Miércoles 01 de Enero de 2025, 17:33
Los controles de alcoholemia en las fiestas siguen generando situaciones insólitas. Después de la polémica por los dos rusos atrincherados en un coche diplomático en Navidad, el Año Nuevo llegó con una confusa escena que incluye al conductor de una moto de Uber que se llevó una multa por alcoholemia aún sin haber tomado una sola gota de alcohol, en Buenos Aires.El hecho tuvo lugar en el barrio de Palermo, y el afectado fue un joven de 19 años, motociclista de la app de transportes. Este miércoles llevaba una pasajera que, en un control de alcoholemia, dio positivo. Por la normativa vigente, a él le retuvieron el vehículo y fue multado.
En declaraciones a TN, Ciro, el chofer involucrado, explicó: “Tengo 19 años y tuve un problema con los controles de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires. Estaba trabajando como Uber moto, recogí a una pasajera, le pregunté si había bebido alcohol, a lo cual me respondió que no. Durante el viaje nos detuvieron para realizarme un test de alcoholemia. A mí me dio 0, pero a la pasajera le dio positivo. Me retuvieron la moto y me hicieron una multa”, contó.
“Yo no la conozco y no tengo forma de comprobar si ella bebió o no. Mi responsabilidad es no tomar alcohol, pero no me puedo hacer cargo de cada usuario que me toca”, agregó.Además, relató que mostró la aplicación al agente de tránsito para demostrar que estaba trabajando, pero la respuesta fue tajante: “No es mi problema, estás manejando con alguien alcoholizado y la ley es la misma por más que sea o no un conocido”, lo cortó.
El joven también aceptó que la persona que transporta puede afectar la estabilidad de la moto si está alcoholizada, pero consideró que como conductor no tiene forma de saber con certeza si su pasajera ha consumido alcohol.
Ciro, visiblemente preocupado por las consecuencias económicas que le generará este episodio, se lamentó: “Hoy me retienen la moto y la licencia a mí, cuando yo no infringí ninguna regla propia. Ahora tengo que pagar el acarreo, no sé los costos, nunca me pasó”, dijo. Según contó, por el viaje iba a cobrar apenas unos 6 mil pesos.
Por su parte, la pasajera, que fue demorada por las autoridades, comentó: “Me dio positivo, pero desconocía que no podía subir (como pasajera) tras haber consumido alcohol. No siento culpa porque no sabía y él (por el conductor) no me preguntó si yo estaba alcoholizada”.Quien se metió en la polémica fue el legislador libertario Ramiro Marra, que al ver el caso en sus redes tuiteó al respecto. "La acompañante estuvo pésima: lo llevó a cometer una falta y se desligó de toda culpa.
Es necesario cambiar el Código de Tránsito (5.4.5) para que la multa recaiga en el acompañante, sea agravada por poner en riesgo al conductor y no se retire la moto.
Mientras tanto, en redes sociales varios usuarios comenzaron a tuitear a favor de Ciro, señalando que era injusto que la multa recaiga sobre él. Pero uno de los tuiteros, identificado como Kilovatio Hora, encontró un artículo en el Código de Tránsito y Transporte porteño que señala cómo la sanción debe caer en el pasajero.
Marra agradeció ese aporte en X, se puso en contacto con Ciro y lo acompañó a la playa de infractores. "Venimos a recuperar la moto", tuiteó, junto a una foto con su perro Amico Estoico y el joven Uber.
Poco después de las 15, compartió en sus redes sociales una foto en la cual se mostraba con el vehículo ya recuperado, mientras reposteaba tuits de sus seguidores en los cuales lo elogiaban y aprovechaban para dispararle dardos contra Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
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