Domingo 11 de Mayo de 2025, 23:01
Aunque los
cereales para el desayuno se presentan como opciones nutritivas,
muchos de ellos son productos ultraprocesados con altos niveles de azúcar, poca fibra y bajo poder de saciedad, advierten especialistas en nutrición. Si bien están fortificados con vitaminas y minerales —beneficiosos especialmente en dietas restrictivas o en etapas de mayor demanda como la infancia o el embarazo—,
su perfil nutricional puede variar ampliamente.
Expertos como Sarah Berry, del King’s College de Londres, señalan que
consumir cereales azucarados puede generar picos de glucosa seguidos por bajones de energía y más hambre. En cambio,
opciones como granola sin azúcar, muesli natural o papilla de avena entera ofrecen más fibra, grasas saludables y proteínas, lo que prolonga la saciedad y mejora el control metabólico.
El valor nutricional también depende del
tipo de grano utilizado: los cereales integrales conservan la fibra y los nutrientes del salvado y el germen, a diferencia de los refinados. Estudios recientes muestran que desayunar
cereales integrales como avena o muesli se asocia con menor riesgo de enfermedades crónicas, mientras que los cereales azucarados podrían aumentar el riesgo de cáncer.
La recomendación de los especialistas es clara: leer las etiquetas.
Elegir cereales con menos de 5 gramos de azúcar y más de 3 gramos de fibra por porción, y combinarlos con frutas, yogur o frutos secos, puede marcar la diferencia entre un desayuno ultraprocesado y uno realmente saludable.