El Operativo Lapacho le puso un freno inédito al contrabando de mercadería desde Bolivia

Martes 13 de Mayo de 2025, 06:10

GOLPE AL CONTRABANDO. El decomiso de mercadería ingresada en forma ilegal desde el norte superó en apenas cuatro meses, todo lo retenido en 2024.



Tucumán atraviesa un preocupante aumento en los niveles de contrabando. En lo que va del año, el Operativo Lapacho secuestró 4.600 bultos de mercadería ilegal, superando los 4.400 decomisados en todo 2024. El promedio diario de incautaciones se triplicó, pasando de 12 a 36 bultos, lo que evidencia una intensificación de la actividad ilegal y también una mayor eficiencia en los controles desplegados en el NOA.

Los datos fueron confirmados por el comisario Fabio Ferreyra, jefe del operativo, quien atribuyó el incremento a múltiples factores: una mejor planificación estratégica, cambios en los puntos de control y un conocimiento más profundo de las rutas y movimientos de los contrabandistas. “No hay una sola razón. Cambiamos los lugares de control y eso nos permite sorprender a quienes cometen estas infracciones”, indicó.

La mercadería incautada —conocida como “bagayos”— incluye principalmente ropa, calzado, frazadas, electrodomésticos, artículos de bazar, celulares y bicicletas. Se estima que cada bulto tiene un valor de $ 750.000, por lo que el total secuestrado en 2025 asciende a $ 3.450 millones, superando incluso la cotización total del año anterior, que fue de $ 3.255 millones.

El sistema de transporte utilizado por los contrabandistas va desde vehículos particulares hasta encomiendas y micros de larga distancia. Unos 3.150 bultos fueron detectados en autos, utilitarios y camionetas; 1.473 en envíos por correo, y sólo dos en micros de pasajeros. “No perseguimos a quienes compran para su familia. Pero traer 100 pantalones o 15 termos no es para uso personal, claramente hay un fin comercial”, explicó Ferreyra.

Tucumán lidera el ranking de destinos con 1.092 bultos secuestrados, valuados en $ 819 millones. Le siguen Catamarca (1.078), Santiago del Estero (301), Buenos Aires (264), Córdoba (237) y Mendoza (75). La distribución revela también las rutas más utilizadas por los bagayeros: además de la tradicional Ruta Nacional 9, se suman la 34 y la 40, ambas con antecedentes como corredores del narcotráfico.

Una tendencia alarmante es el crecimiento del uso de encomiendas para trasladar contrabando. Las empresas de correo no están legalmente obligadas a inspeccionar el contenido de los paquetes nacionales, y sólo se requiere una declaración jurada del remitente. A nivel internacional, las regulaciones son más estrictas, pero esto no impide que muchos contrabandistas aprovechen el vacío legal.

“Muchas empresas tercerizan sus envíos, lo que dificulta aún más el control. Algunos camioneros pueden cargar productos legales y luego sumar los bagayos en el camino”, señaló Ferreyra. En algunos casos, los vehículos colocan carteles de “mercadería peligrosa” para eludir inspecciones.

Uno de los aspectos más polémicos del informe es que sólo se registró un secuestro proveniente de un tour de compras, a pesar de que, según inteligencia de Gendarmería, al menos 14 micros por día cargan mercadería ilegal en “El Playón”, un punto neurálgico en Orán, Salta. El motivo, según fuentes del operativo, responde a una red de corrupción revelada en 2023 por el fiscal federal Agustín Chit, que procesó a 60 gendarmes del NOA implicados en el cobro de sobornos para permitir la circulación de estos vehículos.

“Ahora hay menos ‘milicos’ prendidos, pero los organizadores de los viajes ya saben cómo moverse. Ellos deciden cuándo es el mejor momento para viajar”, confesó Dolores Pedraza, una revendedora habitual.

Aunque las estadísticas del Operativo Lapacho marcan un hito, la logística del contrabando se reinventa constantemente. Mientras el Estado busca fortalecer los controles, el desafío sigue siendo frenar una red que se moderniza, se expande y, muchas veces, se infiltra en los propios organismos de control.