Sábado 17 de Mayo de 2025, 07:18
Con más de 380 kilos de cocaína incautados entre enero y mayo de 2025, Tucumán se convirtió en el epicentro de la lucha contra el narcotráfico en el NOA. El crecimiento es notable: el volumen decomisado representa un incremento del 590 por ciento respecto a igual período de 2024, cuando se incautaron 70 kilos, y casi un 1.000 por ciento comparado con 2023. Solo en la última semana, se secuestraron 80 kilos de esta droga, valuados en aproximadamente 280.000 dólares.El golpe más contundente ocurrió en Colalao del Valle, sobre la Ruta Nacional 40, cuando efectivos de Gendarmería del Escuadrón Aguilares interceptaron un Jeep Compas proveniente de Orán con destino a La Rioja. En sus paneles laterales escondía 59 kilos de cocaína, valuados en más de 200.000 dólares. Se trata del primer decomiso de esta magnitud en lo que va del año en el tramo tucumano de la conocida “Ruta de los Valles”, una vía clave para el contrabando.
Este corredor, donde el control fijo de Gendarmería fue desactivado, se ha vuelto una brecha funcional para el transporte de estupefacientes. En lo que va de 2025, ya se incautaron 287 kilos de cocaína en cuatro operativos, tres de ellos en controles móviles montados en la vecina Cafayate.
La modalidad de transporte de droga también se diversificó. La justicia federal salteña, a través de investigaciones prolongadas, detectó una organización radicada en Tartagal que utilizaba encomiendas para distribuir cocaína en todo el país. En una entrega vigilada, se interceptaron 17 kilos ocultos en un tacho de grasa destinado a una prensa hidráulica. El paquete tenía como destino Tucumán, y un hombre fue detenido al intentar retirarlo en una empresa de correo.
Días después, otro envío alertó aún más a las autoridades: se secuestraron 13 kilos de pasta base en una encomienda. Este hallazgo disparó las alarmas por una razón fundamental: es una señal clara de que en Tucumán podrían estar operando “cocinas” clandestinas que terminan de procesar la droga antes de su distribución.
Según los registros del Ministerio Público Fiscal, ya se interceptaron 154 kilos de droga despachada por encomiendas en lo que va del año (52 de cocaína y 122 de marihuana), frente a los 124 kilos registrados en el mismo período de 2024 (86 de cocaína y 38 de marihuana).
El narcotráfico también se infiltra en los denominados “tours de compras”. En Molle Yaco, Trancas, gendarmes inspeccionaron un micro proveniente de Orán y detectaron cuatro kilos de cocaína escondidos en el sistema de aire acondicionado. Como ningún pasajero se hizo cargo del cargamento y no había registros sobre el dueño del equipaje, quedaron imputados el chofer y el coordinador del viaje. En lo que va del año, se secuestraron 54 kilos de droga en este tipo de transporte, contra los 32 kilos del año pasado.
Ante el panorama, el gobierno provincial redobló esfuerzos. “Estamos reforzando el Operativo Lapacho y dotando de más recursos a las fuerzas”, aseguró el secretario de Lucha Contra el Narcotráfico,
Jorge Dib. Por su parte, el jefe de Policía,
Joaquín Girvau, confirmó que los nuevos ingresos a la fuerza se destinarán en su mayoría a la Dirección General de Drogas Peligrosas.
El jueves pasado, en un anticipo de lo que podría convertirse en un dispositivo permanente, la Digedrop instaló un puesto de control en la Terminal de Ómnibus de la capital tucumana para revisar buses provenientes de otras provincias.
En contraste con la creciente presión sobre Tucumán y Santiago del Estero (que registró un aumento del 60% en incautaciones), en Salta la cocaína decomisada cayó un 10%, y en Jujuy el descenso fue del 400%. Así, la provincia se posiciona como la más crítica en el tránsito de estupefacientes del NOA en 2025.
La pregunta que sobrevuela cada estadística es inevitable: ¿cuánta droga pasó por Tucumán o se quedó en la provincia antes que Osvaldo Jaldo instalara el Operativo Lapacho? Mientras la cifra decomisada se dispara, las autoridades buscan cerrar el cerco ante una red que no deja de mutar y expandirse.