Jueves 15 de Agosto de 2024, 16:06
Podría decirse que unas semana después de la finalización de los Juegos Olímpicos,
Imane Khelif dejó de pelear y pudo disfrutar. Es que,
desde el minuto cero, la aparición de la boxeadora argelina en París 2024 fue blanco de críticas, burlas y escarnio público. Todo comenzó cuando la italiana
Angela Carini decidió abandonar el ring a los 46 segundos, después de recibir un derechazo en el rostro por parte de Khelif. "Nunca me pegaron así", aseguró y puso en duda su sexualidad. Entonces se supo que la africana había sido descalificada del Mundial por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) debido a "elevados niveles de testosterona que no cumplían los criterios de elegibilidad".
París no fue una fiesta para Imane. Todo lo contrario: se convirtió en un infierno.
Su aspecto "poco femenino" (así lo decían) se volvió tendencia en las redes. Y los líderes mundiales aseguraron que directamente se trataba de un hombre: de Elon Musk y J.K Rowling a Javier Milei.En medio del ruido, Imane siguió adelante hasta su sueño dorado que se concretó con una victoria inobjetable ante la china
Yang Liu en la final de la categoría hasta 66 kilos que se disputó en Roland Garros. Así, se convirtió en la segunda mujer argelina en ganar un oro en esta edición de los Juegos (la primera fue la gimnasta
Kaylia Nemour en barras asimétricas) y la cuarta en 60 años de historia olímpica de ese país.
Después de los Juegos, lo primero que hizo Khelif fue demandar a todos los que la injuriaron. ¿Los segundo? Se tomó un tiempo para ella y pasó por el salón de belleza.
"Para conseguir su medalla no tuvo tiempo que perder en salones de belleza o compras. Ella nunca sintió la necesidad de ajustarse a esos estándares para demostrar su existencia", escribieron desde el centro de estética, Beauty Code, que se encargó de su cambio de imagen.