Sábado 05 de Octubre de 2024, 14:59
Stevie Branch, Michael Moore y Christopher Byers fueron asesinados el 5 de mayo de 1993.
En la tarde del 5 de mayo de 1993, Stevie Branch, Michael Moore y Christopher Byers -los tres de ocho años- salieron a andar en bicicleta por Arkansas, la ciudad en la que vivían. Los vecinos dijeron que jugaron durante algunas horas en la calle y que luego, de un momento a otro, los perdieron de vista.
Al anochecer, el padre de uno de ellos comenzó a preocuparse porque siempre volvían a tiempo para la cena. Rápidamente, convocó a las familias del resto de los chicos e iniciaron una intensa búsqueda por todo el barrio.
A la mañana siguiente,
la Policía, que ya se había involucrado en la búsqueda, encontró los cuerpos de los menores en una zanja. Estaban desnudos, atados de manos y pies y uno de ellos tenía múltiples mutilaciones en sus genitales.
El escalofriante asesinato conmocionó a Estados Unidos y la lupa de los investigadores se puso inmediatamente sobre tres adolescentes que despertaron las sospechas. Sin embargo, ese sería sólo el inicio de uno de los casos de errores judiciales más controversiales de la historia del país.
Los tres de West Memphis
Los resultados de la autopsia a los cuerpos de los nenes de Arkansas indicaron que no hubo abuso sexual, aunque sí se detectó semen en el pantalón de una de las víctimas. En esta línea, y según las circunstancias en las que encontraron a los cadáveres, los policías plantearon una hipótesis que, con el correr de los días, se hizo más fuerte: la del sacrificio humano.
Además,
el informe detallaba que Steve Branch y Michael Moore habían muerto ahogados en el agua, mientras que Christopher Byers falleció a causa de la pérdida de sangre que le provocaron las lesiones que los agresores le produjeron en los genitales.Con esta nueva teoría, los investigadores comenzaron a sospechar de Damien Echols, un joven de 18 años al que le gustaba el heavy metal, llevaba el pelo largo, se vestía de negro y se interesaba en el satanismo. A él, se le sumaron las dudas por dos de sus amigos, Jason Baldwin y Jessie Misskelley, que tenían 16 y 17 años respectivamente y que eran identificados como jóvenes introvertidos y de mal comportamiento.
Los cuerpos de los nenes de ocho años fueron encontrados al día siguiente de su desaparición.
Durante la investigación, las autoridades recibieron una alerta de que Echols había sido visto con la ropa manchada de barro la misma noche en la que los chicos desaparecieron. La situación del joven se complicó luego de que dos nenas de 12 y 15 años dijeran que habían escuchado al sospechoso decir que había sido el autor de los asesinatos.
De esta manera, un mes más tarde, la Policía detuvo a Damien junto a sus dos amigos y, sin pruebas contundentes, se los acusó del triple homicidio. El argumento se basaba en una “confesión” que había hecho Jessie Misskelley luego de una indagatoria que duró alrededor de 12 horas.
En ese testimonio -del cual sólo quedaron registrados 45 minutos y no hubo ni un testigo presente-, el adolescente de 17 años afirmó que Echols y Baldwin habían asesinado a los chicos de ocho años y que él había estado presente. Posteriormente, si bien Misskelley sostuvo que había hecho esa confesión bajo amenaza, la imagen de “jóvenes satánicos” ya estaba instalada en la sociedad.
Finalmente, en 1994, los tres jóvenes fueron declarados culpables del homicidio de Steve Branch, Christopher Byers y Michael Moore, aunque no todos tuvieron la misma condena. Por un lado, Echols fue considerado como el autor intelectual del crimen, por lo cual fue setenciado a la pena de muerte, mientras que Misskelley y Baldwin recibieron cadena perpetua.
Jessie Misskelley, Damien Echols y Jason Baldwin. La lucha por la verdad
Los jóvenes, que fueron apodados “los tres de West Memphis”, continuaron luchando por defender su inocencia e iniciaron una campaña que llegó a contar con el respaldo de celebridades como Eddie Vedder, el líder de Pearl Jam, el actor Johnny Depp y la cantante del grupo Dixie Chicks, Natalie Maines.
A ello, se le sumó una amplia cobertura mediática que estuvo compuesta por la producción de documentales y la publicación de libros sobre el caso, junto al lanzamiento de canciones en las que se pedía que se liberara a los tres. Incluso, Pearl Jam llegó a dar recitales a favor de los acusados.
Así fue cómo en 2007, en un escenario que contaba con avances en la ciencia, se comprobó a través de pruebas de ADN, cuyo material se recolectó de la ropa de los chicos, que los tres acusados por el triple homicidio nunca estuvieron en la escena del crimen y que la muestra de semen que se halló en un pantalón pertenecía a una persona que no lograron identificar.
Casi al mismo tiempo, la madre de la testigo que dijo que había escuchado a Echols confesar los asesinatos, puso en duda la veracidad de esa declaración. Para ese entonces, Damien se encontraba en el corredor de la muerte a la espera de la inyección letal, mientras que Misskelly y Baldwin estaban cumpliendo su pena.
Recién en el 2011, después de pasar 18 años en la cárcel, finalmente los “tres de West Memphis” pudieron acceder a una maniobra legal, llamada doctrina Alford, que les permitió salir en libertad. A través de este recurso, Echols, Misskelley y Baldwin admitieron su inocencia, pero aceptando que la Justicia tenía pruebas suficientes para acusarlos de los delitos. Finalmente, los tres fueron liberados con 10 años de sentencia suspendida.
En una entrevista para el medio The Objective, Damien Echols -quien fue la inspiración para crear al personaje Eddie Munson en la serie de Netflix Stranger Things- expresó su rechazo en relación con el desarrollo de la investigación.
“Vivimos en la época del miedo. Siempre existieron los villanos. En la década de los cincuenta eran los comunistas; en los noventa, los satánicos, y ahora son los terroristas. Los chicos que fueron culpados por pintarse las uñas de negro y escuchar heavy metal, ahora son adultos que intentan llevar una vida normal, viven con sus parejas, viajan y aprendieron a manejar. Sin embargo, el caso a estas alturas sigue abierto: no se sabe quién asesinó aquel 5 de mayo, a tres nenes de primaria. El estado de Arkanas no tiene ningún interés en resolverlo, eso es todo”, concluyó. /
TN
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