En las últimas horas, se ha duplicado el número de hogares sin agua potable, llegando a 441.120, mientras que se registran 350.000 propiedades sin electricidad.
En la mañana, el río Guaíba en Porto Alegre superó los 4,23 metros, lo que representa su mayor nivel desde 1941. En la zona histórica, el nivel del agua aumentó a 2,5 metros, mientras que se calcula un desbordamiento de tres metros.
Las autoridades señalaron una probabilidad alta o muy alta de inundaciones en varias regiones de Rio Grande do Sul y el estado vecino de Santa Catarina, así como deslizamiento de tierra debido a las lluvias, mientras muchos pobladores aún esperaban ser rescatados.
“Más de 8000 personas ya han sido rescatadas por tierra y aire, en las más diversas circunstancias de este dramático momento que vivimos”, dijo el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, quien hizo “un llamamiento a todos los que se encuentran en una zona de riesgo para que abandonen estos lugares y se refugien en un lugar seguro”.
Leite aseguró asimismo que se desplegaron sobre el terreno “más de 2000 hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad del Estado y al menos otros 1000 de las Fuerzas Armadas”, que están “trabajando incansablemente en los rescates”.
A diferencia del temporal de 2023, cuando las lluvias solo afectaron un pequeño número de áreas, ahora afectan a todo el territorio, lo que lo convierte en el mayor desastre de la región en la historia reciente.
El gobierno central ha obtenido más recursos para asistencia humanitaria, reconstrucción de infraestructuras y otros servicios al reconocer el estado de calamidad decretado por las autoridades locales.
La zona central de Porto Alegre está resguardada por un conjunto de defensas y compuertas. No obstante, hay varias localidades como Barra del Ribeiro, Eldorado del Sur y Guaíba que sufrirán las inundaciones. /
La Nación