Crisis en Georgalos: está en juego el futuro de Mantecol, Toddy y Palitos de la Selva

Lunes 12 de Mayo de 2025, 06:49

La histórica empresa familiar contrató al Banco Santander para explorar inversores o posibles compradores. En medio de una caída del consumo, la firma busca fondos para modernizar sus plantas y expandirse en América Latina.



Adiós, pero quizás hasta luego: "Georgalos pone en venta Mantecol y su legado de dulzura", fue el título que irrumpió en corazón de los argentinos. 

La empresa cordobesa es la dueña de las marcas como Toddy, Bazzoka o Palitos de la Selva. Mantecol. Consultados sobre la posibilidad de desprenderse nuevamente de Mantecol, señalaron a Punto a Punto: “Georgalos no vende ni venderá ninguna marca, se encuentra en pleno proceso de expansión y crecimiento en el Cono Sur apuntando a Latinoamérica".

Georgalos, emblema de la industria alimenticia argentina y creadora del icónico Mantecol, anunció que su portafolio de marcas y fábricas busca socios estratégicos que la capitalicen con hasta 200 millones de dólares. La decisión llega en medio de una crisis prolongada del consumo masivo, que golpea de lleno a las góndolas y a las emociones de varias generaciones que crecieron con sus golosinas.

El encargado de guiar esta transición será el Banco Santander, que tiene el mandato de buscar potenciales inversores o compradores. Fuentes cercanas a la compañía aseguran que el objetivo principal no es deshacerse de Mantecol -una etiqueta con valor simbólico y emocional para la firma- sino sumar músculo financiero para modernizar su infraestructura, lanzar nuevas líneas de productos y expandirse a nivel regional.

El origen de Georgalos

Georgalos, fundada en 1939 por el inmigrante griego Miguel Georgalos, opera hoy en siete provincias argentinas y emplea a más de 2.000 personas. Su sede principal está en Villa Martelli, pero tiene plantas en Buenos Aires, Córdoba, La Rioja y San Luis. Desde allí produce y exporta un extenso catálogo de marcas que incluye, además del célebre Mantecol, otras delicias populares como Nucrem, Toddy, Flynn Paff, Lengüetazo, Bazooka, Palitos de la Selva, Namur y Pequeños Placeres.

En el año 2022, Miguel Zonnaras fue el ganador del "Empresario del Año" de la Revista Punto a Punto. El actual presidente forma parte de la tercera generación de una empresa familiar. Por aquellos días se rescataba que durante su gestión se recuperó la marca Mantecol.

En su discurso, el empresario destacó la importancia de reconocer a las empresas que invierten y generan empleo genuino y analizó: "el país necesita previsibilidad y visión a mediano y largo plazo. Es el camino para tener una sociedad mejor".

El 2022 fue un año histórico para Georgalos que volvió a tener en su manos la marca emblema de la compañía: Mantecol. "Fue un año histórico para nosotros porque le devolvimos parte del ADN a la compañía. Le agradezco a la segunda generación de la empresa que, cuando se tuvo que desprender del activo mas importante que teníamos, volvió a apostar en el país y en el proyecto".

Una historia de ida y vuelta con sabor a maní

En 2001, acorralada por las deudas, Georgalos tuvo que vender Mantecol al grupo Cadbury Schweppes por 22,6 millones de dólares. La marca pasó luego a manos de Mondelez, pero en 2022, como en una novela con final feliz, Georgalos la recuperó. Fue una maniobra celebrada por la familia, que no solo recuperaba un producto sino una parte de su identidad.

“Le decían Mantecol porque parecía un pan de manteca”, recordaba el propio fundador sobre el origen del nombre. La creación estaba inspirada en el halvá griego, pero adaptada al paladar argentino con maní en lugar de sésamo. En sus inicios se producía en el barrio porteño de Floresta, en la esquina de Segurola y Elpidio González, donde llegó incluso a instalarse en una vieja cancha de All Boys. Con el tiempo, y por necesidades productivas, la empresa se trasladó a Río Segundo, Córdoba, donde hoy se encuentra una de sus plantas más importantes.

El vínculo emocional con la marca fue clave en su crecimiento. Parte de ese éxito se gestó gracias a un acuerdo con Manuel García Ferré, creador de Anteojito, quien le cedió a la empresa la contratapa de su revista infantil para publicitar el Mantecol durante años. Así, un postre de maní se convirtió en protagonista de recreos escolares, meriendas y sobremesas.

El presente: números duros, decisiones difíciles

La venta o capitalización ocurre en un contexto económico desafiante: según la consultora Scentia, el consumo masivo cayó un 13,9% en 2024 y un 8,6% en el primer trimestre de 2025. El segmento de productos “impulsivos”, como las golosinas, sufrió una contracción del 14,6% en ese mismo período. Con menos billeteras abiertas, más empresas empiezan a hacer malabares para mantenerse competitivas.

La actual dirección de Georgalos, encabezada por Miguel Zonnaras (nieto del fundador), asegura que esta estrategia financiera no implica el retiro definitivo del mercado ni mucho menos el fin de su historia. Al contrario: buscan financiamiento para robustecer sus plantas, especialmente la de Río Segundo, donde prevén una inversión de 25 millones de dólares para tecnificar el área de chocolates. También apuntan a establecer operaciones en Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador y Colombia.

La firma ya había iniciado un camino de apertura financiera: en 2022 debutó en el mercado de capitales con una emisión de Obligaciones Negociables por más de 3 millones de dólares. Luego consiguió $1.100 millones con otra serie de ONs, destinados a estirar plazos de deuda, modernizar maquinaria y reforzar el capital de trabajo.

En 2021 también había adquirido Alimesa S.A., una planta de PepsiCo en La Rioja donde ahora fabrica Toddy y Zucoa, lo que consolidó su presencia en el rubro de snacks y bebidas en polvo. Esa operación fue parte de una expansión más amplia que también incluyó las barras Flow Cereal, los cereales para desayuno y otras líneas funcionales.

El futuro: ¿una segunda vida para el Mantecol?

Aunque hoy el cartel de “en venta” o “en búsqueda de socios” genere ruido, el mensaje que quiere dejar la empresa es de continuidad. Pero cuesta evitar el nudo en la garganta: hablar de Mantecol es hablar de domingos en familia, de una mesa de fin de año, de una infancia que parecía más dulce.

Georgalos no solo busca inversores. También busca no soltar lo que durante más de ocho décadas endulzó la vida de millones de argentinos. La historia continúa, aunque por ahora, con una pausa de sabor a nostalgia. /Perfil