Sábado 18 de Enero de 2025, 12:45

Cristina Kirchner avaló un mensaje del senador Oscar Parrilli con fuertes cuestionamientos a los medios y a la Justicia, pero sin menciones al rol de los espías que dependían de él en la SIDE
Este sábado, la exmandataria Cristina Kirchner manifestó su reacción tras cumplirse 10 años de la muerte de Alberto Nisman. Este siempre ha sido un asunto delicado para la dirigente actual del Partido Justicialista (PJ), ya que el fiscal la había acusado de ocultar el atentado a la AMIA y que su deceso tuvo lugar durante su segundo mandato.
Durante el décimo aniversario de la muerte de Nisman, quien lideraba la Unidad Fiscal para la Investigación de la Causa AMIA y falleció horas antes de presentar su trabajo al Congreso, la exmandataria optó por publicar en su cuenta de X un descargo del senador Oscar Parrilli, uno de sus más destacados aliados y quien en 2015 ocupaba la dirección de SiDE. El mensaje contenía severas críticas hacia los medios de comunicación y la Justicia, dos objetivos discursivos frecuentes del gobierno de Cristina Fernández.
Por otro lado, no se mencionó la línea de investigación que la fiscalía sigue y que enfoca su atención en el intercambio de mensajes entre espías del kirchnerismo que estaban orgánicamente vinculados a Parrilli, cuando aún no se sabía de la muerte de Nisman, y en la dificultad de los trámites en el departamento del fiscal, donde se presentaron decenas de individuos. Por esta razón, figuras como Sergio Berni, César Milani y otros exmandatarios están bajo el radar.
“No fallan: son de manual. Todos los años, días antes del 18 de enero, ante un nuevo aniversario del lamentable suicidio del fiscal Nisman, Clarín y LA NACION comienzan a bombardear con notas sobre ‘SU ASESINATO’ INVENTADO -y es literal– primero mediáticamente y después judicialmente por el juez mutante Julián Ercolini“, introdujo Parrilli en el texto que después avaló Cristina Kirchner.

Oscar Parrilli, director de la Agencia Federal de Inteligencia cuando mataron a Nisman
En su cobertura del caso durante estos diez años, La Nación divulgó los datos provenientes de la fiscalía de Eduardo Taiano y del juez Julián Ercolini, quienes, con el apoyo de la Cámara Federal, concluyeron que Nisman fue asesinado. Sin embargo, también señaló que aún persisten discrepancias en las hipótesis sobre la hora precisa de la muerte de Nisman, el rumbo del proyectil y la presencia o ausencia de terceros en el departamento. Por otro lado, este medio señaló que aún la Justicia no proporcionó evidencias definitivas acerca de los presuntos responsables materiales o intelectuales de lo que se percibe como un homicidio.
“Ya se sabe que en Comodoro Py es Ercolini el que tiene a su cargo exclusivo el fuero de las causas inexistentes e imposibles de probar, pero rápidas de inventar con el inestimable apoyo mediático“, insistió Parrilli contra el juez que lleva adelante el expediente.
Asimismo, el senador -respaldado por Cristina Kirchner y quien suele hablar en nombre de ella- mencionó una “pericia trucha de la Gendarmería de Pato Bullrich, que se derrumba ante la calidad técnica indiscutible del Cuerpo de Medicina Forense del Poder Judicial de la Nación, que dictaminó en forma taxativa que lo de Nisman fue un suicidio”, además que citó el informe de la Policía Federal Argentina (PFA).
“Ambos cuerpos técnicos declararon en la causa bajo juramento de ley. Sin embargo, los cachivaches de Gendarmería nunca lo hicieron. Peor todavía: el grupo de Gendarmería que dijo que Nisman había sido asesinado se disolvió, mientras que los otros dos cuerpos técnicos (CMF y PFA) siguen haciendo miles de pericias hasta el día de hoy. Alguien dijo que se vuelve de cualquier lugar menos del ridículo. El aforismo parece hecho a medida para el juez Ercolini y el fiscal Taiano”, comentó Parrilli.
El reporte de la Gendarmería que el senador mencionó es el instrumento clave que la fiscalía necesita para mantener su hipótesis de que Nisman fue asesinado. Ese estudio, llevado a cabo durante el mandato macrista, con Bullrich (hoy Ministra de Seguridad de Javier Milei), determinó que a Nisman fue agredido, intoxicado con ketamina, llevado al baño y le dispararon, mientras que posteriormente los atacantes lo acomodaron en la posición en la que fue encontrado en el baño.
En cambio, el informe realizado por el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, que dio su informe en mayo de 2015, determinó que no existían indicios que respaldaran la implicación de terceros en la muerte del fiscal. Aunque los expertos aclararon que no podían descartar ninguna hipótesis y que tampoco les correspondía realizar la valoración legal del suceso, sostuvieron que no había ningún indicio que les permitiera afirmar con precisión médica que se hubiese tratado de un homicidio.

