El viejo sueño de Raúl Alfonsín de trasladar la Capital Federal a ViedmaNo es la primera vez que se habla de una propuesta de este estilo. En 1986, la propuesta fue impulsada por el entonces presidente Raúl Alfonsín para dotar de mayor federalismo al país que recién salía de la dictadura militar y en pleno Plan Austral, el programa de estabilización monetaria ejecutado por el ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille.
En ese marco, Alfonsín lanzó su iniciativa que naufragó a los pocos años.
“El plan tenía una idea geopolítica: impulsar la Patagonia, llevar la Capital hacia el sur, el frío. Pero la idea fracasó porque nadie estaba dispuesto a asumir los costos de ese proyecto”, dijo a TN el investigador Carlos Reboratti, autor del libro
“Nueva Capital, Viejos Mitos”.El 27 de mayo de 1987, el Congreso sancionó la Ley 23.512. La norma declaraba al Distrito Federal de Viedma-Carmen de Patagones como la nueva Capital Federal de la Argentina. El plan original preveía que las provincias de Buenos Aires y Río Negro debían ceder 490 mil hectáreas para establecer el nuevo distrito.
Para impulsar el proyecto se creó incluso el Ente para la Construcción de la Nueva Capital-Empresa del Estado (Entecap). Este organismo tenía como objetivo organizar la parte técnica y de infraestructura para concretar el traslado. A lo largo de unos pocos años ideó obras hidráulicas, edificios públicos, barrios, hospitales, puentes y nuevas universidades. Todo a un costo de 2300 millones de dólares.
Sin embargo, el proyecto comenzó a diluirse con el correr de los años en medio de una severa crisis económica y social dominada por un contexto de hiperinflación que llevó al presidente a entregar el poder seis meses antes de concluir su mandato. Su sucesor, Carlos Menem, le dio el tiro de gracia a una iniciativa que fue uno de los grandes sueños del llamado “padre de la democracia” argentina: disolvió el Entecap por decreto y liquidó todos sus bienes y propiedades. /
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