Dos espías rusos, con identidades falsas y dos hijos, fueron detenidos en Eslovenia: tenían pasaportes argentinos

Miércoles 29 de Marzo de 2023, 07:31

Los espías rusos tienen pasaportes argentinos y hablan en español, al igual que sus dos pequeños hijos. A sus contactos les dijeron que habían emigrado por la inseguridad.



En lo que parece ser una serie de espionaje ambientada en la guerra fría, una pareja de rusos que se hizo pasar por argentina fue arrestada en Eslovenia.

Se los acusa de ser espías de Rusia. Lo reveló el diario británico The Guardian.

Maria Mayer y Ludwig Gisch llegaron en 2017 a Liubliana, capital eslovena, con sus dos hijos pequeños.

Tenían pasaportes argentinos.

Sus vecinos los definieron como una familia “normal y agradable”.

A sus nuevos amigos les contaron que había emigrado de la Argentina por el aumento de la delincuencia.

Con sus allegados hablaban español e inglés y se disculpaban por no manejan el esloveno.

Incluso, sus hijos se comunicaban entre ellos en castellano.

Se desconoce cómo habían obtenido el pasaporte argentino.

Cómo fue el operativo policial contra una familia rusa con pasaporte argentino en Eslovenia

Pero todo cambio a principios de diciembre. Esa imagen de familia agradable cambió de pronto.

La policía y los servicios de inteligencia realizaron operativos secretos alrededor de la pareja. The Guardian los calificó como las operaciones “mejor coordinadas en la historia reciente de Eslovenia”.

Los agentes irrumpieron en la casa, arrestaron a la pareja y llevaron a los niños a los servicios sociales.

María Mayer había montada una galería en línea (Foto: The Guardian)
María Mayer había montada una galería en línea (Foto: The Guardian)

La policía también allanó una oficina que alquilaba la pareja. En los procedimientos se incautó una “enorme” cantidad de dinero en efectivo.

Los “argentinos” resultaron ser espías rusos de elite

La noticia del arresto se publicó en enero en la prensa local. Allí se vinculó a la pareja con la inteligencia rusa.

Según fuentes eslovenas citadas por The Guardian, “María y Ludwig” son espías rusos de élite conocidos como “ilegales”, un grupo entrenado durante años para insertarse en sociedades de otros países para recopilar información.

Los arrestos se produjeron después de que Eslovenia recibió un aviso de un servicio de inteligencia extranjero.

La canciller eslovena, Tanja Fajon, confirmó que la pareja arrestada no era argentina, sino rusa.

“Los sospechosos son miembros de un servicio de inteligencia extranjero, que utilizaron documentos de identidad extranjeros obtenidos ilegalmente para vivir y trabajar en Eslovenia con identidades falsas y recopilar información en secreto”, dijo el vocero de la policía local, Drago Menegalija.

Dos fuentes citadas por The Guardian dijeron que Mayer y Gisch trabajaban para el servicio de inteligencia exterior SVR de Rusia.

La casa en Lubliana donde vivían Ludwig Gisch, Maria Mayer y sus dos hijos (Foto: The Guardian)
La casa en Lubliana donde vivían Ludwig Gisch, Maria Mayer y sus dos hijos (Foto: The Guardian)

Según el diario, Moscú aceptó que se trataba de dos de sus espías, Por ello, en medio del juicio que se celebra en Eslovenia, se realizan negociaciones secretas para intercambiarlos por personas detenidas en Rusia.

Los espías aprovechaban su fachada para viajar por toda Europa

Eslovenia forma parte de la zona de libre circulación de Schengen, que permite viajar por la mayor parte de Europa sin controles fronterizos. “La mayor parte de su actividad no estaba en Eslovenia”, dijo una fuente citada por el periódico.

Según se sospecha, los fondos secuestrados estaban destinados a pagar a informantes o agentes informales rusos.

La mujer viajaba por Europa con la excusa de promocionar la galería en línea que administraba.

Estuvo en Zurich dos veces y a Londres en varias ocasiones, así como en Edimburgo.

En tanto, Gisch usó un pasaporte argentino que afirmaba que nació en Namibia en 1984, según una copia obtenida por The Guardian.

Dirigía DSM&IT, una empresa que ofrece software para organizar las bandejas de entrada de correo electrónico.

También su trabajo le servía de pantalla para viajar por Europa. /TN