El alcance de su caso llegó también a primeras marcas deportivas que se pusieron en contacto con la familia para ver cómo podían ayudarlos.
Finalmente, una de ellas, de origen británico, empezará a fabricar “los zapatos más grandes” que haya hecho nunca anteriormente.
Robb Cropp, director de desarrollo de la compañía, reconoce: “Estamos ante un caso extraño, no hay mucha gente en el mundo con ese tamaño. Tenemos que ayudar. Sabemos la importancia del deporte para los niños y su desarrollo”.
Otra marca deportiva también se comprometió a poner su granito de arena.
Max Staiger, jefe de operaciones de básquet asegura que “no hay tamaño de molde para esto, porque es una rareza desde una perspectiva de producción en masa. Lo que haremos se verá y se sentirá como un zapato normal, con solo un pequeño ajuste. Ya hemos hecho esto antes sin problema, porque pagar 1.500 dólares por cualquier par de zapatos es casi una locura, no importa el tamaño que sea”. /TN