Porqué Gaby Sabatini no viene a la boda de Oriana y porqué está distanciada con su hermano Osvaldo y su cuñada Catherine

Jueves 18 de Julio de 2024, 18:11

Por qué Gabriela Sabatini no viene a la boda de su sobrina Oriana y qué la distancia de su hermano Osvaldo y su cuñada Catherine Fulop



¿Gabriela Sabatini va a estar en el casamiento de su sobrina Oriana con Paulo Dybala? Esa es la gran pregunta que todos se hacen en los últimos días. La primera en poner en duda la asistencia de la extenista fue Yanina Latorre que, en LAM (América TV), dijo: “Confirmado que no va. Ninguno dice nada demasiado profundo, pero en ese titubeo es todo raro. Oriana, pobrecita, es la víctima, porque ella es cercana a la tía. La parte de Sabatini de Argentina no quiere a la pareja de Gaby; están hace mil años, porque parece ser que ellos creen que la puso a Gaby en su contra”, detalló.

En diálogo con LA NACIÓN, Catherine Fulop aseguró que su cuñada no va a asistir a la boda, que se llevará adelante este sábado en el Dock Haras de Exaltación de la Cruz, en la provincia de Buenos Aires. “Parece que confirmó que no viene, no sé por qué asunto. Es una pena, porque es casi la única familia de sangre que le queda a Ova, más allá que tenemos a toda la familia que cosechamos en la vida”, dijo compungida. Cabe resaltar que la ex tenista actualmente vive en Suiza, donde se instaló hace varios años, aunque suele viajar a Argentina y Miami. En los últimos días se la vio en el torneo de Wimbledon, Inglaterra.

-¿Te enoja que Gaby no venga a la fiesta?

-Hay que respetar y querer a las personas como son.



En estos días todos le preguntaron varias veces a la actriz sobre la asistencia o no de Gaby Sabatini al casamiento. Y ella intentaba esquivar una respuesta certera: “Sí, va”, le dijo a LAM hace unos días. “Yo creo que sí. La verdad, no vi los confirmados al casamiento. ¿Quién dijo que no venía? Eso lo dicen, pero Gaby está re invitada y seguramente va a estar. No sé ya si llegaría, porque estaba en Wimbledon, pero seguramente va a estar en la ceremonia y compartiendo con sus sobrinas y la familia lo que es este evento tan bello”.

Catherine vs. Gabriela

Cuando le preguntaron a la actriz y conductora por su vínculo con la extenista, expresó: “Con mi cuñada tengo la mejor pero, como todos sabemos, siempre fue una persona súper reservada, especial, y que tiene sus tiempos. Las puertas de nuestra casa y nuestra familia están siempre abiertas porque es la más bella y divina, así que nosotros la estamos esperando con los brazos abiertos. Nunca hablé con Gaby en toda mi vida, y tengo 30 años con mi marido. Nunca la llamo porque no soy amiga, soy su cuñada. La amo, cuando viene a mi casa es a cuerpo de rey, feliz de recibirla, pero no soy amiga de llamarla”.

Lo cierto es que las cuñadas nunca tuvieron un vínculo; el trato entre ellas es simplemente correcto y respetuoso. Hace unos años dejaron de seguirse en las redes y, consultada por LAM en ese momento, Fulop dijo: “No sé de dónde salieron los rumores. Gaby es lo más. Súper bella, es una cuñada amorosa, pero ella siempre llevó su vida personal y profesional como muy separada. Nuestra relación nunca pasó por las redes sociales. De hecho, yo la había dejado de seguir, que por ahí capaz que vino la cosa (…), porque toda la vida nosotros no subimos nada de ella, ni ella de nosotros. Si ves su Instagram, vas a ver que su familia no pasa por ahí. Pero siempre tuvimos una relación muy tranqui, así que no sé qué es lo que les sorprende”.

Gabriela Sabatini en 1996, junto a su hermano, Osvaldo, y su cuñada, Catherine Fulop, que sostiene en brazos a la pequeña Oriana

“La verdad es que Gaby y yo siempre tuvimos la relación más linda, lo que pasa es que yo he estado en este último tiempo demasiado ocupada en la enfermedad de mi suegro, después de mi suegra, y después en salir adelante de mis propios temas. Y capaz que en todo esto Gaby no formaba parte de mi familia pequeña: Ova, y mis dos hijas. Gaby vive en el exterior hace mucho tiempo. Yo nunca fui íntima amiga de ella, tampoco. Vamos a trotar, vamos a hacer esto o lo otro, en eso ella siempre me tomó en cuenta. Nos escribimos poco y nada, pero siempre fue así. Yo nunca vi a mi cuñada que llegara acá y me llamara ‘Hola Cathy, estoy acá’. A mí me gusta la relación que tengo con ella y la amo porque nos amamos”, intentó aclarar.

Sabatini vs. Sabatini

También es cierto que los hermanos Sabatini están distanciados desde hace un tiempo, aunque nadie sabe cuáles son las razones reales. Desde muy chicos se mostraron unidos y Osvaldo fue un pilar importante en la carrera de Gabriela y la acompañaba a todas partes. También se comentaba mucho que era “guardabosques” y la cuidaba demasiado, y en los medios solían hacerle bromas al respecto.

Cuando fueron más grandes tuvieron algunas diferencias, pero en algún momento la relación se quebró y todo apunta a que fue cuando su mamá, Betty, falleció en plena pandemia, hace tres años. El papá, Osvaldo, había fallecido cuatro años antes. Obviamente, fue un golpe tremendo para la familia, y en ese momento Gaby se aferró a su círculo más íntimo.

La familia Sabatini: Osvaldo y Gabriela junto a sus padres

Dicen que la última pelea entre Gaby y Osvaldo habría sido luego de la muerte de su mamá, porque no lograron ponerse de acuerdo en cuanto a la herencia familiar. Sin embargo, él desmintió los roces: “Para nada estoy distanciado de mi hermana. Nunca podría. La amo y eso nunca va a pasar”, dijo hace unos años.

Otros aseguran que los roces empezaron cuando Ova y Cathy debieron ocuparse de sus suegros cuando enfermaron, porque Gaby pasa mucho tiempo fuera de Buenos Aires, entre Zúrich y Miami. Ahí aparecieron algunos reproches y hubo pases de facturas, de esos que las familias guardan hasta que todo explota. El diálogo entre los hermanos se quebró. También hay quienes dicen que cuando Betty falleció, Ova y Cathy desarmaron la casa en la que la mujer vivía y se quedaron con gran parte de los recuerdos familiares, algo que no le cayó nada bien a la extenista.

En estos tres años hubo varios intentos de acercamiento y actualmente todos se siguen en redes, pero lo cierto es que hay poco diálogo. Apenas el necesario.

Por Liliana Podestá / La Nación