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La actriz tuvo sus años de esplendor en la televisión en los años ochenta, sin embargo decidió alejarse de los medios, vender todo y vivir solamente con lo mínimo e indispensable.
pero que decidieron cambiar de rumbo en sus vidas y ahora su presente es muy diferente.
Este fue el caso de Judith Gabbani, quien en los años ochenta trabajaba como actriz y vedette con Alberto Olmedo y Jorge Porcel. Convivió por más de dos décadas desde sus 38 años con Ovidio García, el histórico exproductor de
A pesar de que gozaba de un cuerpo con curvas impresionantes, un cabello rubio, ojos azules y que los pretendientes no le faltaban, Judith Gabbani siempre supo que no quería casarse ni tener hijos biológicos. A raíz de esta decisión, perdió muchas parejas y cuando quiso adoptar se lo negaron debido a que era soltera.
La exitosa carrera de Judith GabbaniOlga Edith Gabbani, ese es su nombre original, nació en Capital Federal el 12 de abril de 1958, pero vivió durante toda su infancia y adolescencia en Lanús.
Sus primeros trabajos fueron como modelo y luego debutó como actriz en la televisión a los 20 años. Fue parte de telecomedias y novelas como Los Manfredi, Matrimonios y algo más, Las comedias de Darío Vittori, El show de Nito Artaza, La familia Benvenuto, Las gatitas y los ratones de Porcel, No toca botón y Los secretos de papá, Ricos y famosos y Amor en custodia.
También tuvo su trabajo como actriz en la pantalla grande, donde apareció con sus curvas ochentosas, su cuerpo natural y sus diminutas bikinis en varias de las películas de Alberto Olmedo y Jorge Porcel, como Atracción peculiar, Porcel al verde vivo y ¿No es fino? Su última película fue Despertar de pasiones, de Omar Pini, grabada con Luis Luque y Silvia Peyrou en 1994.
El presente de Judith Gabbani
La vida en el presente de Judith Gabbani es muy diferente. Se encuentra alejada completamente de los medios y dejó su gran casa para mudarse a un pequeño departamento en Belgrano, en donde vive tranquilamente con sus tres gatas. Ella misma lo acondicionó y decoró durante la pandemia. También regaló y donó todo lo que no entraba en su nuevo hogar, para tener una vida feliz pocas cosas materiales y apostar por lo simple y necesario para vivir. /
Crónica