Miércoles 18 de Septiembre de 2024, 08:25
El diputado nacional de la UCR, suspendido por su partido luego de cambiar su posición y apoyar el veto presidencial, declaró que nada lo enorgullece más que haber evitado que el kirchnerismo "desestabilice al Gobierno y a su plan económico"
La mesa de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) decidió suspender a los cuatro radicales afiliados que se reunieron con Javier Milei y votaron a favor del veto presidencial que bloqueó la ley de movilidad jubilatoria. Mariano Campero, uno de los legisladores, defendió su decisión y sostuvo que hay tres miradas dentro del partido: la de dejar gobernar, una posición intermedia, y otra que se va con el kirchnerismo.
“Vamos a ir a elecciones contra Lousteau y Manes, y ahí vamos a ver quién tiene la razón”, advirtió en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Mariano Campero es diputado nacional por Tucumán de la UCR. Anteriormente, fue intendente de Yerba Buena (2015-2023) y miembro del Concejo Deliberante de su ciudad. Este martes fue el único miembro de la UCR que participó del asado de Milei para los "diputados héroes", que se opusieron a la suba de las jubilaciones.
Tenés un perfil ejecutivo de intendente reelecto, y ahora por primera vez te toca el Congreso. ¿Qué sentís cuando estás ahí adentro?
Yo pensé: “Wow, acá no me conoce nadie”. Son 257 diputados, y hay gobernadores, vicepresidentes y gente muy conocida que ha tenido roles importantes en la historia argentina, y de repente los tengo cerca. Desde Pichetto, pasando por el mismo Germán Martínez, que amén de las diferencias políticas, tengo la mejor. Yendo al otro extremo, también hay nuevos personajes en el Congreso. En esa vorágine, mi primer pensamiento fue que iba a ser muy difícil hacer ruido ahí.
¿Es más fácil ser intendente?
Sí. Además, por cómo está la situación argentina y después de lo que ocurrió con la repercusión de Cristina y los radicales k, creo que le hemos pegado un lindo patadón a la madriguera, siento que hemos hecho un aporte a la patria.
En un partido tan complejo como el nuestro, que tuvo dos golpes como el de Alfonsín y De la Rúa, uno no puede mirar para un costado, sobre todo cuando a todo presidente que no es peronista, se lo quiere golpear desde el primer segundo. No lleva un año y ya se le quiere desestabilizar el gobierno.
Creo que cada segundo que pasa vivo esto como un aporte mucho más importante de lo que creíamos. Nosotros ya teníamos esa posición, alguien la filtró, y eso terminó generando una ola que permitió evitar que todos los números caigan, como después de todas las sesiones. Después de esa sesión, todos los bonos subieron. Me criticaron Cristina, Lousteau y Manes. En ese sentido, fue algo perfecto.
Agradecimiento total a la Liga del Interior, como le llamamos nosotros. Somos todos diputados del interior: Martín Arjol, de Misiones, Luis Picat, de Córdoba, Federico Tournier, de Corrientes, y Pablito Servi, de Neuquén.
Una constante de la política es que quien llega, tiene que sentir el aliento en la nuca de quien se fue.
Permitime agregar, respecto a la intendencia, que acá en el Congreso hay gente que nunca tuvo gestión y cree que los números salen de las nubes. Algunos dicen que hay que subir la Asignación Universal por Hijo. ¿Cómo no la vamos a subir? Es totalmente noble porque hay chicos que la están pasando muy mal, y de hecho es la etapa más importante. Pero si no están los números, estamos convencidos de que hay que evitar la complejidad de la estabilización de la Argentina.
Como intendente, me pasó que el Consejo me pretendía generar normas que jodían la economía, y eso es muy complejo. Por lo tanto, entiendo que el Gobierno tiene tres poderes, y ningún parlamento tiene que imponer medidas que golpeen un plan económico porque no es un gobierno parlamentario. Muy pocos analistas en la Argentina han podido calcular que la inflación iba a bajar como bajó y que el dólar se iba a estancar.
Alejandro Gomel: El diputado Fernando Carabajal dijo que los que votaron a favor del veto, rompieron el bloque. ¿Se fueron del bloque?
En la actualidad, el bloque tiene tres miradas. Una es la de los que queremos acompañar al Gobierno de frente. De hecho, fui uno de los pocos diputados electos que se expresó a favor de Milei en el balotaje. Una parte del bloque quiere que al Gobierno le vaya bien y entendemos, como radicales que hemos sufrido golpes institucionales, que no podemos ser cómplices.
Después, hay otro extremo donde está Carabajal, con Manes y Lousteau, que está muy cerca de UxP. De hecho, pusimos en evidencia el acuerdo electoral que hicieron en la provincia de Buenos Aires y en Ciudad con el kirchnerismo.
El sector del medio tiene la idea de que el medio es la salida. En ese medio hay actores, como el presidente De Loredo, que está más cerca de nuestra posición colaborativa con el Gobierno.
En ese esquema, lo que voy a plantear en el bloque es que hay tres miradas y se tienen que respetar. Que sean los vecinos y la historia los que juzguen nuestro comportamiento. El año que viene vamos a ir a elecciones contra Lousteau y Manes, y ahí vamos a ver quién tiene la razón y de qué lado de la historia hay que estar.
