"Vi su cara y no pude hacer nada", dijo Lucas, entre lágrimas, junto a una mujer que intentaba consolarlo.
Desde
la puerta de su casa, el joven rememoró la dramática situación en la
que quedó junto a su abuela, con el agua hasta el cuello. La señora no
podía caminar porque tenía problemas de cadera y Lucas intentó ayudar a
salir. Pero no pudo. "La vi cómo la iba arrastrando, se hundía, no la vi más. No sé dónde paró. La correntada se la llevó. Vi su cara y no pude hacer nada", narró angustiado en un móvil con el canal C5N.
La tragedia deja cicatrices. Las palabras de Lucas marcan el tono de lo trágico que fue lo que pasó en Bahía Blanca. "Ella me miraba a mí", dijo como una última imagen que le quedó grabada: "Cada vez que me acuesto lo pienso".
Los autos que pasaban frente a su casa causaban olas e hicieron que la puerta del garaje se abriera. Entonces entró el agua. Lucas intentó abrir una puerta contra la fuerza del caudal para asistir a su abuela y también a sus tías.
"La tuve que sujetar.
Aproveché que estaba flotando. También se nos cerró la puerta de la
cocina y la tuve que empujar... no sabés la fuerza que tuve que hacer por la presión del agua", recordó el joven.
Su
voz se quiebra con el devenir del recuerdo: "El agua nos llegaba hasta
acá (se señala el cuello) y mi abuela medía 1,40 m., ya se estaba ahogando".
"La tuve que subir y agarrarla a las varillas de la puerta. Hubo un
momento en el que la puerta no resistió y me llevó a mí con mi abuela.
Yo me agarré de una rama, mí abuela se fue", continuó.
Luego
pidió ayuda a vecinos de enfrente. "Vinieron dos chicos con una moto de
agua. Me agarraron a mí primero y les dije que mis tías estaban ahí
porque también se estaban ahogando, también son petizas", comentó
angustiado. /Clarin