Los cadetes hicieron un operativo para recuperar una moto pero se toparon con la resistencia vecinal

Jueves 18 de Julio de 2024, 05:18

PELIGROSA COSTUMBRE. En varias oportunidades los cadetes de delivery se juntaron para recuperar motos robadas por la fuerza, aunque esta vez se toparon con la resistencia de los vecinos.



Habitantes del barrio Villa Belgrano y trabajadores de delivery tuvieron un feroz cruce el martes al filo de la medianoche originado por el robo de una motocicleta. 

Los vecinos del repelieron a pedradas a un grupo de cadetes que decidieron hacer una falsa denuncia sobre un tiroteo, mintie4ndo que un compañero había recibido un balazo en el pecho para acelerar la respuesta de la Policía.

Según el comisario Diego Bernachi, todo empezó cuando a un joven repartidor le sustrajeron su motocicleta en el garaje de su casa, cuando estaba por salir a trabajar.

La víctima hizo la denuncia del hecho en la comisaría 3ª, alrededor del mediodía y horas más tarde los presuntos ladroners se pusieron en contacto con el cadete para pedirle dinero a cambio de devolverle la moto. 

El joven avisó a sus colegas, quienes iniciaron una investigación por sus propios medios y descubrieron que el rodado estaba en una casa en el cruce de las calles Constitución y Rondeau.

Esa misma noche los repartidores se congregaron en esa dirección, con la idea de recuperar el vehículo, medio de trabajo de su compañero, por las malas, sin acceder a la extorsión de los malvivientes. 

Pero cuando llegaron fueron agredidos por los vecinos y al notar que no podían ingresar al domicilio realizaron una falsa denuncia para que intervenga el personal policial. 

Lo que hicieron fue llamar al 911 bajo el nombre de Ramón Jiménez para decir que un joven de 25 años había recibido un disparo en la zona torácica en un robo, por lo que demandaban una ambulancia.

El Sistema de Emergencias 911 envió a un grupo de motoristas y dio intervención a un equipo de la Brigada de Investigaciones de la Policía, que se presentaron en el lugar comandados por el comisario Bernachi. 

Cuando llegaron se dieron con la sorpresa de que no había ningún herido de bala. En cambio se encontraron en medio de una pelea entre un numeroso grupo de cadetes y algunos vecinos de Villa Belgrano.

Testigos del enfrentamiento dijeron que el incidente empezó minutos antes de la medianoche una vez que los motoqueros llegaron juntos a bordo de sus rodados e intentaron ingresar a la vivienda donde pensaban que estaba el vehículo de su compañero. 

Comenzó ahí una discusión con un grupo de que los recibió a pedradas, situación que se prolongó hasta que llegó el personal policial para calmar la situación.

El pleito se extendió durante una hora y media y para calmar la tensión, la policía ingresó al domicilio donde los repartidores sostenían que estaba la motocicleta robada y revisaron el lugar, pero no encontraron el rodado.

Con esto, el personal policial frenó el enfrentamiento y distendió la concentración de cadetes que había en el lugar, quedando el robo de la motocicleta en manos de la Fiscalía de Robos y Hurtos de Feria, subrogada por Mariana Rivadeneira.

Aunque los investigadores no encontraron el vehículo sustraído en el domicilio señalado por los cadetes, algunos vecinos de la zona no descartan la posibilidad de que esté en alguna de las casas del barrio o que ya haya sido desarmada para comercializar sus partes. 

Los pocos que se atrevieron a hablar aseguraron que el barrio es “tierra de nadie”, a pesar de que hay presencia policial por la zona. La mayoría de los habitantes de esa zona prefirieron no decir una palabra y mucho menos revelar su identidad por miedo a represalias.

La actitud asumida por los repartidores no es nueva, dado que en varias oportunidades optaron por juntarse para hacer justicia por mano propia para recuperar motos que les son robadas mientras trabajan.

En más de una oportunidad investigaron por su cuenta dónde podrían estar los rodados y, al igual que en esta oportunidad, van en grupos hacia la dirección señaladfa para confrontar a los ladrones y rescatar el botín. 

Empleando esta metodología, que les permite imponerse por número, ya que suelen movilizarse en grandes grupos lograron recuperar desde motocicletas hasta celulares.

A pesar de que esto implica poner un gran riesgo, como lo demostró este último episodio, los repartidores dicen que optaron por esta salida ya que no tienen respuesta ante los numerosos pedidos al Gobierno respecto a la inseguridad a la que están expuestos en su labor diaria.