Eduardo Costantini: “la crisis va a ocurrir, los riesgos son claros, lo más conveniente es quedarse en dólares”

Domingo 07 de Mayo de 2023, 09:26

Eduardo Costantini



El empresario Eduardo Costantini anticipa una crisis económica en el país y sostiene que “vamos a estar peor antes de estar mejor”, en una entrevista con La Nación. Sus principales definiciones:

- La Argentina es en este momento un país desencontrado, históricamente equivocado en su rumbo, que ha tenido cada vez crisis más seguidas o un estado de desequilibrio continuo y que, ahora, dentro de ese empeoramiento de los últimos, diríamos, 10 años, estamos en una crisis más efervescente, en una divergencia, desequilibrio macro más evidente. Lo que no sabemos es si la economía va a eclosionar antes de fin de año o no.

- Hoy tenemos grandes desequilibrios y también una situación política que empeora la situación general. La política no está dando cuenta de la gravedad de la situación económica y social, y por eso la gente está tan decepcionada. En realidad, si vos ves a la Argentina como nación, lo más pertinente sería que la dirigencia política hiciese una lectura, un diagnóstico de la disfuncionalidad del país y, entonces, tratara de llegar a acuerdos básicos para poner el país en orden. No hay ninguna ley mágica o novedosa, no hay que descubrir algo nuevo para sacar a la Argentina hacia adelante. La Argentina es un país que en lugar de crecer, decrece y va perdiendo el rumbo. No es difícil saber por qué. Somos un país que siempre gasta más de lo que produce, sobre todo el Estado. El Estado está estructuralmente quebrado, siempre el problema son las finanzas del Estado, y eso va acompañado por políticas demagógicas o populistas. También hay otro análisis posible y es que los políticos hacen un negocio con la política.

- Es un país que tiene un nivel de corrupción elevado, una justicia débil y, entonces, hay muchos sectores a los que los beneficia este sistema. Hay un político que habla de la casta política, pero justo me dijo un empresario mendocino que habría que hablar de la casta empresarial, de la casta sindical, o sea, de los distintos sectores a barrer, no todos ni mucho menos, pero hay parte de los sectores que sin duda hacen negocio con el Estado en un nivel muy elevado. Entonces, la política es como un negocio y eso también ayuda a explicar el mayor egocentrismo que existe, donde vos ves ese escenario que se transforma en una competencia ya casi descarrilada entre los distintos sectores, dentro de los mismos partidos, que crea, primero una confusión enorme y, segundo, se aparta a ese acuerdo que requeriría el país para ponerlo en orden. Es como la economía familiar, en el fondo.

- ¿Cómo se sale? Otros países lo han hecho, Israel, España lo han hecho. Es ponerse a la altura de la situación, tener patriotismo y ponerle un techo a las ambiciones personales o a las luchas partidarias. No es muy difícil la receta. Es como la economía familiar, o sea, es poner en orden las finanzas del Estado, significa sacrificios para equilibrarlas, recrear una moneda, bajar inflación y, conforme a eso, veremos cual va a ser el valor del dólar.

- Mientras, va a seguir subiendo, tanto el blue como el contado con liqui, lo que fuere. Claramente está sobrevaluado y lo está por el nivel de disfuncionalidad del país, por la falta de respuesta de la política y por la incertidumbre que te produce el futuro, porque en 2015, por ejemplo, tenías la esperanza primero del cambio de gobierno tras una época larga del kirchnerismo, entonces ya el mercado había descontado el cambio y el dólar empezó a bajar y después, cuando se supo que Juntos por el Cambio podía ganar y se materializó ese triunfo, el dólar bajó, ingresaron dólares y dólares de más, o sea, todo bajo la esperanza de un ordenamiento macroeconómico que no se materializó. Y el plan se abortó más rápido de lo que se pensaba. Entonces, hoy el argentino tiene mucha mayor incertidumbre, ve con mayor dificultad el liderazgo político para que el que gane tome el grip de la situación.

