Miércoles 16 de Abril de 2025, 18:40
Marcos Daniel Fernández, uno de los condenados a 20 años de prisión por el crimen de la docente Beatriz "Betty" Argañaraz, cuyo cuerpo nunca se encontró, regresó a la cárcel por haber incumplido una de las exigencias que se le habían impuesto cuando le otorgaron la libertad condicional, que era la de residir en un domicilio pre estipulado. Al momento del crimen, ocurrido el 31 de julio de 2006 (en poco más de tres meses se cumplen 20 años), el condenado se llamaba Nélida Fernández y mientras estaba en la cárcel solicitó el cambio de género, por eso la modificación del nombre.
En mayo del año pasado, salió del penal de Banda del Río Salí, donde había sido enviado tras ser condenado en 2009 a 20 años de prisión por el homicidio de Argañaraz. Lo hizo con quien era su pareja, Susana Acosta, sentenciada a la misma cantidad de años de prisión. Según la Justicia, ambas mataron a la docente en el departamento en el que vivían, en calle Catamarca al 100 y luego hicieron desaparecer su cuerpo. A pesar de que se llevaron además decenas de medidas, nunca se supo donde había sido arrojado el cadáver.
Ambas mujeres cumplieron los dos tercios de la condena tras lo cual decidieron pedir la libertad condicional que por ley les correspondía. Acosta salió de la cárcel en 2023, y Fernández el año pasado.
Ahora, por el incumplimiento de respetar su lugar de residencia, Fernández vuelve a la cárcel.
Marcos Daniel Fernández
Pero la resolución de la jueza puede tener una pronta derivación. Es
que el Ministerio Público Fiscal solicitó una audiencia en la que pedirá
que también se le revoque la condicional a Susana Acosta, por los
mismos motivos. De esta manera, de confirmarse esto, ambos condenados
deberán cumplir su pena en forma completa y estarían saliendo en
libertad a fines del próximo año.
Uno de los requisitos para obtener el beneficio era que fijaran un domicilio, y lo hicieron ambos en San Miguel de Tucumán. Pero, según advirtieron desde el Ministerio Público Fiscal, ambos condenados vivían en realidad en El Cadillal, donde habían construido una casa ya en épocas del crimen, donde conviven con su nieta. Esa residencia fue objeto de varios allanamientos en el transcurso de la investigación. Fernández ya había sido advertido de que no podía vivir allí, pero no cumplió. Por eso el martes se fijó una audiencia donde el auxiliar fiscal Gonzalo García, en representación del Ministerio Público Fiscal solicitó que se le revocara la prisión domiciliaria.
El seguimiento fue posible gracias a que Fernández tiene colocada una tobillera electrónica, lo que fue advertido por el Patronato de Internos y Liberados. Fernández adujo que debía ayudar a Acosta y que al mismo tiempo de esa manera compartía tiempo con su nieta, pero también aseguró que había conseguido trabajo en un drugstore de la zona y que no podía viajar todos los días desde la Capital hasta El Cadillal. También dijo que cada 15 días iba a la psicóloga, tal como se le había ordenado, y que visitaba el Patronato “una o dos veces por mes”.
A pesar de esto, y luego de escuchar todos los testimonios, la jueza de Ejecución de Sentencia Ana Cecilia Escobar decidió revocarle el beneficio ya que su actitud constituía un incumplimiento judicial, y fue detenido y enviado al complejo penitenciario de Delfín Gallo.
De la audiencia presidida por la jueza Escobar participó además Liliana Argañaraz, la hermana de la víctima, quien desde el primer momento se convirtió en la persona que mas buscó a la docente. Como ya había hecho en otras ocasiones, Liliana aprovechó que tenía la posibilidad de hablar ante uno de los condenados y le rogó que le dijera dónde estaba el cuerpo, según publica La Gaceta. Pero como desde el principio, Fernández aseguró que no tiene nada que ver con él caso y que ni él ni Acosta mataron a Betty. “Soy culpable de ser inocente”, le dijo fríamente a Argañaraz. Liliana no se quedó atrás y recordó: “La sangre de mi hermana estaba en el departamento de ustedes, los golpes que ustedes tenían hablaron de lo que hicieron, ustedes fueron condenados y con sentencia firme”, pero no obtuvo respuesta.