Más que nunca te digo que ha sido un acierto nuestra posición. Desde mi lugar, lejos de pretender la expulsión de Carabajal, creo que es sano que se siga dando el debate. Todos tenemos pertenencia desde algún punto a la UCR. Yo soy un radical por gestión. Lousteau, por ejemplo, que fracasó en todos sus intentos ejecutivos, y que la única vez que tuvo la lapicera fue el autor de la 125, no tiene idea de gestión. Cree que es ministro de Economía, pero es senador, y lo que más le molesta es que tiene un problema personal con el Presidente.
Lo que hace esto es potenciar la Liga del Interior y abrir la puerta porque hay muchos diputados que se van a sumar con nosotros porque quieren que al Gobierno le vaya bien.
Claudio Mardones: Usted dijo que entró al Congreso por Patricia Bullrich y Luis Petri. No es casual que el gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, sea uno de los primeros que salió a antagonizar con la decisión de la suspensión.
Le agradezco a Alfredo, hablé con él ayer y con otros gobernadores.
¿Qué otros gobernadores?
Hay buena relación con Zdero y con Valdés, que están dentro del grupo del interior. Hay una idea de desestabilizar el Gobierno, como existe siempre en la Argentina desde que somos democracia. Los golpes inician en el parlamento, tienen una afectación económica y financiera, y después termina en una crisis social. Eso es lo que tenemos que enviar, y creo que lo logramos.
Bullrich dijo en una de las reuniones en Casa Rosada que estaban buscando construir un escudo legislativo.
En el fondo, se buscó impedir el juicio político.
¿Cómo se articulan las diferencias en el bloque de la UCR?
Rodrigo es un excelente presidente de bloque y tiene que seguir conduciéndolo, respetando los matices de quienes lo integramos. Lo vamos a resolver en la cancha, como se resuelven los procesos electorales en este país. Si me guiara por lo que dice la política, no hubiese sido intendente a los 31 años.
Si me decía que iba a ocurrir esto, me hubiese parecido imposible. Lo que hicimos fue ser muy francos: le dije al bloque innumerable veces que no iba a acompañar, alguien lo filtró de mala fe y eso generó el encuentro con Milei. Capaz, si no pasaba nada, era el único que votaba y hoy estaría acribillado, sin la capacidad de argumentar lo que significa un veto.
El veto es la posibilidad del Ejecutivo de decirte que no puede. Entiendo que muchos que han opinado sobre la cuestión, ni siquiera leyeron el veto. Estaba el tema de la estabilización, y el número nuestro era necesario, y le dije a mi bloque que tenía que contestar, porque también estaba la idea de no hablar.
Cuando Cristina fue gobierno, tenía la idea de cuidar las altas. Cuando va a la oposición, tira con un bife. Si este es el juego de la política, eso tiene que terminar. Acá hay que gestionar y sacar a la Argentina. Desde ese lugar, me siento más orgulloso que nunca por el aporte de un radical a estabilizar un Gobierno del cual no formo parte.
Tenés un tío que fue gobernador de Tucumán, y un familiar que fue rector de la Universidad Nacional de Tucumán. Otro familiar fue el fundador de la Junta Coordinadora Nacional, que era el ala izquierda que apoyaba a Alfonsín. ¿Qué significan Alfonsín y la Junta Coordinadora para vos?
En mi casa se hablaba de política, y yo era el único de los sobrinos que se sentaba en la mesa. De ahí tengo tanto conocimiento de lo ocurrió en la historia. He ido escuchando, de actores que estaban en situaciones más directas o indirectas, como el mismo radicalismo les jugó en contra. La jugada en contra de la propia fuerza es una práctica milenaria de la política.
En ese contexto, tanto esa situación como la de De la Rúa, que me pegó más porque recién me iniciaba en la política y ví como le pegaron en el piso, y por mucho menos que de lo de Alberto. Lo que no podemos permitir es que se agreda institucionalmente a un Presidente que ganó las elecciones y tiene un plan económico.
Yo destaco a Marcelo T. de Alvear, que puso su riqueza a disposición de la patria, generando los mejores índices. Tengo una pertenencia histórica, pero electoralmente me he agarrado con todos en todas las esquinas. En Tucumán se calentaron, pero yo voy para adelante porque la vida es una sola y hay que ir con convicción.
Hoy planteaban que se vote en el bloque la suspensión, pero hay diputados de la provincia de Buenos Aires que llegaron colgados de Patricia y se hacen los que han llegado por sus votos. ¿Nos van a decir a nosotros, que hemos llegado 1 por provincia?
Con esa dificultad, planteamos que si hay tres ideas, que el vecino vote si el radicalismo tiene que darle las herramientas al Gobierno y dejarlo gobernar, como no nos dejaron a nosotros, si tiene que tomar una posición intermedia, o si tiene que ir con el kirchnerismo.
