Domingo 21 de Enero de 2024, 20:26
La Legislatura de la provincia de La Rioja aprobó por amplia mayoría el proyecto de ley que crea el Bono de Consolidación de Deuda (BOCADE), aunque ya tiene sobrenombre: "Chacho". El mismo apodo de Ángel Vicente Peñaloza, caudillo riojano que se enfrentó al poder central de Buenos Aires.
Los empleados públicos realizan manifestaciones, anticipando que no aceptarán cobrar sus salarios con lo que denominan como un "bono basura".
Se trata de un título respaldado por deuda pública provincial que será utilizado para el pago de salarios de empleados públicos, proveedores y otros compromisos. Pero antes de su arranque el bono ya parece devaluarse, por su falta de aceptación.
El proyecto fue presentado por el gobernador Ricardo Quintela, quien argumentó que la herramienta es necesaria para aliviar la presión sobre las finanzas públicas de la provincia. La provincia estableció un límite de emisión de 22.500 millones de Chachos, con paridad con el peso argentino.
Las cuasimonedas son bonos de la deuda pública que se emiten y circulan como medio de pago. Es una promesa de pago que en la fecha determinada se va a cobrar al ser rescatado por el emisor.
Cualquiera que haya transitado la crisis del 2001 puede recordar el bono implementado en su provincia, que coexistía en muchos casos con el Lecop Nacional.
El punto distintivo de este contexto es que la Nación ya dejó en claro que no rescatará ninguna cuasimoneda.
"Nosotros nos opusimos porque no existe ningún tipo de respaldo. Dicen que detrás estará el Banco Rioja, pero nadie sabe responder los plazos del rescate. Cuando en 2001 se implementaron bonos, los terminó rescatando el gobierno nacional", recuerda a iProUP el diputado radical Gustavo Galván.
La nueva moneda comenzará a circular en las próximas semanas. El gobierno riojano anunció que lanzará una campaña de difusión para explicar su funcionamiento.
"Cada riojano que reciba un Chacho podrá canjearlo por un peso en el Banco Rioja. No se aclara en el proyecto si es un billete virtual o físico. Se evalúa implementarlo a través de una tarjeta pero, en caso que sea físico, se analiza dónde imprimirlo, por cuestiones de costo y tiempo. No llevaría menos de tres o cuatro meses. Finalmente lo resolverá el Poder Ejecutivo", cuenta a iProUP Mattías Meragelman, editor del sitio web "Economía Riojana".
La diputada Liliana Medina, de La Libertad Avanza, explica a iProUP las razones de su voto en contra: "El presidente Milei expresó claramente que no va a rescatar estos bonos. Esta cuasimoneda no tiene respaldo legal ni jurídico, ya sea virtual o física"."No le conviene al riojano, con la devaluación se va a quedar en sus manos con un documento sin valor. los sueldos son demasiado bajos como para restarle un 30% que se va pagar con bonos", completa.
Las cuasimonedas no son dinero emitido como tal, sino que constituyen una promesa de pago. Además, no son convertibles, algo que sí sucedía con algunas monedas luego de 1944 en Europa. Es decir, un Chacho no podrá ser utilizado en transacciones fuera de La Rioja.
Los defensores del bono aprobado en La Rioja argumentan que servirá para aliviar la presión sobre las finanzas públicas.
Entienden que puede ayudar a la gobernación a reducir su déficit fiscal, ya que permite pagar sus gastos sin tener que emitir más deuda pública. Además, aseguran que el banco provincial garantiza el respaldo.
"El bono Evita, de 2001, funcionó muy bien y tuvo una circulación masiva. Se podían cambiar por patacones o Cecor, que funcionaban en otras provincias. En este caso, al haber un fuerte proceso de digitalización, el panorama es diferente. La gente compra mucho dólar digital en La Rioja y la provincia tiene muy buena conectividad", confía Meragelman.
El bloque de la UCR, integrado por Gustavo Galván y Gabriel Rodríguez, y de La Libertad Avanza, representado por Liliana Medina, votó por la negativa del proyecto. Por su parte, la legisladora Nadina Reinoso, del bloque unipersonal Hay Futuro La Rioja, se ausentó para esta sesión.
En la vereda opositora, lógicamente, llovieron críticas al proyecto. "Estos bonos no generan confianza. El que los reciba lo hará por un valor mucho menor al nominal y terminarán generando una inflación extra. En principio es un 30% del salario del trabajador, pero podría ser más", agrega Galvan.
Quienes cuestionan el proyecto argumentan que tiene varios riesgos potenciales, entre los que se incluyen un agravamiento del avance de precios. Además, enfatizan que no cuenta con un respaldo claro y puede provocar un riesgo de default, ya que la deuda pública que respalda la cuasimoneda puede no ser sostenible. Finalmente, las voces en contra afirman que el bono puede crear una economía dual, en la que coexisten dos monedas diferentes, lo que puede dificultar la planificación económica.
En cuanto al valor del bono, Meragelman comenta: "La cotización es 1 a 1. Acá, la clave son los comercios y su relación con proveedores nacionales. La Rioja produce muy pocos alimentos y tiene que salir a comprar a otras provincias. Cuando se quieran utilizar los Chacho, el Banco Rioja es el que aparece como garante".
Es muy temprano para aventurar el escenario económico riojano de los próximos meses. Incluso, si este caso puntual puede desprender un efecto contagio en otras jurisdicciones.
Un dato objetivo, y para nada menor, es que la aparición de Chacho se da con el choque de modelos muy diferentes como los que proponen Milei en el país y Quintela en su gobierno provincial. La confianza y usabilidad de la cuasimoneda parecen fundamentales para el éxito de una "solución" que nace con polémica.
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