Una influencer, ex de Leonardo Di Caprio, fue condenada a prisión por tráfico de personas
Miércoles 17 de Julio de 2024, 07:48
Las autoridades descubrieron que la instagramer Kat Torres sometió a varias de sus seguidoras.Hace un par de meses, el FBI comenzó una investigación para encontrar a dos personas cuyo paradero era desconocido. Las víctimas eran dos jóvenes brasileñas, de quienes solo se sabía que habían estado con la influencer Kat Torres.
La exmodelo, conocida en redes y fue relacionada amorosamente con celebridades como Leonardo DiCaprio, no despertó sospechas inicialmente.
Fue precisamente su fama la que le permitió ganarse la confianza de sus víctimas. Según informó la BBC, Torres fue condenada a ocho años de prisión por tráfico de personas. "Hacía creer que había superado un caso de violencia infantil y abuso, y solo quería ayudar", contó Ana, una de sus víctimas, a la corresponsalía brasileña del medio.
Torres se acercaba a mujeres vulnerables, prometiéndoles rescatarlas de sus problemas. En su autobiografía, "A Voz", afirmaba tener premoniciones y poderes mentales, lo que, sumado a su imagen pública, la hacía muy convincente.
Pero esto era una verdad a medias, Luzer Twersky explicó a la BBC que los supuestos poderes mentales de Torres eran en realidad efectos de una droga alucinógena. Debido al consumo de estas sustancias, la modelo nunca fue la misma: "Cayó en un pozo muy profundo", relató.
La influencer era una "sugar baby", ganando dinero al mantener relaciones románticas con personas ricas e influyentes, quienes pagaban el alquiler del piso donde vivía con su compañero. Además de este negocio, Torres tenía una página web donde ofrecía sus servicios. "Más amor, dinero y autoestima de lo que jamás habrías imaginado", se leía en la descripción de sus videos de autoayuda, disponibles por 150 dólares. "Todas mis dudas y decisiones pasaban por ella antes. Todo lo hacíamos juntas", contó Ana, una de sus víctimas.
La influencer era una "sugar baby", ganando dinero al mantener relaciones románticas con personas ricas e influyentes, quienes pagaban el alquiler del piso donde vivía con su compañero. Además de este negocio, Torres tenía una página web donde ofrecía sus servicios. "Más amor, dinero y autoestima de lo que jamás habrías imaginado", se leía en la descripción de sus videos de autoayuda, disponibles por 150 dólares. "Todas mis dudas y decisiones pasaban por ella antes. Todo lo hacíamos juntas", contó Ana, una de sus víctimas.
El relato de las "víctimas" de Kat Torres
No solo controlaba las decisiones de sus clientas, sino toda su vida. Las alejaba de sus familias y del mundo hasta que dependían completamente de ella, ofreciéndoles incluso trabajo para que vivieran en su casa.
"Cuando llegué a su casa descubrí que todo era un desastre. Estaba sucia, desordenada y olía fatal", explicó Ana. Según ella, Kat no podía hacer nada por su cuenta, así que era ella quien hacía todo: "Me trataba como si fuera su esclava". Ana nunca recibió dinero por su trabajo: "Sentía que estaba atrapada y no tenía salida. Creo que fui una de sus primeras víctimas".
Tres meses después, Ana logró escapar gracias a su novio. Cuando las familias de las dos jóvenes brasileñas desaparecidas lanzaron un mensaje de ayuda en septiembre de 2022, Ana supo que debía actuar. El patrón que ella vivió se estaba repitiendo con Desirrê Freitas, Letícia Maia y otra mujer llamada Sol.
Torres había conseguido un boleto de avión para que Desirrê viajara de Alemania a Estados Unidos. Letícia, por su parte, comenzó a interactuar con Torres a los 14 años y terminó trabajando como au pair en su casa. Sol buscó su ayuda tras quedarse sin hogar.
Al llegar, todo cambió para ellas. Desirrê aceptó trabajar como stripper junto a Sol por falta de dinero. Ambas vivían en una mansión bajo estrictas normas y necesitaban el permiso de Torres para cualquier cosa, incluso para usar el baño o tener dinero. "Era muy difícil, no podíamos hacer nada y ella nos quitaba el dinero. Estábamos muy asustadas, nos quitó toda nuestra documentación", contó Sol.
Una campana familia logró liberar a las víctimas de Kat Torres
Las familias de ambas jóvenes lanzaron campañas de concienciación que hicieron viral el caso. Ambas aparecieron en listas de mujeres de compañía en sitios web de prostitución y pudieron dar con su paradero junto al FBI.
Finalmente, la policía acudió a la casa de Torres. Al llegar, las dos mujeres aseguraron que estaban bien y que no les pasaba nada. Sin embargo, en noviembre, la policía llegó a un acuerdo con Torres para que las dos mujeres pudieran regresar a Brasil. Actualmente, Kat Torres está detenida y enfrenta ocho años de prisión por trata de personas y proxenetismo. /Perfil
No solo controlaba las decisiones de sus clientas, sino toda su vida. Las alejaba de sus familias y del mundo hasta que dependían completamente de ella, ofreciéndoles incluso trabajo para que vivieran en su casa.
"Cuando llegué a su casa descubrí que todo era un desastre. Estaba sucia, desordenada y olía fatal", explicó Ana. Según ella, Kat no podía hacer nada por su cuenta, así que era ella quien hacía todo: "Me trataba como si fuera su esclava". Ana nunca recibió dinero por su trabajo: "Sentía que estaba atrapada y no tenía salida. Creo que fui una de sus primeras víctimas".
Tres meses después, Ana logró escapar gracias a su novio. Cuando las familias de las dos jóvenes brasileñas desaparecidas lanzaron un mensaje de ayuda en septiembre de 2022, Ana supo que debía actuar. El patrón que ella vivió se estaba repitiendo con Desirrê Freitas, Letícia Maia y otra mujer llamada Sol.
Torres había conseguido un boleto de avión para que Desirrê viajara de Alemania a Estados Unidos. Letícia, por su parte, comenzó a interactuar con Torres a los 14 años y terminó trabajando como au pair en su casa. Sol buscó su ayuda tras quedarse sin hogar.
Al llegar, todo cambió para ellas. Desirrê aceptó trabajar como stripper junto a Sol por falta de dinero. Ambas vivían en una mansión bajo estrictas normas y necesitaban el permiso de Torres para cualquier cosa, incluso para usar el baño o tener dinero. "Era muy difícil, no podíamos hacer nada y ella nos quitaba el dinero. Estábamos muy asustadas, nos quitó toda nuestra documentación", contó Sol.
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Kat Torres junto al actor Leonardo Di Caprio
Tenían que cumplir ciertos requisitos de dinero para poder dormir en la casa. Si no ganaban 3.000 dólares, debían quedarse en la calle. En Texas, la prostitución es ilegal, así que en septiembre las dos mujeres pudieron denunciar su situación. Según los extractos bancarios, en dos meses Torres ganó más de 21 millones de dólares.
Las familias de ambas jóvenes lanzaron campañas de concienciación que hicieron viral el caso. Ambas aparecieron en listas de mujeres de compañía en sitios web de prostitución y pudieron dar con su paradero junto al FBI.
Finalmente, la policía acudió a la casa de Torres. Al llegar, las dos mujeres aseguraron que estaban bien y que no les pasaba nada. Sin embargo, en noviembre, la policía llegó a un acuerdo con Torres para que las dos mujeres pudieran regresar a Brasil. Actualmente, Kat Torres está detenida y enfrenta ocho años de prisión por trata de personas y proxenetismo. /Perfil
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