Cómo fue una de las violaciones de Alperovich en la mansión de la calle Martín Fierro, Yerba Buena: "su único objetivo era saciarse"
Viernes 16 de Agosto de 2024, 17:33
José Alperovich, condenado por violadorFUNDAMENTOS DEL FALLO QUE CONDENO A JOSE ALPEROVICH A 16 AÑOS DE CARCEL POR VIOLACION
Hecho 6
En esa ocasión le dijo al imputado que tenía un turno médico.
Al quedar a solas con el imputado, no hablaron del gasto público y aquel aprovechó esa oportunidad para tocarla nuevamente. Los tocamientos iniciaron en el sillón de la casa ubicada en la calle Martín Fierro (Yerba Buena).
Mencionó que el casero, Manuel Frías, era quien armaba todo el escenario para esperar a José. Le preparaba el mate, le servía frutas secas y ponía música en la televisión o en un parlante. En ese contexto se producían los ataques.
Según sus palabras textuales: “…estaba todo tan bien armado que, en realidad, por más que esa ventana sea la ventana de living, nadie iba a pasar por ahí porque los custodios sabían que tenían que estar ubicados en tal sector de la casa…”.
En ese contexto, dijo que Alperovich avanzó nuevamente sobre ella. Le bajó los pantalones e hizo que lo tocara mientras le decía “mirá como estoy, mirá cómo me ponés”.
Si bien estas expresiones podían interpretarse como “frases hechas”, ella las veía como patrones que correspondían a las personas que hacen este tipo de cosas. No le parecía motivo de burla o analogía con otros casos.
Explicó que el imputado se levantó con los pantalones bajos y la llevó hacia uno de los cuartos. Para llegar hasta allí tuvieron que atravesar una puerta y un hall donde no había nadie, ya que la custodia estaba ubicada del otro lado de la vivienda.
Ya en el dormitorio, Alperovich le practicó sexo oral y luego la colocó de costado para penetrarla vaginalmente.
Destacó que los abusos siempre se daban de la misma forma.
Refirió que ella nunca fue un sujeto activo en estas situaciones. No se movía.
Cuando ocurrió este episodio ella estaba totalmente vencida.
Según sus palabras “…yo no sabía que te violen también era que te metan un dedo o que te penetren de cualquier forma, yo pensé que esa era la primera vez, que lo otro no era para tanto…”.
Luego de ello Alperovich salió despeinado y a medio vestir. Él se fue del dormitorio acomodándose la ropa y, generalmente, luego se peinaba con un peine que tenía en la guantera del auto.
En cuanto a ella, dijo que se quedó sola en la casa y que sentía mucha vergüenza. Según sus palabras: “…yo exploté sola, estaba hecha mierda. Me dormí un rato, me levanté y fui a ese evento porque era mi amiga. Fui pero no estaba…”.
Asimismo, recordó que este suceso ocurrió un viernes.
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