Diego Lagomarsino, acusado de ser
partícipe necesario
Entre tanto, Parrilli profundizó en la figura del técnico en informática Diego Lagomarsino, quien entregó el arma a Nisman y está acusado de ser partícipe necesario por haber proporcionado la pistola calibre 22.
“¿Resulta que a Diego Lagomarsino, dueño y entregador del arma que provocó la muerte del fiscal –cuestión sobre la que no hay controversia porque está absolutamente probado– lo imputan COMO PARTÍCIPE NECESARIO DEL HOMICIDIO DEL FISCAL NISMAN? ¿Y no estuvo un solo día preso por semejante delito? Y ojo que NO ESTOY PIDIENDO QUE LO METAN PRESO, solo estoy señalando LO INSOSTENIBLE DE LA MENTIRA“, planteó el senador, intercalando mayúsculas y minúsculas para darle mayor entidad a algunos pasajes de su texto.
“Diego Lagomarsino, perito informático, FURIOSO Y COMPROBADO ANTI-K que trabajo durante años junto a Nisman, de quien además era amigo a punto tal que tenían una cuenta bancaria en New York en común junto a la madre y la hermana del fiscal por más de 600.000 dólares... ¿Era un agente inorgánico de las autoridades de la exSIDE antes que yo fuera designado interventor, desde el cual se controlaba y tripulaba al fiscal?“, se preguntó.
Y ahondó contra los medios: “No solo llama poderosamente la atención que las crónicas de La Nación y Clarín casi no mencionan a Lagomarsino -solamente hablan y acusan a ‘funcionarios K’-, sino que además estos mismos medios -tan proclives pedir cárcel para los K- no se ‘INDIGNEN’ ante alguien que circula por la vida como cualquier vecino a pesar de haber sido acusado por Ercolini y el fiscal Taiano de ser nada menos y nada más que ‘partícipe necesario del asesinato’ del fiscal Nisman, al cual estos medios han elevado a la categoría de héroe nacional".
Sin embargo, Parrilli siguió con su teoría y con estos datos inexactos en cuanto a la información publicada en este medio, que compartió Cristina Kirchner. “SE NOTA MUCHO, MUCHACHOS. No lo mencionan. Ni lo recuerdan. Ni piden que vaya preso, PORQUE TIENEN MIEDO DE QUE HABLE y que cuente la verdadera historia de su rol junto a Nisman y de la famosa ‘denuncia’ que el fiscal hizo contra Cristina, impulsado por las viejas jerarquías de la ex SIDE y sobre la que nunca le entregaron las pruebas, por la sencilla razón de que no existían", escribió sobre una versión de la causa que no tiene respaldo probatorio en la Justicia.
Siempre bajo la misma postura, incluso Parilli dijo estar listo para a debatir sobre el caso. “Ahh… Me olvidaba aclarar que estoy dispuesto a cualquier careo y con cualquiera“, comentó y recomendó mirar el documental Nisman: El fiscal, la presidenta y el espía, de Netflix, “para los que quieren conocer la verdad sobre un caso que conmovió al país”. A esa producción del director Justin Webster la describió como “un trabajo de investigación que, de ser abordado en términos jurídicos e institucionales, seguramente permita arribar a conclusiones que tengan que ver con lo que realmente sucedió”.
Para cerrar, Parrilli volvió con una chicana sobre la Justicia y los medios: “P.D.: Al Fiscal Taiano le recomiendo leer el libro del periodista Pablo Duggan, ¿Quién mató a Nisman?, antes de seguir haciendo servilismo de Clarín y La Nación“.
Desde el fallecimiento del fiscal de la AMIA, las dudas que envuelven la escena del delito y el expediente van desde la presencia en el departamento de Puerto Madero del entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni, momentos después del descubrimiento del cuerpo, la notable falta de custodia justo cuando todo sucedió, y también las deficiencias en los procedimientos, como por ejemplo en la conservación del cuerpo.
Además de Lagomarsino, otros cuatro custodios de Nisman están en proceso judicial por incumplimiento de sus responsabilidades como funcionario público y dos de ellos por encubrimiento.
Actualmente, no existen señales de que la causa será sometida a un juicio oral y público. /
La Nación
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