La historia del millonario que no quiere tener casa propia

Sábado 14 de Septiembre de 2024, 12:14

Timothy Armoo es todo lo contrario a un millonario tradicional.



El sueño de muchas personas es ser lo suficientemente exitoso en la vida para poder adquirir una casa y vivir tranquilo. Sin embargo, este joven millonario de 29 años, piensa exactamente lo contrario: tener una mansión o propiedades le parece una pérdida de tiempo y sobre todo, de dinero.

Timothy Armoo es cofundador y exdirector ejecutivo de la empresa de marketing Fanbytes, pero es todo lo contrario a un millonario tradicional. No posee ninguna mansión, ni ninguna propiedad en absoluto, ya que prefiere gastar su dinero en inversiones dinámicas, de todo tipo.

En diálogo CNBC Make It, aseguró: “En realidad no tengo casa propia. No tengo ninguna relación directa con propiedades residenciales ni con propiedades comerciales”. A pesar de que lo que la gente cree, tener una vivienda no es una forma de crear riqueza, ya que todo lo que conlleva es gasto.

Sin embargo, su vida no es “típica”, ya que no tiene familia, no tiene socios y no ve necesidad de instalarse en una casa. Rechaza la idea de una propiedad para poder viajar y moverse por todo el mundo en búsqueda de nuevas inversiones. El joven millonario enfatizó que a veces es bueno rechazar la forma tradicional de hacer las cosas.


Las inversiones exóticas del joven millonario

Armoo decidió no gastar en casi nada, tener un estilo de vida minimalista y realizar inversiones exóticas. Estas van desde negocios con frutas exóticas en África, hasta financiar la venta de una mina de litio. Además, relató que invierte su dinero en fondos indexados y muchas acciones, como negocios de palta, soja y mango en Kenia, Angola y Tanzania, que abastecen a supermercados en Europa.

Por último, detalló: “Básicamente, tengo dos bandos. Uno es el grupo extremadamente seguro: fondos indexados, sobreponderación en efectivo, bonos y acciones, y bonos del Tesoro. Luego, el otro lado de las cosas es completamente exótico”.


Otro caso de un millonario que no es propietario

El hombre más rico de África intrigó a los nigerianos y a los medios de comunicación de todo el mundo cuando reveló que no tiene propiedades fuera de Nigeria, su país de origen. La postura del empresario Aliko Dangote contrasta con la del hombre más rico de Asia, Mukesh Ambani, cuya ostentación en la boda de su hijo ha atraído la atención mundial en los últimos meses, y con la propia élite local, que hace frecuentemente alarde de mansiones en Londres y Dubái.

En enero, el ranking Forbes describió a Dangote como el hombre más rico del continente africano por decimotercer año consecutivo. El martes por la mañana, según los datos en tiempo real de la revista, poseía una fortuna de más de US$13.000 millones. Y ocupa el lugar 81 entre los 100 más ricos del mundo.

Aliko Dangote, presidente y CEO de Dangote Group es el hombre más rico de África.

Según la BBC, Dangote dijo que poseía solo dos casas, una en el estado de Kano, donde nació, y otra en Lagos, la ciudad más grande del país. En la capital de Nigeria, Abuja, se aloja en una propiedad alquilada. El empresario justificó que no amplió sus activos inmobiliarios ni sus inversiones en el extranjero porque quiere ver crecer su país de origen.

“La razón por la que no tengo una casa en Londres o en Estados Unidos es simplemente porque quería centrarme en la industrialización de Nigeria”, dijo en declaraciones reproducidas por la cadena británica.

“Me apasiona mucho el sueño nigeriano y, además de mi casa en Lagos, tengo otra en mi estado natal, Kano, y una casa alquilada en Abuja. Si tuviera casas en todas partes, en Estados Unidos y el resto del mundo, no podría concentrarme y construir algo para mi gente”, afirmó.

Esta es una de las dos casas que tiene en su país.

La mansión de Dangote en Lagos, en una zona conocida como Banana Island y donde viven nigerianos ricos, es calificada de “opulenta”. La casa del estado de Kano es conocida por ser “modesta”.

Dangote había tenido una casa en Londres que vendió en 1996 y aseguró que reinvirtió el dinero en su negocio local, recordó el analista de relaciones públicas Sani Bala, consultado por la BBC. El empresario, que hoy tiene 66 años, construyó un imperio vendiendo cemento y azúcar. El año pasado también abrió una refinería de petróleo en Lagos. /La Naciòn