“Violación o muerte”, decía una y otra vez mientras la tenía
tendida sobre un charco de sangre en su propiedad. Inmóvil y casi al
borde de la muerte, una docente pelea por su vida. Él vociferaba
amenazas y realizaba ademanes con un cuchillo, de lesionarla
mortalmente.
Eran las 23.30 de antenoche,
cuando
Verónica Sayago de 31 años se encontraba en su domicilio del
barrio Las Malvinas de la ciudad de Añatuya —departamento General
Taboada— en la vecina provincia de
Santiago del Estero, estaba sentada en la vereda de su casa junto a su sobrino.
En
ese momento, pasó por el lugar un sujeto de apellido Páez conocido como
“Futo”. El vecino se movilizaba a bordo de una bicicleta y de manera
imprevista, le propinó un puntapié a la silla donde estaba sentado el
menor. Ante la situación y para evitar incidentes, el padre de la
docente le pidió que “no pateara la silla y que se retirara del lugar”.
El sujeto reaccionó de la peor manera.
Agresivo
y fuera de sí, intentó agredir al progenitor de la maestra; por lo que
Sayago se interpuso y sufrió un fuerte golpe en la cabeza por la espalda
con un elemento contundente. La mujer cayó al suelo casi inconsciente y
emanando una gran cantidad de sangre; por lo que el agresor
posteriormente comenzó a propinarle golpes y tomándola de los cabellos
comenzó a arrastrarla.
La llevó cuatro metros e
hizo ingresar a su propiedad. En el lugar, ante la mirada de sus
familiares, el sujeto extrajo de entre sus pertenencias una arma blanca
con la que realizaba el ademán de lesionarla. Mientras vociferaba a los
gritos “violación o muerte”.
Le propinó una
brutal paliza a la damnificada; quien estaba sobre un charco de sangre
en el suelo. La mujer fue rescatada por sus progenitores y en grave
estado de salud fue trasladada al hospital zonal de Añatuya. Los galenos
que la asistieron le realizaron seis puntos de sutura en la cabeza a la
víctima. Además, al practicarle los exámenes médicos pertinentes, se
determinó que presentaba politraumatismo de cráneo y fracturas en las
costillas y en la cabeza. Además, de múltiples hematomas en diversas
partes del cuerpo. La damnificada radicó la denuncia penal
correspondiente en la sede de la Comisaría Comunitaria 41 de Añatuya por
el supuesto delito de lesiones en contra del agresor. En el caso tomó
intervención la Unidad Fiscal de Añatuya a cargo del Dr. Ezequiel
Bustamante, quien dispuso una serie de medidas judiciales a seguir en
las próximas horas por parte de los uniformados.
“No quiero morir”
Verónica
Sayago se recupera día a día de las graves lesiones que el agresor le
causó sin motivo alguno. Mientras la familia del acusado lo defiende y
amenazan a la víctima y a sus familiares; la Justicia inició una
minuciosa investigación sobre el móvil del grave ataque.
En
diálogo con Nuevo Diario, Sayago contó los pormenores de la violenta
agresión que sufrió y remarcó: “Siento mucha impotencia. Estábamos
cenando y de la nada nos atacó. Le decía a mi mamá que ‘los golpes se
sanan; los hematomas se van. Pero el trauma psicológico de que te
arrastraron cuatro metros y casi te matan, no se va nunca’. Cuando me
desperté estaba en su terreno, él —por el agresor— decía ‘violación o
muerte’, mientras me hacía con el cuchillo señas. Los vecinos
intervinieron, sino no iba a estar aquí. Hoy puedo contarlo gracias a
ellos”.
“No quiero que esto se quede así. No
quiero morir. Pensé que me iba a matar. Cuando el médico me examinó, me
dijo que ‘si hacía un poco más de presión en mi cabeza, tocaba el
cerebro y me mataba’. Hoy, gracias a Dios estoy viva”, remarcó la
docente.
Al tiempo que puntualizó:
“Tengo
mucho miedo. Si una vez ya sacó el cuchillo de la nada; esto puede pasar
de nuevo. No quiero morir. No quiero morir, esa es la verdad”. /
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