Manes y Lousteau ya tienen ese acuerdo y lo van a expresar públicamente. En el interior hay gobernadores que también tienen una visión de gestión y de equilibrio fiscal, y es lo que necesita la Argentina. Desde esa construcción que vengo haciendo hace muchos años, tengo una identidad, pero siempre tengo la crítica a los radicales. Me parece mucho que Lousteau quiera decir cómo se conduce un país cuando perdió todas las elecciones ejecutivas.
Muchos de tus familiares fueron políticos. ¿Qué te pasa cuando el Presidente habla de la casta de las familias que se pasan el puesto de uno a otro? ¿Te sentís casta?
Rodolfo Campero fue funcionario de Salud del municipio de San Miguel de Tucumán en 1983, desde ahí fue al rectorado, después fue candidato a diputado nacional y luego a gobernador. Dejó de ser candidato en 2001, y mi primera candidatura fue en el 2011.
Siempre consulto a Rodolfo y charlamos, pero mi inicio en la política fue una interna en Yerba Buena contra la estructura del radicalismo. Fui candidato a intendente en 2015 y ganamos la intendencia. De ahí le metimos seguido hasta acá, de hecho fui candidato a senador en 2021 y perdí contra Germán Alfaro, y en el 2023 competí con él. Si bien tengo 41 años, estos 10 años vienen siendo un lindo baile y una gran experiencia porque cuando era joven soñaba con ocupar algún rol que me permita administrar la vocación pública del servicio.
En Yerba Buena tuve una gran oportunidad, y no digo que haya hecho una gran gestión, pero fue lo mejor que hice en mi vida porque logré todos los sueños que tenía para la ciudad y lo que había cumplido en campaña. Creo que esa visión del vecino de haberme visto matarme todos los días para mejorar la ciudad se empezó a expandir por Tucumán y me permitió que hoy en día tenga la oportunidad de hablar con usted.
Como me dijo mi tío, muchos Camperos hemos participado a lo largo de la historia, pero ningún Campero es rico. Yo no tengo ni casa propia, alquilo. La función pública no tiene los sueldos que la gente cree, ni mucho menos. Si uno lo hace con vocación, con transparencia, con los bolsillos flacos y con la convicción de que el camino es la transformación desde el lugar que a uno le toque, esa carga trae efectos positivos.
Los diputados peronistas de Tucumán también apoyan a Milei y tu abuelo fue diputado por el peronismo. ¿Hay algo en Tucumán que dejó la lucha de los años 70 que hace que la perspectiva ideológica sea distinta a la de otras provincias?
Lo que pasó con Milei es un fenómeno distinto y hay que sacarlo del contexto histórico de análisis convencional. Después de la famosa guerrilla en Tucumán, Bussi volvió a la política, ganó la elección de la Reforma Constituyente y luego ganó la elección. En ese momento, el slogan de Bussi era “Orden para Tucumán”, y logró pegarla con que Tucumán era un caos.
El peronismo logró evitar la primera elección de Bussi trayendo a Palito Ortega de Miami para seducirlo a que sea candidato. Después de que Bussi muriera se empezaron a cometer errores, y por eso Fuerza Republicana fue perdiendo cada vez más cuerpo.
El Proceso ha quedado en el pasado en Tucumán, pero desde nuestro lugar, en Yerba Buena, reivindicamos toda la historia. Tenemos un día en el que reivindicamos al capitán Viola, que fue asesinado junto a su hija por la guerrilla, y fue el inicio de la contraofensiva. Desde ese lugar, creo que la Argentina ha tenido una mirada sesgada y hay que aportar un poco de equilibrio.
Viola fue antes del Proceso, y justamente fue un operativo impulsado por el peronismo. Ellos pierden la memoria y hacen como que Isabelita o la orden de eliminar a las tropas subversivas no existieron. Aprovecho para ponerlo en la mesa porque uno tiene que tener esa línea histórica de lo que ocurrió verdaderamente.
En Tucumán sienten que ha habido una posición histórica que siempre los ha ido pateando en el piso, y más con lo que se está haciendo la Fuerzas Armadas, aunque hoy en día eso se ha podido compensar. Se han intentado manchar las instituciones, pero hay que ponerlas en valor, como creo que lo está haciendo, con un gran trabajo, el ministro Luis Petri.
Ramiro Rearte dice: “Campero es millonario. Todos los Campero son conocidos en Tucumán”.
El es un funcionario del kirchnerismo. Con todas las operaciones que me han hecho, no han encontrado nada. Bolsillo flaco, pero cuero para recibir y fuente para devolver. Lo único que siempre me he planteado es que un día iba a tener un debate de lo que significa ser honesto en la política. Si dice que soy millonario, que diga qué tengo. Yo alquilo, tengo mi vida sencilla, tengo a mi mujer, a mis tres hijos, van al cole, los busco en bici y a veces en auto.
Nada me alegra más que ver enardecidos a todos estos kukas y haberles explotado la misión que tenían de desestabilizar al Presidente. Cada segundo que pasa me siento más orgulloso del aparte histórico que hemos hecho los miembros de la Liga del Interior. Vamos a seguir jugando para que ningún intento de desestabilización de cualquier fuerza se lleve adelante. /Perfil
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