Alarma en Santiago del Estero la cifra de adoptantes que devuelven a los niños

Domingo 17 de Septiembre de 2023, 08:47

RUA. El Registro Unico de Adopción de Santiago del Estero pidió a los adoptantes tomar conciencia antes de asumir una responsabilidad que no todos están en condiciones de afrontar.



Con motivo de conmemorarse en septiembre el mes de la adopción, la coordinadora del Registro Único de Adopción (RUA) de Santiago del Estero, expresó su preocupación frente a los casos de adultos que desisten del proceso de vinculación, disconformes con alguna conducta o experiencia de los niños, niñas y adolescentes que adoptan.

Frente a esto, pidió "no romantizar la adopción", porque se trata de "satisfacer el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir en una familia".

"Lo que se busca con la adopción es satisfacer el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir en una familia, porque se parte de la idea de que ellos no han podido ser criados o cuidados por su familia de origen. Por eso es que invitamos a las personas adultas a que piensen, y cuenten con los recursos, espirituales y morales necesarios para acompañar a esta niñez y adolescencia en particular", enfatizó la coordinadora del RUA.

Acentuó que "hay mucha creencia de que la adopción es sólo de bebés y sanos, se romantiza mucho la idea de la adopción y a partir de esa romantización, quizás no se visualiza lo que podría llegar a pasar, porque hablamos de niños y adolescentes que para llegar a la adopción, anteriormente han tenido que sufrir una separación de su familia de origen, o alguna vulneración de sus derechos, violencia de todo tipo; hablamos de una niñez y adolescencia real, que dista mucho de la idea que se tiene de la adopción".

"Hemos tenido en el Registro casos de adultos que desisten del proceso de vinculación; lo inician, y en algunos casos comenzaron una convivencia, y ante una situación particular, una conducta o alguna cuestión del niño o el adolescente, se escucha decir ’no puedo seguir’, ’no quiero seguir’, ’no era esto lo que quería’, ’nadie me ha contado de que podía pasar algo así’, y son conductas habituales, comunes, o esperables de una niña o un niño que ha sufrido", lamentó la doctora Agüero.

Y aseguró que por esto "se producen las vinculaciones fallidas, con las consiguientes consecuencias dañosas para la psiquis de ese niño o esa niña que tiene que volver al hogar, estatal o convivencial, con las familias de acogimiento".

"Frente a esto, siempre invitamos a reflexionar sobre este mundo real que son estos niños y adolescentes. Nos preocupa mucho cuando vemos gente que se presenta, intenta, y después dice hasta aquí llegué, y los niños vuelven al sistema", amplió.

Comentó respecto de lo que se advirtió en los casos de los niños, niñas y adolescentes que han tenido un vinculación fallida, que tuvieron "conductas que tienen que ver con su historia, su pasado, por eso, cuando pensemos en la adopción de un niño de ocho años, no nos remontemos a nuestros propios ocho años, porque ellos han vivido otra vida, tienen otra historia. Nosotros hablamos de una niñez o una adolescencia vulnerada, que ha sufrido, sino, no hubiese llegado a una adopción. En un mundo ideal, la adopción no existiría".

"Tampoco pueden hacerse a imagen y semejanza de los adultos de un día para el otro. Hay que acompañar, sobre todo en un primer tiempo, cuando todos estos traumas se comienzan a reeditar. Pueden haber dolores, traumas; comienzan a hablar, se abren, y en esto, encontramos adultos que acompañan y otros que se asustan y que no saben hacer nada con ese dolor. Apelamos a la búsqueda de adultos que puedan hacer algo con el dolor de estos niños y adolescentes", sentenció.

"La adopción es satisfacer una necesidad y un derecho de los niños y adolescentes a vivir y desarrollarse en una familia, el tiempo de espera no es de los adultos, es de ellos, enfatizó la funcionaria.

"Dicen que lleva mucho tiempo adoptar, pero hay que imaginarse que ese niño o adolescente no tiene a nadie en su vida, y lo que es para ellos esperar. Lo que queremos es generar conciencia de que hay niños y adolescentes que nos necesitan, y preguntarnos si podemos hacer algo con eso, o no", resaltó.

Y concluyó con un pedido: "preguntarnos muy sinceramente, no que sea un rapto de inscribirse y decir que uno tiene mucho amor para dar. Necesitamos que cuenten con carácter, personalidad, recursos morales y espirituales para hacer frente a esto". /El Liberal