Tras la gran repercusión que tuvo en Twitter, el joven charló con los medios y contó todos los detalles de la historia que se hizo viral.
“A Amaia la conocí en El Hornocal. Yo estaba con amigos y nos estábamos sacando fotos, cuando de repente escuché su acento y me llamó la atención. Me volteé, la vi y el cerro que estaba viendo quedó en segundo plano. Me quedé boquiabierto”, relató sobre el momento en el que se la cruzó por primera vez.Luego, Matias se la volvió a cruzar en un segundo mirador y al decirle a un amigo que era ‘muy bonita’, este último lo puso a prueba diciéndole: ‘¿A qué no te sacás una foto con ella?’.
“Junté aire y fuerza, me acerco y me pide si le podíamos sacar una foto, acepto y cuando le voy a dar el celular, le pregunté si podíamos sacarnos una foto. Pero ella entendió que era con sus tres amigas”, recordó de esa tensa pero a la vez divertida situación.
Acto seguido, continuó: “Cuando se estaba yendo, le pregunté: ‘Disculpa que sea molesto, pero… ¿me podría sacar una foto con vos?’, y ella accedió con un ‘sí’ medio tímido y riéndose. Y cuando nos tomamos la foto, un hombre gritó de lejos: ‘Ya ganao’”.
Tras las postales, ella y sus amigas les contaron cómo se llamaban pero todo quedó ahí, no se intercambiaron sus redes sociales para seguir en contacto.
Pasaron los días y el joven señaló: “Al volver, dije: ‘¡Qué tarado que soy! Podría haberle pedido el instagram’. Busqué su nombre en las redes pero no pude encontrarla. Entonces, dije: el ‘no’ ya lo tengo, ahora vamos por el ‘sí’, y publicó el tuit, pensando en cuántas personas se conocieron por internet y formaron una relación”.
Lo cierto es que todavía no pudo comunicarse con ella. Aunque no baja los brazos:
“Ojalá se entere, quizás terminemos siendo amigos o quién sabe. Obviamente me gustaría que tenga un final feliz esta historia”.
/Los Primeros