Ratificaron la condena a Enrique Blaksley, autor de la mayor estafa piramidal de la historia argentina

Martes 13 de Mayo de 2025, 18:37

Enrique Blaksley Señorans.



La Sala I de la Cámara Federal de Casación Federal resolvió este martes rechazar los recursos extraordinarios contra la sentencia en la que se condenó a ocho años de prisión a Enrique Blaksley Señorans, señalado como el autor de la mayor estafa piramidal de la historia argentina

Blaksley, bautizado como el "Madoff argentino", fue hallado culpable de liderar una asociación ilícita, estafas en perjuicio de cientos de inversores y lavado de activos, a través de un esquema Ponzi operado bajo la fachada de la empresa Hope Funds. Las maniobras fraudulentas afectaron a más de 300 inversores mediante la promesa de rendimientos extraordinarios que resultaron ser insostenibles.

Blaksley en un traslado

En la causa se acreditó un complejo entramado de más de 60 sociedades, algunas con vínculos internacionales, que fueron utilizadas para captar fondos de manera ilícita. Entre las víctimas hubo quienes denunciaron haber depositado sus ahorros de toda una vida confiando en las promesas de Blaksley.

Según se desprende de la investigación judicial, el mecanismo defraudatorio fue desplegado a través de exorbitantes campañas de prensa, marketing y branding corporativo, con el objetivo de crear una imagen de Enrique Juan Blaksley Señorans y de las compañías del holding, mediante las cuales se mostraba como un exitoso empresario, hombre de negocios destacado y como una empresa solvente, con éxito comercial y trascendencia pública".

Según la Justicia, el mecanismo defraudatorio fue desplegado a través de exorbitantes campañas de prensa, marketing y branding corporativo

Con ese sentido, los condenados recurrieron a la difusión de actividades con destacados deportistas, de fotos con personas ampliamente reconocidas, eventos lujosos y la utilización de marcas ajenas, de trayectoria y amplio reconocimiento popular, todo para ganar la confianza de incautos ahorristas.

Además, se acreditó que la seducción a las víctimas se conformaba no solo por la puesta en escena utilizada sino que se recurría también al conocimiento cercano de los vendedores o productores de la compañía, quienes ofrecían sus productos con personas de su círculo de pertenencia, y en base a la recomendación de los familiares y conocidos a quienes les habían cumplido parcialmente, con el objeto de que el “boca a boca” ampliara el universo de fondos captados, procurando la creación de una falsa sensación de seguridad. /C5N