Le ganó muchos millones en un juicio a BMW por haber perdido un dedo con una puerta

Jueves 11 de Julio de 2024, 07:33

La puerta del BMW X5 scerró por sorpresa y le arrancó el pulgar.



La marca alemana BMW tuvo que indemnizar con 1,9 millón de dólares (más de 2.700 millones de pesos, con el dólar blue) a un hombre que perdió un dedo con la puerta de uno de sus autos. 

Su nombre es Godwin Boateng, es ingeniero de software autónomo, y alegó un mal funcionamiento del cierre suave de la puerta de su X5.

El hecho ocurrió en 2016, cuando este hombre apoyó su mano derecha en la columna de la puerta del conductor, que estaba abierta unos 30 centímetros. La puerta se cerró sobre su pulgar y, si bien los cirujanos hicieron todo lo posible para recuperarlo, perdió parte del mismo.

Boateng denunció inmediatamente al fabricante teutón por 3 millones de dólares, dado que -según él- perdería 250.000 dólares al año en ingresos como ingeniero de software autónomo.

BMW revisó el X5 de Boateng, que había sido fabricado en 2013, y encontró que no había ningún problema con el cierre de las puertas. 

La compañía agregó que el manual del propietario contiene advertencias sobre las puertas y afirmó que “el demandante comprendió desde niño que no se debe meter un dedo o parte del cuerpo entre una puerta y su marco mientras se está cerrando”.

La siguiente instancia fue un juicio que, hace algunas horas, concluyó con un fallo a favor de Boateng. 

Aunque BMW no fue declarada culpable de tener puertas defectuosas, el jurado concluyó que era culpable de la lesión en el pulgar de Boateng. Ahora debe indemnizarlo con 1,9 millones de dólares.

En su demanda, Boateng argumentó que el cierre suave de las puertas de BMW era peligroso, en comparación con las ventanillas, que utilizan sensores para detectar si hay un objeto entre la ventanilla y el marco. 

Además, afirmó que BMW conocía los posibles problemas de seguridad de sus puertas de cierre progresivo al menos desde 2002.

La demanda incluyó también una descripción gráfica de la lesión en el pulgar, explicando cómo la puerta había roto “la carne, los nervios, los vasos sanguíneos, los tendones, la musculatura y la estructura ósea del pulgar derecho de Boateng”.   /TN