Dos días después, Milei hizo su descargo: dijo que no está enojado y justificó la reacción de la vicepresidenta. "Hizo un chiste, ¿cuál es el problema?".
"¿Por qué debería estar enojado?", se preguntó, a modo de respuesta a la consulta que le hicieron en radio Mitre. Y se explayó con su contestación.
"Eso, no... A ver... Hicieron toda una novela con el tema de ese intercambio que tuvo con Mayans. Digo, la pregunta es... Cuando me hacen ese chiste... Porque además
eso es parte del humor de Villarruel, Villarruel tiene ese humor", aseguró Milei.
Pidió no tomar "la frase en el vacío", sino ponerla en contexto con la personalidad de la vicepresidenta.
"Es parte del humor que tiene Villarruel, Villarruel tiene ese tipo de humor. Usted no se puede enojar, las personas son como son. Si usted hace un chiste en línea al tipo de humor que usted tiene... ’Ah, no, ¿cómo va a hacer ese chiste?rsquo;. No. Primer punto", remarcó el Presidente.
Victoria Villarruel y José Mayans, divertidos con sus dichos en el Senado.
"Segundo punto: yo soy liberal", introdujo, esquemático, la segunda fase de su respuesta. "Con eso, ¿me afectó el derecho a la vida? No. ¿Afectó mi derecho a la libertad? No, exacto. ¿Y afectó mi derecho a la propiedad? No. Entonces, ¿por qué me tengo que quejar? ¿Qué tipo de liberal soy?", continuó.
"Está bien, me hizo un chiste. Ah, claro, el chiste lo hizo con Mayans, el jefe de la bancada del kirchnerismo. ¿Y cuál es el problema? No me parece, eso no me enoja, qué sé yo", cerró su devolución al intercambio viral.
Cómo fue el diálogo entre Villarruel y Mayans
Mayans daba el discurso de cierre de su bloque kirchnerista. Insistía con cuestionamientos a la gestión económica del gobierno, pero hizo un agregado diferencial. "Él cree que entiende más de economía. Caputo y Cavallo forman parte de un clan. Él es un pobrecito, un jamoncito como dijo la vicepresidenta", dijo Mayans. Y comenzó el ida y vuelta con Villarruel.
La primera reacción fueron risas. La cámara fue rápidamente a la vicepresidenta, a pesar de que Mayans no la había nombrado de forma directa. "Gracias por el favor, Mayans. Gracias", dijo la presidenta de la Cámara alta.
Mayans también se reía. "Disculpe, disculpe. A mí me gustó el adjetivo calificativo", dijo. Ella siguió intentando excusarse, pero sin poder contener la risa. "Gracias, un amigo...", respondió.
"Tenemos que profundizar la amistad, presidenta", fue el remate de Mayans, rápido para meter el dedo en la llaga de la interna oficialista.
El senador kirchnerista siguió hablando. Y cuando terminó, Villarruel lo saludó: "Gracias por su incendiario discurso". /
Clarín