Viernes 25 de Abril de 2025, 05:48
Las personas mayores de 60 años están desafiando los estereotipos tradicionales de la vejez. Esta generación está protagonizando una transformación cultural que redefine cómo se envejece: de forma activa, saludable y con hábitos de consumo completamente renovados. Este fenómeno, conocido como Silver Economy, no solo está reconfigurando las industrias y redirigiendo el foco del mercado hacia este creciente segmento en América Latina, sino que también está cambiando la forma en que entendemos el bienestar en la etapa adulta. Ya no se trata solo de vivir más años, sino de vivirlos mejor.
Mercedes Jones, doctora en sociología por la Universidad de San Andrés, lo resumió durante el foro GLI Latam organizado por Pro Mujer: “Entramos en la era de la gestión de la longevidad, que implica combatir el edadismo y replantear conceptos como trabajo, acción y participación desde una mirada integral e inclusiva”.
Un futuro más longevo para América Latina
Las proyecciones de la ONU son claras: en América Latina y el Caribe, la población mayor de 65 años podría pasar del 9,9% actual a casi el 19% en 2050. Según el especialista Cristian Sepúlveda, hoy en países como Argentina, Chile, Colombia y Perú, las personas mayores de 60 ya representan entre el 13% y el 16% de la población. Para 2030, se espera que este grupo etario supere en número a los menores de edad en varias de estas naciones.
Edad funcional: un nuevo paradigma
La longevidad ha dejado de medirse únicamente por los años vividos. El concepto de “edad funcional” o biológica gana protagonismo al enfocarse en el estado real del cuerpo, más allá del calendario. Como señala el informe The Future of Aging de Deloitte, en 1900 la esperanza de vida en EE.UU. era de apenas 47 años; hoy supera los 70, y en el caso de las mujeres, los 80.
Este cambio está alterando radicalmente cómo concebimos el envejecimiento. En el futuro, señala Deloitte, enfermedades como el cáncer o la diabetes podrían retrasarse o incluso prevenirse, y la vejez estaría asociada no a la enfermedad, sino a la vitalidad y la participación social.
La ciencia detrás de la longevidad
Investigaciones recientes respaldan esta visión. En Harvard, científicos lograron duplicar la esperanza de vida de ratones mediante una técnica experimental que revierte el envejecimiento. Este avance, publicado en Cell, representa más de una década de investigación sobre los mecanismos biológicos del tiempo.
El genetista Jorge Dotto explicó a Infobae que el envejecimiento comienza desde el nacimiento, y que factores como la alimentación, el descanso y la actividad física influyen en la expresión genética. “Cada día podemos tomar decisiones conscientes que mejoren cómo envejecemos”, asegura.
Un estudio del Max Planck Institute refuerza esta idea: el envejecimiento biológico puede detectarse en etapas tempranas, mucho antes de que se manifiesten enfermedades crónicas, lo que abre la puerta a intervenciones preventivas.
Envejecimiento activo: una filosofía de vida
El médico brasileño Alexandre Kalache, exdirector del Departamento de Envejecimiento de la OMS, es uno de los impulsores del concepto de “envejecimiento activo”. Este enfoque propone aprovechar al máximo las oportunidades en salud, educación, participación y seguridad a lo largo de la vida.
En palabras de Kalache, inspirado en su amiga Jane Fonda, esta etapa debe vivirse con plenitud. “A los 79 años, esa es mi realidad, y seguiré por este camino”, afirma. En sus charlas invita a imaginar cómo celebrarán sus 80 años, y la respuesta del público es clara: nadie quiere verse en un geriátrico, todos aspiran a seguir activos y conectados.
Cambios culturales: belleza, identidad y autonomía
Uno de los cambios más visibles de este nuevo paradigma es el creciente interés por el bienestar físico y la imagen entre personas mayores. El cirujano plástico Juan Manuel Seren cuenta cómo abuelas, madres e hijas se operan juntas. Incluso relata el caso de una paciente de 79 años que decidió someterse a una cirugía antes de casarse por cuarta vez. “Está sana, hace yoga, es vegetariana y tiene una vitalidad admirable”, relata.
Esta actitud refleja un cambio profundo: las personas mayores ahora deciden sobre su cuerpo con la misma autonomía que los jóvenes. La edad ya no es un límite para buscar bienestar, vitalidad o nuevas experiencias.
Una economía en expansión: el poder de la generación Silver
La expansión de la Silver Economy genera nuevas oportunidades en el desarrollo de productos y servicios específicos. En Japón, por ejemplo, el mercado enfocado en adultos mayores se duplicó en dos décadas y representa casi la mitad del consumo total, superando los 1,1 billones de dólares.
Deloitte plantea que en el futuro, gracias a la tecnología y el diseño inclusivo, las personas podrán envejecer activamente dentro de sus comunidades, sin ser segregadas por edad. Como afirma Ashton Applewhite, referente en la lucha contra el edadismo: “La longevidad llegó para quedarse”.
Durante el Silver Economy Forum Latam, el especialista Guillermo Oliveto destacó que los mayores de 50 años ya representan el 25,5% de la población mundial y generan el 40% del consumo global, cifra que podría alcanzar el 50% en 2050. Esta generación, que incluye a baby boomers, generación X y parte de la silenciosa, mueve unos 23 billones de dólares al año, lo que la convertiría en la tercera economía del mundo si se la considerara como una unidad independiente.
A pesar de estos datos, la mayoría de las estrategias de marketing siguen apuntando a los centennials y millennials, desaprovechando el enorme potencial del mercado senior. Sin embargo, todo indica que eso está por cambiar.