Domingo 13 de Abril de 2025, 22:17
Hace unos días, la empresa biotecnológica estadounidense Colossal Biosciences anunció haber logrado la “des-extinción” del lobo terrible, un cánido extinto hace más de 12.000 años, generando gran atención mediática y debate científico. Aunque fue presentado como un renacimiento de la especie, se trata en realidad de lobos grises genéticamente modificados con características del lobo extinto.
Científicos resucitaron a lobos gigantes que estaban extintos
Colossal también planea revivir otras especies como el mamut lanudo, el tilacino y el dodo, lo que ha desatado críticas desde distintos campos científicos y éticos. Expertos señalan que los hábitats actuales han cambiado drásticamente, y que estas especies modificadas no serían equivalentes ecológicos reales, además de enfrentar posibles sufrimientos físicos y psicológicos.
La comunidad científica advierte sobre el riesgo de desviar recursos y atención de la conservación de especies vivas y ecosistemas en crisis. También se cuestiona la viabilidad, el bienestar animal, y el posible impacto ecológico de introducir organismos diseñados biotecnológicamente en un mundo moderno.
En resumen, aunque la tecnología avanza, la "des-extinción" sigue siendo más simbólica que real, y plantea serios dilemas éticos y ambientales sobre el rumbo que debería tomar la ciencia frente a la pérdida de biodiversidad.
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