Transfusiones, 60 pastillas y 30 médicos: así vive el millonario que quiere llegar a 150 años

Viernes 29 de Noviembre de 2024, 12:10

El empresario realiza un experimento con su propio cuerpo en busca de frenar el envejecimiento. Los detalles de su rutina y una grave reacción alérgica que casi lo deja ciego.



El empresario multimillonario Bryan Johnson, fundador de la compañía Braintree, convirtió su vida en un experimento extremo de longevidad. A sus 47 años, dedica cada día a intentar frenar el envejecimiento a través de un complejo plan que incluye la ingesta de 60 pastillas diarias, transfusiones de plasma, monitoreo constante por parte de un equipo de 30 médicos y una rutina estricta diseñada para reducir su edad biológica a la de un joven de 18 años. Lejos de ser un proceso sin riesgos, días atrás sufrió una grave reacción alérgica.

Su objetivo principal es desafiar la biología humana y extender la esperanza de vida más allá de los límites actuales
. Según él, la humanidad está en una etapa en la que se puede pasar de la “muerte inevitable” a la “incertidumbre”. Este pensamiento lo llevó a desarrollar el Project Blueprint, un sistema que optimiza cada aspecto de su salud y lo convierte, tal como describe, en “el atleta profesional del rejuvenecimiento”.

El empresario Bryan Johnson le saca a su hijo de 18 años un litro de sangre al mes para rejuvenecer. (Foto: Instagram @bryanjohnson_)
El empresario Bryan Johnson le saca a su hijo de 18 años un litro de sangre al mes para rejuvenecer.

Los detalles de la rutina diaria de Bryan Johnson

La rutina de Johnson está completamente planificada. Cada actividad, desde su dieta hasta su ejercicio, es supervisada y ajustada para potenciar su longevidad.

    *Despertar a las 5.30 de la mañana: inicia el día con una hora de ejercicio, con pesas, estiramientos y entrenamiento de alta intensidad tres veces por semana. Durante estas sesiones, utiliza dispositivos biométricos para medir su consumo de oxígeno y su rendimiento físico.
    *Consumo de suplementos y dieta estricta: ingiere 60 pastillas diarias, incluyendo ferritina, vitamina C, aminoácidos y flavanoles de cacao. Su dieta consiste en 1950 calorías diarias, principalmente vegetales al vapor, lentejas y un batido llamado “Gigante Verde”, rico en nutrientes.
    *Monitoreo exhaustivo: utiliza dispositivos para medir su índice de masa corporal, hidratación, grasa corporal y otros indicadores. Durante el sueño, un dispositivo monitorea sus erecciones nocturnas, consideradas un marcador biológico de salud cardiovascular y sexual.
    *Tratamientos estéticos y biomédicos: realiza sesiones de láser facial para estimular la producción de colágeno, utiliza máscaras luminosas y evalúa sus propias muestras biológicas.

Lejos de tratarse de un proceso accesible, el Project Blueprint cuesta más de dos millones de dólares al año. Este presupuesto cubre los honorarios médicos, suplementos, dispositivos tecnológicos y tratamientos estéticos. Gran parte de los datos recopilados en su régimen están disponibles de forma gratuita para que otros puedan replicar su enfoque.

Las transfusiones de plasma y un experimento fallido: la hinchazón facial que casi deja ciego a Bryan Johnson

Entre las prácticas más polémicas de Johnson están las transfusiones de plasma. Este procedimiento, conocido como “terapia de plasma generacional”, consiste en intercambiar sangre con su hijo de 18 años y su padre. Aunque en su caso no se observaron beneficios, asegura que tuvo un impacto positivo en su padre, quien mostró mejoras notables tras el tratamiento.

Recientemente, a finales de noviembre, experimentó con inyecciones de grasa facial para recuperar el volumen perdido debido a su dieta extrema. Este procedimiento, parte de su iniciativa Baby Face, derivó en una reacción alérgica severa que le provocó hinchazón extrema y pérdida temporal de visión.

la hinchazón facial que casi deja ciego a Bryan Johnson. Foto: Instagram @bryanjohnson_
la hinchazón facial que casi deja ciego a Bryan Johnson.

La inflamación fue tan pronunciada que sus ojos se cerraron por completo. Aunque su rostro volvió a la normalidad una semana después, el empresario admitió que el incidente no lo disuadió de continuar explorando métodos innovadores para combatir el envejecimiento facial. “Siete días después mi cara volvió a la normalidad y estábamos de vuelta en las trincheras reformulando planes para nuestro próximo intento”, explicó en una publicación en Instagram.

De la depresión al experimento de longevidad

Antes de someterse a este experimento de longevidad, Johnson atravesó una década de depresión. Tras vender Braintree a PayPal a cambio de 800 millones de dólares en 2013, entró en una etapa de insatisfacción y sobrepeso. Fue en ese contexto que comenzó a replantear su vida, al tiempo que se divorció y abandonó la iglesia mormona en la que había crecido.

Desde entonces, se dedicó a invertir en proyectos de tecnología avanzada, como OS Fund y Kernel, empresas enfocadas en biología sintética y neurotecnología. “Mi misión es no morir. Estoy construyendo un modelo que podría cambiar el curso de la historia humana”, expresó.. /TN