Lunes 12 de Mayo de 2025, 07:26

Los créditos hipotecarios ya explican poco más de un cuarto de las ventas de inmuebles en el AMBA. Los créditos hipotecarios ya explican poco más de un cuarto de las ventas de inmuebles
Los datos de los últimos meses son concluyentes: el financiamiento bancario otorgado a personas contra “garantía real” pasó a liderar claramente la demanda de créditos, que por largos años había estado destinada sólo a apalancar el consumo.El cambio replica lo que se verifica también en el consumo masivo. Con precios que, si bien siguen mayoritariamente en alza, se actualizan cada vez más espaciadamente y a un ritmo menor, y con salarios aún muy golpeados, los consumidores dejaron de lado las compras para estoqueo y se concentran mayoritariamente en las de necesidad. Este fenómeno se vincula también con que parte de su capacidad de compra fue volcada a la adquisición de bienes durables.
En el caso del financiamiento, ese giro también es notable. En el último bimestre, los préstamos hipotecarios y los prendarios (respaldados con la vivienda y el auto, de allí su clasificación como “con garantía real”) lideran cómodamente la demanda, con tasas de crecimiento que rondan, o incluso superan, los dos dígitos.“El crédito para la compra de viviendas exhibió una tasa de crecimiento mensual de 14,5% en términos reales, con un aumento interanual de 223,7%. Los préstamos prendarios registraron un incremento mensual de 6,0% a precios constantes y ya se ubican 152,1% por encima del nivel de un año atrás en términos reales. En conjunto, los préstamos con garantía real aumentaron 9,2% real en abril”, detalló el Banco Central (BCRA).
Así surge de su último informe monetario, al dar cuenta de la creación secundaria de dinero, vía por la cual, el mes pasado, se inyectaron unos $4,6 billones a la economía, al trepar otro 5% real el crédito al sector privado, que así acumula 13 meses consecutivos de crecimiento y muestra un aumento real de 127,6% en relación con los mínimos de enero de 2024 (ya representa el 8,3% del PBI, contra el 4,3% de entonces).
“El crecimiento del crédito sigue a buen ritmo, volviendo a valores de incremento nominal de alrededor de $4 billones mensuales, como se observó durante el segundo semestre de 2024, al punto que la cartera del sector privado se ha más que duplicado en el último año. De esta manera, se está materializando el redireccionamiento de los recursos bancarios del sector público hacia el privado”, dijo Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, dando cuenta del movimiento.
Claro que esto, que supone para los bancos el desafío de prestar a plazos más largos, ocurre cuando lo que sigue reinando en materia de depósitos es el cortoplacismo (más de dos tercios de las colocaciones están pactadas a los plazos mínimos). Además, se registra una caída en el stock de plazos fijos, que alcanza el 4% en los últimos 30 días, por rescates de casi $500.000 millones, realizados mayoritariamente para proceder a la compra de dólares ahora que se liberó el cepo para las personas.
“Los depósitos en pesos se estancaron, mientras que los préstamos en esa moneda siguen creciendo”, observaron en la consultora Quantum, aportando incluso un gráfico revelador.
A la vez, un reciente informe de Moody’s destacó que “la proporción de préstamos al sector privado sobre el total de activos aumentó a 40% desde 23% en 2023. Ese crecimiento no implicó un incremento significativo del activo de los bancos (que aumentó un 11% interanual) sino que vino de la mano de una fuerte disminución en el financiamiento al sector público, que llegó a representar un 51,3% en abril 2024?.
La cuestión es que esto ocurre cuando la tenencia de liquidez de los bancos (que en los últimos años fue hiperholgada) muestra una clara tendencia a estrecharse. Incluso el propio Gobierno lo reconoce, al haberles devuelto en los últimos meses —vía cancelaciones de deuda— parte de lo que los bancos tenían colocado en bonos, algo que promete seguir haciendo.
Los bancos, aunque celebran públicamente la reactivación del crédito y la normalización de la actividad, tras años de haber tenido que privilegiar el financiamiento al fisco, comienzan a seguir con atención la reconfiguración de esa demanda. Así lo manifestaron, en off the record, múltiples entidades consultadas.
En especial, porque se da en un contexto en el que el propio Gobierno alerta que los que faltan y van a faltar “son los pesos”.
En principio, en los bancos aseguran que tienen resto para seguir atendiendo la demanda en las actuales condiciones de tasa, aunque la mayoría ya comenzó a ajustar levemente al alza las tasas hipotecarias para tratar de dosificar los pedidos.
“Los créditos largos todavía pesan relativamente poco en la cartera de préstamos de los bancos, por lo que aún hay espacio para que sigan creciendo. Pero es indudable que este cambio de tendencia va estirando la duration de esos activos, cuando tu estructura de pasivos (depósitos) es de muy corto plazo: el 40% son fondos transaccionales muy volátiles, y eso atenta contra la posibilidad de seguir ofreciendo, por caso, hipotecas”, reconoció el responsable de créditos de un banco privado líder.
“Hasta aquí, y por un tiempo más, este proceso que ya lleva un año se alimenta desarmando financiamiento al Gobierno para dárselo a los privados. Es decir, pasamos del crowding-out al crowding-in. Pero eso tiene un límite que, estimo, se hará más visible hacia fin de año si la demanda sigue a este ritmo, y obliga a pensar en cómo seguir”, coincidió un referente del sistema.
“Con los créditos prendarios no veo problema, porque ya veníamos de financiar al Estado a dos o tres años y los plazos efectivos de recupero no difieren demasiado. El problema puede aparecer con los hipotecarios, más aún si no se flexibilizan los criterios para que los bancos puedan prestar en dólares, aunque a la vez se aliente el uso de esa divisa. En especial, porque lo usual en el resto del mundo es que esos créditos se empaqueten y descarguen, algo que —dado el pequeño tamaño del mercado local y la escasa presencia de inversores institucionales con exposición a largo plazo— hoy aquí parece imposible”, describió otro de los banqueros consultados
La otra posibilidad es que los bancos sean más activos en las emisiones de deuda corporativa, aunque los horizontes en pesos aún son estrechos para que esto permita fondear créditos hipotecarios de largo plazo.
Lo cierto es que, de seguir esta tendencia, algo deseable por el aporte que hace a la economía en general, en el mediano plazo parece claro que los bancos deberán ser más activos en la captura del ahorro local y a la vez buscar nuevas fuentes de financiamiento.
/La Nación
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