- Vos tenés riquezas minerales, energéticas, agropecuarias. Hay una cantidad de dinero muy importante en el exterior. Si tomás la deuda, en 2015 la deuda externa era muy baja porque no nos prestaban, pero si tomás la deuda global no es algo impagable, no es tan grande. Lo preocupante es la dinámica de esa deuda, porque tenés la deuda, hay un porcentaje grande indexado, y está la deuda de la tesorería y la del Banco Central que es fija, pero tiene una tasa de interés y, para neutralizarla, hay que tener 140% de inflación. El problema es la dinámica y esa dinámica se recrea con la incertidumbre, porque no hay un programa económico consistente que se vincule con las expectativas.

- Creo que Javier Milei es consecuencia de la insatisfacción con la política. No sé qué puede pasar a nivel electoral. Creo, en principio, que el Frente de Todos no va a ganar. En teoría, ganaría Juntos por el Cambio. Después habría que ver qué acuerdos se harían. Milei me parece demasiado simplista, ¿no? Como demasiado revolucionario. Creo que sus propuestas vienen bien porque sacuden y señalan deficiencias. Es mucho más directo, más eufórico, más claro, comunica muy bien y entonces hay gente que dice: ‘vamos con Milei porque patea el tablero y esta gente nos está hundiendo’. Y hacés la lectura de la Argentina y nos estamos hundiendo; entonces se quiere algo fresco, en teoría algo honesto. Es un poco utópico, obviamente. Su ideología es una ideología pro baja del gasto público, de la economía familiar, de ordenar.

- ¿El plan de dolarizar es viable? La moneda es una consecuencia del orden económico. Si tenés desorden económico, podés dolarizar y chocás la calesita. Cuando se dolarizó pero la Argentina no tuvo disciplina fiscal, la economía quebró literalmente, quebró el sector privado y también el sector público. Hoy no hay dólares para dolarizar. O sea, técnicamente tendrías que tener un respaldo, un préstamo financiero del exterior que te permita cambiar los pasivos en pesos, todos los pesos que hay, cambiarlos por dólares. De esa manera podés dolarizar la economía. Hoy eso es decir ‘señor, yo tengo la solución mágica’.

- La inflación es precisamente la dilución del valor monetario. La inflación es la destrucción de la moneda. El país no tiene moneda porque es un desorden. Si tenés un orden económico y superávit fiscal, no tenés necesidad de emitir, y si no tenés necesidad de emitir y tenés la misma cantidad de pesos va a ir junto al valor del dólar y otras economías que tengan estabilidad.

- ¿Hay riesgos de una híper? Esta semana Estados Unidos subió su tasa de referencia, porque sabe que la inflación es dinámica y si no la combate seguirán subiendo los precios. Si ocurre eso, el sistema económico empieza a funcionar mal y te trae un perjuicio en términos del crecimiento. Estados Unidos dice ‘yo quiero subir la tasa para que baje la actividad, porque bajando la actividad me van a bajar los precios’. Entonces, cuando logre estabilizar la tasa de inflación en 2% anual, ahí voy a aflojar las condiciones monetarias y la economía va a estar bien preparada en el largo plazo para aumentar el crecimiento potencial. Entonces, si venís a la Argentina y tenés una inflación creciente de 7% mensual, es imposible que el dólar no suba y es imposible que el peso sea una moneda de ahorro. Es explosivo. No converge.

- ¿Qué le recomendaría a un inversor mediano hoy? En términos generales, si fuera él o ella, yo me quedaría en dólares y vería cómo evoluciona esta dinámica, porque estamos frente a un riesgo claro de crisis. Vivimos en crisis, pero todavía no hay una capitulación y una crisis con una aceleración mucho mayor de nivel de precios es factible. Entonces, como hay un riesgo elevado, si ese inversor tiene un perfil que lo lleva a querer preservar el capital, no da para que invierta. Dicho esto, si compra bonos de la deuda externa –yo compraría los que son bajo ley extranjera–, por ahí lo paga el 25% de su valor y creo que va a ganar plata. Quiero pensar que va a ganar. Yo no compro, porque prefiero la calidad de vida, pero es difícil que pierda plata, porque la Argentina de alguna manera volverá al orden, supuestamente. Si vuelve al orden, eso le va a dar dinero, pero hay un riesgo excesivo y hay que saberlo. Yo creo que la crisis va a ocurrir. Vamos a estar peor antes de estar mejor.