Se hizo multimillonario a los 19 años gracias a la lotería, pero los lujos y excesos lo llevaron a la quiebra: hoy reparte carbón

Domingo 09 de Marzo de 2025, 09:21





A sus 19 años, el joven Michael Carroll se encontró con una situación favorable al ganar 9,7 millones de libras en la Lotería Nacional Británica, un hecho que lo llevo a hacerse millonario de forma instantánea. La noticia recorrió el país, convirtiendo su vida en un escaparate de lujos y excesos. El premio obtenido le permitió despedirse de su antiguo empleo y aventurarse en un mundo de ostentación que hasta entonces solo había soñado.

La nueva cotidianeidad no tardó en rodearse de amistades ansiosas por compartir su fortuna. Vacaciones, fiestas y ostentosas adquisiciones marcaron sus primeros días en la cima. La riqueza le parecía inagotable, y cada inversión y gasto se justificaban en la búsqueda de experiencias únicas y el placer inmediato.

En poco tiempo, la figura del ex recolector se consolidó en la prensa y entre la alta sociedad. Su repentino ascenso le abrió puertas y le otorgó una notoriedad que transformó su identidad, dejándolo marcado como un claro ejemplo de éxito relámpago en el Reino Unido.

La fortuna recién ganada lo impulsó a un estilo de vida desbordado. Perdido en las drogas, el alcohol y las fiestas interminables, Michael Carroll se entregó a excesos que desbordaron cualquier límite. El ex recolector relató con orgullo haber tenido relaciones con miles de mujeres y comenzaba sus días con dosis de cocaína y vodka.

La inmensa ostentación se convirtió en una situación de desmedidos derroches que arrastró su salud y su vida personal. En este contexto, los problemas legales se acumularon: múltiples arrestos, encarcelamientos por delitos de posesión de sustancias y conducción temeraria, además de la ruina de su matrimonio a causa de infidelidades reiteradas.

El colapso fue inevitable. Tras invertir en una mansión y en su club de fútbol favorito, sus proyectos financieros se convirtieron en fracasos rotundos, llevando a la declaración de bancarrota en 2013. Durante tres meses, Michael Carroll se vio obligado a alojarse en un hotel para indigentes, mientras luchaba por conseguir un empleo a pesar de su turbulento pasado.

El ex millonario, sin opciones y con deudas impagables, se vio forzado a vender su propiedad por una fracción de lo invertido y, finalmente, retomar el oficio que una vez le dio sustento: la recolección de basura. Labores en fábricas y mataderos marcaron su rutina, hasta que en 2019 se trasladó a Escocia para trabajar como repartidor de carbón.

Ganó casi 10 millones de libras en la lotería, pero los derroches lo dejaron sin nada.

Hoy, a sus 40 años, Carroll asegura haber encontrado estabilidad en un apartamento en Elgin. El inglés renunció a los excesos del pasado, volvió a casarse con su exesposa y se declara “ciudadano respetuoso de la ley”. Con una mentalidad positiva, sostiene que no cambiaría nada de su experiencia, la cual lo transformó profundamente y le enseñó a valorar cada oportunidad para rehacer su destino.