprobar si fue o no víctima de un abuso.

Un dibujo de Nordahl Lelandais durante el juicio en el que fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de Maëlys de Araujo. (Foto: AFP/Benoit Peyrucq)..
Un dibujo de Nordahl Lelandais durante el juicio en el que fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de Maëlys de Araujo. (Foto: AFP/Benoit Peyrucq).

En el primer día de su juicio, Lelandais pidió disculpas a la familia Araujo. “Maté a Maëlys, pero fue sin querer”, les dijo. Luego, en el transcurso de las audiencias, reconoció que era “culpable de todos los hechos que se le imputaban”, es decir, reconoció que secuestró y asesinó a Maëlys y además que tenía “inclinaciones pedófilas”.

Sin embargo, Lelandais insistió en que “no tuvo deseos sexuales con Maëlys”, sino que sintió una “pulsión asesina” y padeció alucinaciones en las que veía en la cara de la niña el rostro de Arthur Noyer, que había matado a golpes meses antes.

“Toda mi vida tendré vergüenza, remordimiento y culpa por ello”, agregó.

El perfil psicológico de Lelandais

Los expertos que desfilaron ante el tribunal no le creyeron. Según ellos, el exmilitar “no es psicótico”, ni “esquizofrénico”. Tampoco tenía alucinaciones. Abogaron por una “manipulación consciente” de un hombre “pervertido”. En los medios, algunas exnovias lo describieron como “manipulador” y “violento”.

Tras tres semanas de juicio y siete horas de deliberación de los jueces, Lelandais fue condenado en febrero de 2022 a la cadena perpetua y a la obligación de seguir un tratamiento psicológico.

Su abogado, Alain Jakubowicz anunció que no iba a apelar para evitar que se prolongue el “calvario” de la familia de Maëlys.

Afuera, el padre de Maëlys, Joachim de Araujo, declaró con tristeza que “nunca conocerán la verdad” sobre los últimos instantes de vida de su hija.

Una boda soñada y un asesino serial invitado: el DJ cortó la música por una nena perdida y todo fue tragedia

“No sabemos realmente cómo murió Maëlys. Nunca lo sabremos, solo su asesino lo sabe. Está condenado y espero que reflexione profundamente sobre todo lo que ha hecho y lo que nos hizo sufrir”‚ agregó la mamá de Maëlys, Jennifer de Araujo.

La familia también expresó su conformidad con el veredicto. “Cadena perpetua es a los que estamos condenados nosotros, que no tenemos más a Maëlys”, dijo la mujer, con un retrato de su hija en brazos.

“Nordahl Lelandais ya no podrá hacerle daño a nadie, era nuestro objetivo para homenajear a nuestra hija”, sostuvo. “Nos gustaría que fuera olvidado Lelandais y que Maëlys estuviera en el corazón de los franceses. Que nunca la olvidemos”, imploró Jennifer de Araujo.

Sin embargo, el preso volvió a ser noticia en abril, cuando lo sorprendieron mientras tenía sexo con una mujer que lo visitó en la cárcel tras mantener una abundante correspondencia. También se investiga su posible participación en varios “cold cases” de desapariciones de personas de la zona.

A principio de septiembre, Lelandais fue trasladado a la cárcel de Ensisheim, en el Este de Francia, una prisión para detenidos con condenas largas y por las que pasaron varios asesinos seriales franceses, como los pedófilos Michel Fourniret y Emile Louis. /TN